INMIGRACIÓN
El modelo de los CIE demuestra sus carencias en plena crisis de las pateras
Los centros de Algeciras y Tarifa, saturados, se convierten en prisiones tercermundistas para los inmigrantes
Los Centros de Internamiento para la acogida de inmigrantes llegados a la costa en situación irregular están tan colapsados como cuestionados . La llegada masiva de pateras en las últimas semanas ha agotado otro recursos de acogida como pisos y albergues y empieza a llenar polideportivos por toda Andalucía como recintos provisionales para socorrer a los recién llegados y cumplir con la tramitación que exige la Ley de Extranjería.
En la provincia de Cádiz hay dos Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), el de Algeciras y el de Tarifa, con capacidad para 30 y 60 personas , respectivamente, y son el mejor exponente de las pésimas condiciones que tienen que soportar los inmigrantes que llegan a las costas tras cruzar el Estrecho de Gibraltar, más de 2.000 en las últimas dos semanas.
Los CIE son establecimientos públicos de carácter no penitenciario donde se retiene de manera cautelar y preventiva, y durante un periodo de tiempo que no puede exceder los 60 días, a extranjeros sometidos a expediente de expulsión del territorio nacional. Sin embargo, en realidad se trata de «prisiones» sin los requisitos mínimos de habitabilidad y que confinan a estas personas en espacios tercermundistas . Así lo aseguran las voces críticas con el modelo actual, como la Plataforma Pro Derechos Humanos de Andalucía (PDHA), que lleva años exigiendo el cierre de estos centros. «Si una persona no ha cometido ningún delito no tiene por qué ser privada de libertad» , asegura Andrés de la Peña, delegado de PDHA en el Campo de Gibraltar. « La inmensa mayoría de estas personas sólo han cometido una falta administrativa y nadie es encarcelado por ello, salvo los inmigrantes. Han cruzado el Estrecho de Gibraltar o el Mar de Alborán arriesgando sus vidas y viendo en ocasiones cómo sus compañeros se ahogan en el camino, Cuando llegan, los meten en centros de internamiento como si fueran reclusos. Eso es durísimo».
En ruinas y con aluminosis
El CIE de Algeciras es de hecho una antigua prisión. Esta cárcel se convirtió en CIE hace más de quince años, cuando fue inaugurada la prisión de Botafuegos en dicho municipio porque ese edificio ya no reunía las condiciones mínimas. «Si no valía para los presos no vale para los inmigrantes» , explica De la Peña.
El CIE de Algeciras tiene la distribución de un centro penitenciario antiguo, con patio y celdas, y zona diferenciada para hombres y mujeres. Pero además, el edificio tiene un problema añadido, aluminosis, por lo que una parte del mismo está declarada en ruinas. Ello ha obligado además a reducir su capacidad inicial de 190 a no más de 30 internos al tener que ser cerrado el módulo de las mujeres en junio del año pasado.
El Gobierno debe adaptar el obsoleto sistema contraincendios y realizar numerosas mejoras para que los internos, confinados en celdas con rejas, tengan luz natural . Dichas celdas deben tener además cierres automáticos para permitir la apertura inmediata en caso de incendio.
Confinados en la isla
El CIE de Tarifa, situado en una isla, no está mucho mejor. La pasada semana tuvo que ser desalojado por una avería en el suministro de agua que fue reparada hace unos días. Volvió a abrir sus puertas el pasado domingo.
Ambos CIE sólo albergan hombres, las mujeres que llegan a las costas andaluzas son derivadas a otros de la península o a pisos y centros de acogida.
El colapso de los centros también ha sido denunciada en numerosas ocasiones por el Defensor del Pueblo y la ratifican los funcionarios policiales que prestan servicio en dichas dependencias. Carmen Velayos, responsable del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en la provincia de Cádiz, asegura que ambos centros deberían ser cerrados: «Las instalaciones no cumplen los requisitos porque tienen numerosas deficiencias, humedades y carencias de todo tipo. Los compañeros están allí trabajando en condiciones lamentables, al igual que los internos . Los CIE, tal y como están ahora mismo, habría que cerrarlos porque son ruinosos y del tercer mundo. Además, las plantillas de los CIE están muy menguadas y hay un gran déficit de personal y, por tanto, una sobrecarga de trabajo importante».
Desde el SUP se considera que lo idóneo es que no hubiera CIE pero se pregunta qué alternativa hay, y cuestiona la Ley de Extranjería . «Habría que cambiar esta ley porque en los CIE se mezclan personas que han cometido delitos con otras con infracciones administrativas que sólo han entrado de manera ilegal en el país. Estamos mezclando en un recinto a delincuentes que están conmutando penas, con inmigrantes . Eso hay que arreglarlo», señala.
Además, critica además los estragos psicosociales que soportan los agentes por trabajar en estas condiciones y con personas que en su mayoría no han cometido ningún delito: «Estos agentes deberían tener revisiones físicas y psíquicas más regulares pero, como siempre, los servicios médicos y los comités de riesgos laborales no dan abasto».
Intervención judicial
Las lamentables condiciones de ambos centros también son ratificadas por el sistema judicial . La titular del juzgado de Instrucción 1 de Algeciras, Belén Barranco, dictó un auto hace meses, el tercero ya, en el que saca los colores al Ministerio del Interior por las pésimas condiciones de ambos CIE y reclama que se realicen mejoras cuanto antes.
La juez i nsta en este tercer auto al Ministerio de Interior a eliminar las rejas y a habilitar luz natural en las habitaciones. También a que se instale un sistema de apertura inmediata de los cuartos desde el exterior, que se instalen taquillas, que se climaticen los módulos, que se construyan espacios lúdicos «adecuados» y que se dote de mobiliario el área de descanso.
Asimismo, demanda que el servicio médico le informe del estado de los internos , que se alcance un acuerdo con el Colegio de Abogados de Cádiz para prestar a estas personas un servicio de asistencia jurídica , que se fiscalice a las empresas que se encargan de la limpieza y el mantenimiento y que se garantice la asistencia médica a los internos durante las 24 horas al día.
En el CIE de Algeciras pide además pistas deportivas, un servicio de lavandería y duchas individuales. En cuanto al de Tarifa, exige la eliminación de las duchas colectivas, que se eliminen las habitaciones para más de tres internos y que se instalen retretes con cisterna y lavabos, así como que se garantice la intimidad de los internos, ahora expuestos a la mirada del resto cuando hacen sus necesidades en algunos de los módulos.
Sin embargo, desde la PDHA se asegura que pese a que se hagan estas reformas, todo el dinero que se ponga en el CIE de Algeciras «es tirarlo por una alcantarilla» por lo que lo que debe hacer el Gobierno es cerrarlo. También el de Tarifa. Esta plataforma sostiene que hay alternativas a los CIE, como sistemas y centros de acogida.
El anterior ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido , anunció el año pasado la apertura de tres nuevos CIE en España, en concreto en Madrid, Algeciras y Málaga . El exministro aseguró además que su intención era sacar a la Policía de los CIE al perímetro exterior de estos centros e introducir, en su lugar, a otros trabajadores.
Meses después, en noviembre, Zoido presentó en Algeciras su modelo para los nuevos CIE, construcciones completamente nuevas y con un mismo funcionamiento para distribuir a los inmigrantes por sexo, procedencia, nacionalidad y religión, y con todos los servicios asistenciales, desde enfermería a espacios para abogados y ONG. El Ayuntamiento de Algeciras cederá una parcela de 20.000 metros cuadrados para el nuevo CIE, pero su construcción ya depende de otro gobierno.
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