APUNTES AL MARGEN

Los años perdidos

El sector empieza a decaer tras ocho años continuados de incremento de la actividad. Nada dura para siempre. ¿Qué pretenden hacer ahora con la gallina de los huevos de oro?

Entrada al Alzácar de los Reyes Cristianos en 2017 ARCHIVO

Rafael Ruiz

Las Encuestas de Ocupación Hotelera -más los informes periódicos que realiza el Instituto Nacional de Estadística sobre apartamentos turísticos - se consideran como el barómetro fiable de la situación del sector turístico a efectos cuantitativos. Y los últimos datos sobre Córdoba , relativos al mes estrella -mayo-, se han recibido con honda preocupación por parte de las entidades empresariales del sector. Dicen los datos del sector que Andalucía, en su conjunto, ha tenido un comportamiento estable frente a un 2017 de récord mientras que la pérdida de viajeros en lo que atañe a la ciudad se calcula en un siete por ciento , aproximadamente. Buena parte del peso específico de esa pérdida viene por el mercado de extranjeros que se ha desplomado un doce por ciento. Precisamente, el segmento de clientes que aporta un mayor gasto comparativo.

Los expertos en el sector llevan semanas emitiendo hipótesis sobre una caída que está afectando a numerosos destinos españoles aunque, todo hay que decirlo, con diferente intensidad. El mercado británico , que es muy importante para la actividad en España, está siendo escrutado por varias razones. En primer lugar, por la reciente quiebra de la aerolínea Monarch , que tenía una fuerte implantación y que era la quinta operadora del cercano aeropuerto de Málaga. En segunda instancia, porque los «touroperadores» británicos le han perdido el miedo a determinados destinos que se consideraban inestables. Ese flujo de operaciones que se quedaban en la parte segura del Mediterráneo, la principal zona turística del mundo, ya está volviendo a países que se consideraban más sensibles , por ejemplo, a la violencia terrorista o la posibilidad de un conflicto armado interno. Estamos devolviendo lo que no era nuestro, por ejemplo, a Turquía y Egipto .

Los empresarios del sector han empezado a reclamar a las autoridades dinero público para promoción -el turismo es una actividad ventilodependiente a efectos presupuestarios aunque el beneficio sea privado- con el objetivo de parar la sangría. En realidad, lo que está haciendo la hinchazón es remitir . No existe tanto una crisis como una vuelta a la normalidad que alejará a Córdoba del millón de turistas de 2017 , un año verdaderamente reseñable, para volver a cifras más ordinarias. Una cantidad relevante pero posiblemente insuficiente para dar respuesta a la capacidad instalada que llegó con el «boom» . Eso que se llama burbuja. Demasiados factores globales como para quitarse de encima yendo unos días a Fitur.

Durante los buenos tiempos del sector turístico, de momento pretéritos, siempre se preguntaban los empresarios que cuánto duraría todo. Mientras, desde la política se producían quejas de niño rico, debates con los expertos de guardia de siempre. Por la mañana, venga a ponerse medallas con los incrementos mensuales de pernoctaciones. Por la noche, con concienzudos debates sobre gentrificación como si Córdoba tuviese un problema acaso similar del que sí tienen ciudades europeas como Venecia o Barcelona . En vez de alentar un subsector de apartamentos turísticos profesional y de calidad, trabas y declaraciones poco lúcidas cuando no impresentables . En vez de propiciar una economía privada ágil y dispuesta, banderías y divisiones mientras se hacía la vista gorda a situaciones laborales intolerables. En vez de fortalecer la oferta cultural y de ocio, que es clave en un destino patrimonial, la inacción absoluta poniendo en riesgo incluso lo que funciona. En una década no se ha abierto un producto nuevo que tenga tirón de ciudad, ninguna institución cultural con capacidad atractora. El C3A no cuenta.

Ahora que toca devolver el turismo prestado, muchos de esos problemas ya no importan. Directamente, se han desaprovechado años estupendos para pensar y crear algo con cara y ojos . Para generar una oferta sostenible y de cierta calidad que enriqueciese a la ciudad. En el futuro, me temo, ya no habrá actos para mayor gloria de las autoridades que han hecho posible aquellos números que fueron tan efímeros como circunstanciales .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación