RESULTADOS ELECCIONES MUNICIPALES CÓRDOBA 2019

Análisis | Y Bellido ganó la segunda vuelta en Córdoba

Planteadas como un test del 28-A, el PP fue la única fuerza que sumó más votos en la capital que hace un mes

Bellido celebra su victoria este domingo en un céntrico hotel de Córdoba ÁLVARO CARMONA

Francisco J. Poyato

Y José María Bellido ganó la segunda vuelta en Córdoba . Porque estas elecciones han luchado de forma ambivalente por no verse solapadas por la clave nacional, pero, a la vez, se han convertido en una especie de ejercicio de reflexión sobre lo sucedido el 28-A en las elecciones generales . Isabel Ambrosio no fue capaz ayer de aprovechar el viento de cola que traía de esa cita, cuando su victoria en Córdoba capital -tras quince años haciéndolo el PP- hacía vislumbrar un triunfo notable en las municipales. El viento de cola se le volvió de cara. O al menos, quedar por encima de los populares para tener la sartén de los pactos por el mango eligiendo entre el bloque de izquierdas y hasta Ciudadanos.

Si se cierra el pacto de «las derechas» , como es casi si seguro, Bellido será alcalde de Córdoba y la regidora socialista puede que opte por el camino de la Diputación, que tampoco tendrá fácil. En las dos comparecencias a las urnas que ha hecho no ha ganado en ninguna de las dos. Gobernó con siete concejales marcando el hito más importante de su partido en Córdoba capital, pero malgasta la ocasión sin haber rentabilizado su gobernanza, muy discutida por la falta de resultados; y su campaña, algo conservadora esperando a que la inercia de las generales hiciera su trabajo.

Ambrosio baja una escalera este domingo en la sede del PSOE VALERIO MERINO

Pero los populares han sabido aguantar esa inercia y frente a lo sucedido hace apenas un mes ha sido la única fuerza que ha ganado voto (4.000 aproximadamente) en un escenario previsible de caída de la participación. Los electorales se han desfondado después de tres citas en seis meses y para el remate con farolillos de Feria de por medio. Quince puntos menos de votantes, o lo que es lo mismo, cincuenta mil sufragios menos en las urnas. Es habitual que los comicios locales se distancien de unas generales en ese sentido. Un indicador que ha perjudicado a Ambrosio, como también lo ha hecho el paupérrimo resultado de Izquierda Unida: tres concejales en el que fuera «Califato rojo». Al igual que la fragmentación .

Hasta Ciudadanos, con un resultado extraordinario al pasar de dos a cinco concejales y convertirse en la fuerza clave para conformar un posible gobierno con el PP y Vox, no ha sido capaz tampoco de mantener la evolución tan positiva que mostró en unas generales que le llevó a rozar el 20 por ciento de los sufragios. Al igual que Vox, la formación de Santiago Abascal , que se ha dejado dieciocho mil papeletas atrás, entre ellos, votantes que han regresado al PP frente a lo ocurrido hace un mes. Su crecimiento frente a las locales de 2015 resulta exponencial y su influencia determinante con dos concejales .

Pedro García (IU) en la sede de su partido en Córdoba ROLDÁN SERRANO

En este sentido, Bellido ha realizado una campaña inteligente, propositiva y alejada de agresividad o tirones de orejas a sus electores «pródigos». Con la misma participación que en 2015 (57%), si se suman los votos del PP y Vox se obtienen 55.222 sufragios (37,7%) . Es mejor resultado que en 2015, cuando el PP sacó 50.776 votos que añadiéndole los 558 de votos dejan un saldo en negativo de cuatro mil. El suelo conservador se ha mantenido, la abstención ha podido estar más emparentada con la izquierda.

Rafael Saco (VOX) en la noche electoral ROLDÁN SERRANO

Escuchando anoche a algunos líderes de Ciudadanos, sería una sorpresa que no cuajará un acuerdo con el PP, sumando a los dos concejales de Vox (dentro o fuera, eso está por ver) para reeditar en el Ayuntamiento de Córdoba el reciente pacto del cambio en Andalucía, lo cual es también una correa positiva entre dos administraciones que en franca colaboración multiplican sus actuaciones en una ciudad muy necesitada como ésta.

A la espera de desmenuzar esta «noche de infarto», la remontada de los populares en un tramo final de recuento no apto para cardíacos, se fragua en unos contundentes datos en sus feudos tradicionales (Centro comercial, Brillante, Poniente), donde peligraba su hegemonía con Ciudadanos y Vox. Y a su vez, a que probablemente haya aguantado el tipo en barrios de izquierdas.

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