FINAL DE LIGA

El Córdoba, con buenos precedentes en partidos decisivos

Los blanquiverdes sólo fallaron en los duelos clave de 2015 y de 2013 para cumplir objetivos

Sergi Guardiola celebra su gol ante el Rayo Sergio Reyes

A. D. Jiménez

Pase lo que pase en el partido de mañana entre el Córdoba y el Lugo , la competición en Segunda División seguirá y nada será definitivo. Es decir, no se trata de una final o de un partido eliminatorio. De hecho, el vencedor puede acabar la temporada lamentando y el perdedor celebrando.

Sin embargo, las circunstancias que rodean la contienda hacen ver la trascendencia que tiene. De hecho, las urgencias que vive el Córdoba le han llevado a pensar en más de una ocasión en la presente temporada que disputaba una final . Por citar algún ejemplo, el encuentro ante el Extremadura en Almendralejo o el de Elche, según las palabras del entrenador Rafa Navarro. Incluso, Rafael Berges, el director deportivo, calificó como tal el partido de la cuarta jornada ante el Alcorcón, aunque terminó matizando.

El principal problema para el Córdoba es que en esta ocasión ha llegado demasiado pronto en relación a otras temporadas. Y eso, sin duda, es una señal de urgencia que tiene comparativa con otras temporadas. En ese sentido, se podría equiparar con el encuentro que disputó el Córdoba en la vigésimo sexta jornada de Liga de la temporada 14-15 ante el Getafe . Era en Primera División y la era Miroslav Djikic estaba llegando a su fin. En una fría noche de lunes, el Córdoba debía ganar para dar un paso al frente en una segunda vuelta que empezaba a ser caótica por la acumulación de derrotas. El pleito no comenzó mal, pero acabó peor. Porque los blanquiverdes se pusieron por delante, pero en la recta final un autogol inverosímil de Fede Vico y un testarazo de Juan Domínguez le dieron la vuelta a la situación. Quedaban aún 12 jornadas, pero el Córdoba estaba sentenciado pese a estar a siete puntos de la salvación.

Siguiendo con esta tónica, también disputó un partido casi definitivo en la temporada 12-13 en la trigésimo cuarta jornada. Es decir, como la actual pero con las miras puestas en la fase de ascenso . Carlos González, entonces propietario, decidió prescindir de Berges para dar paso a Esnáider, quien en su presentación dijo que quedaban «nueve lindas finales». En la primera de ellas, un gol de Yuri para la Ponferradina bastó para enterrar las limitadas opciones de fase de ascenso.

Obviamente, no siempre fue así. Incluso la paradoja quiso que dos partidos determinantes para disputar una fase de ascenso se celebraran en el mismo escenario: el Colombino de Huelva . En el curso 11-12, conocido popularmente como el de «Paco Jémez», el Córdoba se medía al Recreativo mirando de reojo el partido del Almería, al que aventajaba en tres puntos en la lucha por el play off. Los blanquiverdes firmaron una jornada redonda, puesto que vencieron por 0-1 gracias a un cabezazo de Patiño, mientras que el Almería perdió en Sabadell. Semanas después, el Córdoba se clasificó para el play off. Y dos temporadas después ante un Recreativo convertido en rival directo. El partido tuvo más condicionantes de final, ya que ambos contendientes llegaban empatados a puntos en la clasificación y con las eliminatorias de fondo en la penúltima fecha de la competición. Arturo adelantó al Córdoba, pero Menosse, hoy integrado en el Lugo, igualó el partido en el último segundo. Todo quedó pendiente para la última jornada, si bien el Córdoba se llevó una determinante ventaja en el average.

En la temporada 15-16 , con Oltra en el banquillo, el Córdoba se complicó el play off durante la segunda vuelta tras una primera en la que llegó a pensar en el ascenso directo. El caso es que en la penúltima jornada estaba obligado a ganar en casa de un Mallorca que se jugaba el descenso . El duelo fue muy tenso, pero Florin Andone dejó su particular sello en su último encuentro como cordobesista para encarrilar la clasificación para el play off a la semana siguiente con el empate ante el Almería.

El resto de partidos siempre tuvo como denominador común la permanencia y en la mayoría de ellos salió el Córdoba airoso . Y eso, tal vez, sea uno de los pocos hilos de esperanza que le queda a la comunidad blanquiverde. El curso pasado se vivió una situación de ese corte cuando el conjunto blanquiverde visitaba al Rayo, que podía certificar en la trigésimo novena jornada el ascenso a Primera División. El conjunto franjirrojo se adelantó con gol de De Tomás y encendió más aún las alarmas de un Córdoba que llegaba después de dos derrotas consecutivas. Sin embargo, el Córdoba respondió en la segunda mitad con los goles de Fernández y Guardiola para dar un creer en el milagro. Después, eso sí, tuvo que ganar tres partidos más para confirmarlo.

Y así fue también la tendencia en ocasiones precedentes. Por ejemplo, en la temporada 16-17, cuando el equipo entrenado por Carrión l o fiaba todo a los partidos de casa para subsistir en la categoría . Eso le llevó a un partido ante el Reus en la trigésimo octava jornada de Liga en la que si no ganaba podía verse atrapado por el abismo de Segunda B. En años anteriores, había que esperar hasta la penúltima jornada. Sucedió en los dos con Lucas Alcaraz, aunque se solventaron con éxito en los compromisos ante Las Palmas (2-0) en 2011 y el Real Unión de Irún (4-0) en 2010.

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