Infraestructuras
Aquí torre de control del Aeropuerto de Córdoba: Encinarejo es «Whiskey», El Arcángel tiene «Eco»
Los controladores del fanal emplean el alfabeto radiofónico para denominar los puntos de aproximación a las pistas
En la torre de control del Aeropuerto de Córdoba hay dos horas menos que en el exterior. No es por alguna anomalía temporal, sino porque los aviones y puntos de control trabajan con un horario estándar común que se aplica a todos los vuelos, para evitar confusiones al cambiar de husos horarios. De lo contrario, los pilotos podrían confundir fácilmente las horas al atravesar una de esas marcas. Esa hora es la UTC (Tiempo Universal Coordinado), casi el equivalente a lo que antes era la hora del Meridiano de Greenwich (hora GMT). Así, cuando en Córdoba son las 12 del mediodía, en la torre de control son aún las 10 de la mañana; eso en verano, con el horario de invierno los controladores llevan la hora de Canarias.
Es una de las peculiaridades del trabajo de los cinco controladores aéreos (tres a tiempo completo y dos parciales) en la torre del Aeropuerto de Córdoba. Otra de ellas es el empleo, en determinadas operaciones, del alfabeto radiofónico , un lenguaje empleado para evitar ambigüedades en las comunicaciones que, con un acento cordobés, no serían imposibles. Los controladores lo emplean, por ejemplo, para referirse a los puntos de aproximación al aeropuerto , que en el caso de Córdoba son tres: oeste, este y sur. Así, cuando un avión se acerca al aeropuerto desde el oeste pasa por la vertical de Encinarejo, y ese punto es «Whiskey» (por la inicial de «west», oeste en inglés); el este pasa justo por encima del estadio Nuevo Arcángel y se denomina «Eco»; por último, el punto de aproximación por el Sur se llama «Sierra». Paradójicamente, Sierra Morena se encuentra al norte del aeropuerto, pero eso no confunde a los controladores.
¿Y qué pasa con el norte? Pues en el caso del aeropuerto de Córdoba no existe como zona de aproximación. Abel López , jefe de la torre de control, explica que esa decisión la toma Aena , el gestor de los aeropuertos españoles. La presencia justamente de la sierra podría tener algo que ver, ya que desde ese rumbo apenas queda espacio entre la pista y las primeras estribaciones montañosas.
Los controladores aéreos disponen de equipos de última tecnología en la cabina (fanal, en su propia terminología), incluido el sistema AFIS de reciente instalación. Pero también, aunque parezca sorprendente, emplean una especie de fichas manuales que van moviendo de una pestaña a otra si un avión necesita emplear la pista o no. « Aquí no se deja nada a la intuición del controlador . Este sistema puede parecer rudimentario, pero funciona. Y en una torre de control, lo que funciona no se cambia », explica el responsable de los operarios.
La torre de control del Aeropuerto de Córdoba es «de monoposición», lo que indica que basta con un solo operador para enviar indicaciones a todos los aviones. Tiene sentido, ya que Córdoba no destaca -por ahora- precisamente por su número de vuelos diarios . El viernes, por ejemplo, sólo había dos programados, y el pico máximo desde la instalación del AFIS el pasado mes de abril ha sido de 52 . Por comparar, solo en Barajas-Adolfo Suárez la media está en 1.300 vuelos diarios durante el verano, y no precisamente de avionetas.
Durante los meses estivales en Córdoba ocurre justo lo contrario que en Madrid. Baja mucho el número de operaciones debido, como uno podría imaginarse, al calor. El director de la torre explica que «con estas temperaturas se castigan mucho los motores de los aviones ». Las épocas de mayor tránsito son la primavera y el otoño.
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