ENTREVISTA

Ramón Velázquez: «El patrimonio histórico y las personas no son para experimentar»

El máximo responsable de la cofradía de San Lorenzo expone los proyectos de la hermandad y valora la propuesta de la nueva Carrera Oficial

Ramón Velázquez, hermano mayor de Afligidos.

ANA MENDOZA

Ramón Velázquez Mellado no necesita presentación. Es historia viva de la Semana Santa gaditana a la que aporta toda su valiosa y envidiable experiencia. Ramón fue cargador antes de convertirse en uno de los capataces más emblemáticos de Cádiz. Su leyenda con los martillos comenzó en 1980. Admirado por muchos y criticado por el resto, que le catalogaron como capataz de estilo sevillano, la prensa local le convirtió en un producto que incluso explotaron autores del Carnaval como el Libi, Martínez Ares o Juan Carlos Aragón. Fueron aquellos sus años más mediáticos, hasta que llegó a Afligidos . En 2005 toma posesión y se embarca en la tarea de reflotar a la hermandad de San Lorenzo. Junto a su equipo de trabajo ha conseguido en este tiempo revitalizar la cofradía del Jueves Santo. Tras la etapa de su colaboradora, Lourdes Cortejosa, ha vuelto a ser elegido hermano mayor . Ramón Velázquez es además capataz de la Virgen de Las Penas. El próximo 2018 cumplirá treinta años con el martillo del palio viñero y cincuenta y dos junto a la Virgen, teniendo en cuenta los que estuvo como cargador. Casi nada. A sus setenta años sigue incansable y lleno de un entusiasmo que explica por qué es y será siempre un referente.

–¿Cómo afronta esta nueva etapa?

–El hecho de volverme a presentar de hermano mayor ha sido a solicitud del equipo de trabajo que desde hace años nos hicimos cargo de la hermandad. Lo que hemos hecho es rotar desde dentro como en el voleibol, porque el equipo es el mismo.

–¿Y cómo se siente de cara a esta responsabilidad?

–Pues estoy muy ilusionado. Es como si tuviera 18 años aunque ya estoy en el ocaso, pero tengo mucha ilusión. Gracias a eso he estado soñando y trabajando por Afligidos y La Palma y por la Semana Santa de Cádiz y no me ha costado trabajo nunca. En el momento en el que los miembros me demandaron el tema cogí las riendas y estamos todos como si fuéramos nuevos.

–¿Qué proyectos tiene Afligidos?

–La hermandad está en continua actividad. Tenemos el tema de la restauración del manto y la recuperación del túnico de nuestro titular que está pendiente de entrar en taller. También estamos con los 300 años devocionales de nuestros titulares. Somos un equipo que llevamos treinta y ocho o cuarenta años juntos siempre con tolerancia y caridad y sin olvidarnos nunca de que somos Iglesia y sin soñar con cosas que no vengan al caso sino con lo que nos demandan los hermanos.

–¿Y qué demandan los hermanos?

–Actualmente tenemos una nómina de 700 hermanos, que es muy importante para ser una hermandad del centro. Cuando la cogimos sacaba unos 70 hermanos a la calle y hoy salen 257. La clave es que hemos adaptado la hermandad a lo que ellos demandan. A la gente le gusta hacer su estación de penitencia pero que sea cortita, que no sea una paliza, porque eso es contraproducente para los hermanos de fila, cargadores... para todos.

–Y en ese sentido, ¿cómo ve la propuesta de la nueva Carrera Oficial?

–Lo veo muy prematuro. Creo que se debía empezar a estudiar el día siguiente a que se haya recogido el Resucitado para que en julio o agosto ya haya un rodaje. Cuando se vieron los horarios por primera vez no nos coincidía nada. Descendimiento pasaba de estar cinco horas y cuarto en la calle a estar ocho y nosotros de cuatro horas y media tendríamos que estar seis horas y cuarto. Entonces vimos que eso era inviable y que no estaba bien estudiado.

–Entonces ¿qué piensa que pasará en el pleno extraordinario?

–Me imagino que hay mucha gente que no han estudiado pros y contras y cuando sea el pleno pues si la mayoría dice para adelante, pues habrá que adaptarse, pero que conste que la hermandad de Afligidos no está de acuerdo. El Jueves no tiene viabilidad ninguna, no tiene solución, me he dado por vencido y he visto mucho el tema. Después de la segunda convocatoria, me he llevado cinco días trabajando el tema y no hay manera, la cabeza se come la cola.

–¿Qué inconvenientes encuentra a la propuesta de Carrera Oficial?

–Pues yo salgo con 257 hermanos a la calle y si queda así me puedo recoger con 80. Hay cofradías que van a pasar hasta tres veces por el mismo sitio... Estoy de acuerdo en que haya un cambio, pero que sea estudiado, programado y con un 90% de posibilidades, que sea un acierto. No se puede decir que sea una prueba. Llevo material humano e histórico que no está para pruebas. Desde que apareció el paso nuevo (en el año 1939) ya se fue suavizando el itinerario porque el ‘tanque’ pesa muchos kilos. El estar cuatro horas y media en la calle es algo que nos ha agradecido todo el mundo y ahora sería volver hacia atrás. Nosotros en su día votamos sí al presidente y a la Permanente en agradecimiento y reconocimiento a su trabajo diario a cambio de nada.

–¿Y si este miércoles se aprueba la nueva Carrera Oficial?

–Nosotros estamos totalmente en contra. Si sale lo adaptaremos como podamos. He estado mirando alternativas... Sacrificamos un lugar que se estaba poniendo precioso que es el Oratorio que se reunía mucha gente, es muy arropado, se ha hecho un rincón de calidad... pues si hay cambio este año tendría que entrar por Barrié o por Sagasta por dejarle a Descendimiento al menos tres cuartos de hora para que puedan organizar su salida.

–¿Y cuál podría ser la solución?

–Con el hecho de pegar las hermandades del Jueves a la Madrugada nos vamos a cargar la Semana Santa de tarde-noche del Jueves Santo. La solución y el enriquecimiento de la Semana Santa en Cadiz sería adelantar los horarios. A las diez la gente ya está retirando al niño de la fila porque se va a su casa, a su sofá, donde puede ver todas las procesiones. Pero seguimos con la idea de retrasar todo. O que la Catedral sea el inicio o el fin de la Carrera Oficial. Si quieres promocionar y que te vean y quieres captar a criaturas en la hermandad tienes que salir temprano. Aquí estamos hablando de hermandades, de historia, de patrimonio... Pienso que el día que se saque una nueva Carrera Oficial debe haber consenso y que se plantee no por una comisión, sino que el proyecto se confeccione y acople por las hermandades implicadas cada día.

–¿Qué es más difícil, ser capataz o hermano mayor?  

–Lo único que te salva y te da una seguridad en el tema, tanto en una parcela como en la otra, es la dedicación. Hay que dedicar tiempo y tener ilusión. Ese es el verdadero aliciente. Y luego están los resultados. Si te reúnes con la gente de la carga en Cuaresma, mal asunto. Hoy en día el mundo de la carga no tiene nada que ver con mis tiempos iniciales. El material humano que va abajo de un paso es oro bendito. Los de ahora son más profesionales que los de entonces. Hay muchísimas hermandades que dependen de ese colectivo y más que por catequesis de la hermandad, terminan cogiéndole devoción a sus titulares.

–Y en el mundo de la carga, ¿cuál es la clave para que todo funcione?  

–Hay que salir a la calle y disfrutar del trabajo desarrollado durante todo el año. Si ese día no vas loco de contento con tus buenos amigos, no vale nada. Yo se lo digo siempre a ellos: esto es un 50% de fuerza y maña y otro 50% de coco.

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