ANÁLISIS

Córdoba CF | Sebas Moyano, ahora la obra de arte es una sonrisa

El jugador de Villanueva del Duque, en el filial desde los 16 años, reivindica el papel de la cantera

El cordobés Sebas Moyano celebra el gol que anotó al Elche el martes en la Copa LOF

Javier Gómez

A Sebas Moyano le ha pasado de todo en el Córdoba en los últimos años. Ahora por fin luce una sonrisa. La alegría más esperada del vestuario. La Copa del Rey le ha dado la oportunidad que llevaba esperando años. La ocasión de ser titular por primera vez con el primer equipo en competición oficial. La ha sabido aprovechar para reivindicarse. Para que la gran masa social del cordobesismo —la que está alejada de las categorías inferiores— conozca la calidad de un joven que lleva rindiendo como profesional desde los 16 años. Todavía le queda recorrido, pero este año ha conquistado el merecido salto al primer equipo aunque con ficha del filial. Lo mejor, que en verano se solucionó el largo conflicto por sus derechos y renovó como blanquiverde hasta 2021.

Francisco Sebastián Moyano Jiménez (Villanueva del Duque, Córdoba, 1997) es mucho más que el golazo que anotó el pasado martes para finiquitar la goleada del Córdoba CF ante el Elche en el Martínez Valero y que selló el pasaporte para los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. El tanto no fue lo único que aportó el cordobés. También dio equilibrio y trabajo al flanco derecho. Fue el día de su reivindicación, después de años en los que se habló más de su supuesta venta, de la propiedad de sus derechos de un fondo de inversión (SGR) y de una operación rocambolesca con la cesión de una obra de arte.

Él siempre intentó estar al margen de todo ese ruido , pero lo cierto es que en algunas etapas le costó que tuviera cerrado el paso al primer equipo e incluso en alguna fase (muy breve, eso sí), le costase tener minutos en el filial. El TAS le dio un varapalo al Córdoba por la operación con un cuadro de Dalí para financiar una moratoria con Hacienda. Sebas Moyano supo aislarse y rendir en el campo siempre. El martes le llegó el premio más deseado. Por ser justos, si alguien apostó por él fue Jesús León . Había cumplido contrato el 30 de junio, pero el presidente supo manejar la situación para renovarle hasta 2021. Ahora recoge los primeros frutos de un jugador que llegó a ser internacional con España en las categorías inferiores.

Moyano desbordó alegría a la conclusión del partido en Elche. Había jugado titular. Había ganado el equipo. Había marcado. Un golazo. «Personalmente lo necesitaba», dijo. De hecho, confesó que «los compañeros me ayudaron muchísimo». El canterano aseguró sentirse «contentísimo», ya que los goles «nos sirven», para él y para el grupo, para «coger confianza» de cara al futuro.

El extremo derecho estaba convencido de que el rendimiento le servirá para tener minutos más adelante, a pesar de que todavía no ha contado para Sandoval en la Liga. En este sentido, Sebas apuntó que «la Copa del Rey siempre suele ser para los jugadores menos habituales», pero, a su juicio, tras el partido de Elche «demostramos que podemos hacer al míster dudar». De hecho, espera que «esto haga que el entrenador cuente con nosotros y podamos tener minutos en la Liga».

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