SEMANA SANTA CÁDIZ 2019

La lluvia trunca el Miércoles Santo en Cádiz

Las Aguas, Cigarreras y Caminito decidieron no salir mientras que Sentencia lo hizo pero tuvo que regresar a su templo

Un cargador de Sentencia desolado al no poder realizar la Estación de Penitencia. Antonio Vázquez

J. Mayone / A. Mendoza

Las peores previsiones se cumplieron finalmente el Miércoles Santo. Se había anunciado que llovería y, aunque débilmente, justo en torno a las seis de la tarde las primeras gotas hicieron acto de presencia. Fue entonces el momento en el que se vieron los paraguas en las calles. Solo Sentencia había decidido realizar su estación penitencial. De hecho, la corporación se encontraba aún en su barrio cuando optó por volver a su templo de la Merced .

La imagen de las sillas en Carrera Oficial era desoladora . Algunos intrépidos se habían atrevido a ocupar sus asientos a la espera de lo que sucediera. Quedaba esperar qué haría el Caminito. Su junta de gobierno se reunía para estudiar la situación y esperar el parte meteorológico de las ocho de la tarde.

Todo apuntaba a que no saldría pero fue pasadas las ocho de la tarde cuando Ramón Medel, anterior hermano mayor de Caminito, confirmaba la decisión. De esta forma se cerraba la jornada, un triste Miércoles Santo para todos . Cofradías, hermanos y devotos lamentaban el desarrollo de una tarde que todos los cofrades querrán olvidar pronto. Porque hay que seguir trabajando a pesar del desánimo y la melancolía.

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Interior del la iglesia Santa Cruz. Francis Jiménez

Las Aguas

La parroquia de Santa Cruz esperaba con cierto optimismo la jornada de un Miércoles Santo para el que los partes no presagiaban nada bueno desde comienzos de semana. Decenas de devotos aguardaban en la puerta de la parroquia a una decisión de la junta de gobierno que llegaría pocos minutos antes de las cuatro y media de la tarde. Tras la negativa de la cofradía a salir a la calle, el público (deseoso de ver las imágenes) se dirigió a la puerta trasera para acceder al templo.

Allí estaba la cruz de la moneda. Cargadores, acólitas y hermanos penitentes lloraban desconsolados tras conocer la noticia . Los más mayores, conscientes de la dificultad de salir con mal clima, abrazaban y consolaban a los niños y niñas que, con su inocencia, no lograban entender por qué no se iba a realizar una salida procesional para la que estaban rebosantes de ilusión.

Una penitente, muy joven y junto a su hermana pequeña, le expresaba a su madre la tristeza que le producía no salir a la calle. «Me da mucha pena porque era una promesa y es mi último año aquí», lamentaba la hermana de la cofradía.

Alejandro Álvarez, vocal de mayordomía de la Hermandad, relató a LA VOZ que «hay mucho trabajo y esfuerzo durante todo el año y, al final, cuando llega es un momento muy especial». Y es que, con un día tan inestable, las sensaciones son contradictorias, aunque gana la «satisfacción porque hemos acertado» .

Sobre una posible salida a Catedral para realizar la Estación de Penitencia, el vocal la denegaba argumentando que «tenemos una cofradía de mucha envergadura, este año volvemos a sacar tres pasos y nosotros queremos recogernos aquí ». Álvarez, visiblemente afectado, terminaba asegurando que, por otra parte, «ver hermanos llorando me da alegría porque significa que están comprometidos e involucrados en la vida de la cofradía».

Una jornada en Santa Cruz, por tanto, aciaga para los responsables de poner en la calle a la única Hermandad que cuenta con tres pasos y que, en el primero de ellos (San Juan), procesiona con un cortejo casi exclusivamente formado por niños.

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Jesús de la Sentencia durante su breve salida. Antonio Vázquez

Sentencia

La iglesia de la Merced se quedaba pequeña. La incertidumbre por las previsiones meteorológicas parecía que se despejaban y la hermandad decidía finalmente hacer su salida procesional . El hermano mayor de la corporación, Benito Moya, comentaba que los partes daban una probabilidad muy baja de lluvia y que sería además a partir de las nueve de la noche. Aunque el cielo estaba cubierto, muchísima gente se daba cita en torno a este templo para acompañar los primeros momentos de la cofradía en la calle. Porque todo el barrio de Santa María vivía con entusiasmo el Miércoles Santo en el que la Plaza de las Canasta concentraba ya a las cuatro de la tarde el fervor y la pasión que despierta esta corporación tan querida y apreciada en la ciudad. Prueba de ello era el nutrido cortejo que se iba a formar con hasta 363 hermanos con túnicas, 29 monaguillos, 25 acólitos, 29 hermanas de mantilla y veinte alumnos del colegio de la Salle.

Como siempre las secciones de penitentes se preparaban en el colegio Mirandilla y en el interior de la Merced ya estaban dispuestos los pasos. Todo listo como Miércoles Santo que era. Para entonces Las Aguas ya había decidido que no saldría. Hermanos mayores de otras hermandades acompañaban a Sentencia en su día. Antonio Macías, de Descendimiento, Manuel García de Siete Palabras o el prior de Servitas, Rafael Guerrero se daban cita en la iglesia de la Merced. Recibía también la corporación la visita del presidente del Consejo, Juan Carlos Jurado, así como los vicepresidentes Jacinto Plaza y Paco Muriel, además de otros miembros de la Permanente como Alicia Escart o Antonio Gallarín. Todos ellos con Sentencia. Y hasta ese momento todo transcurría con normalidad. En su espléndido paso estaba Jesús sentenciado ante Pilatos , una imagen que puede ser la más antigua de Cádiz. Los claveles rojos exornaban este gran misterio que presentaba estrenos importantes. En concreto los cuatro ciriales de estilo barroco que han sido realizados en el taller de orfebrería de Ildefonso Oñate de Jerez y que se han ejecutado con excepcionales detalles y en paralelo al propio estilo del paso.

La expectación iba a más en el barrio cuando se abrieron por fin las puertas del templo a la hora prevista. Se miraba al cielo, que seguía cubierto de nubes pero sin que llegara a llover. Empezaron a salir entonces los primeros penitentes y más tarde los ciriales que indicaban que el Señor estaba ya cerca. El capataz Francisco José Gallardo dirigía la maniobra de salida en la que había que prestar gran atención. Poco a poco, a pulso, se consiguió salvar el dintel de la puerta entre la emoción y algunos aplausos de los presentes. Llegaba entonces la primera saeta de la tarde. Era Carmen Olmedo la que cantaba a Jesús injustamente sentenciado. Tras la ovación se fundía en un abrazo con su hermano, Isidro Olmedo, contracapataz del misterio y llegaba posteriormente uno de los instantes para el recuerdo. El hermano de Sentencia Francisco Vigo del Pino era el encargado de ordenar la primera levantá ya que cumplía cincuenta años saliendo en el cortejo procesional. Precioso detalle el de la junta de gobierno de Benito Moya al haber tomado esta decisión.

Cuando ya no se podía más de fervor comenzó el caminar del Señor. Se lucía en su Plaza de la Merced entre los gritos de sus vecinos y después bajaba espectacular por la compleja calle hasta la Plaza de las Canastas. Había sonado 'La Fe' y también 'Crucificción' para este paso de misterio interpretadas ambas marchas por la banda de cornetas y tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Huelva. Allí se escuchaba una segunda saeta desde un balcón.

Mientras, habían empezado a salir los penitentes que acompañaban a Nuestra Señora del Buen Fin, protagonista entonces máxima de la Merced y también del cartel que este año ha servido para ilustrar nuestra Semana Santa de Cádiz. Manuel de la Jara Rodríguez daba las pautas a la cuadrilla para que el palio superara las puertas de la iglesia. Y se cumplía el peor de los temores. Empezaba a caer una débil lluvia. Había sonado el himno nacional. Los cargadores miraban al cielo. Y surgían las primeras dudas. Llovía entonces algo más fuerte. Aún no habían retirado las guías de madera por las que había descendido el palio a ruedas hasta la calle.

Y ahí quedaron porque de repente todo cambió. Y tal y como había salido, el capataz ordenó a los suyos volver a entrar en el templo con el palio . La maniobra se realizó con rapidez. A la vez, subían los penitentes y todo el cortejo que acompañaba al Señor. Y con ellos el paso de misterio que había dado la vuelta en la Plaza de las Canastas. Ejemplar el orden y la agilidad con que represaban a su templo a pesar del desasosiego del momento. Toda la ilusión se había truncado en apenas media hora. Fueron entonces las lágrimas las que marcaron los siguientes minutos. Lágrimas de niños, jóvenes y mayores. Penitentes, mantillas, cargadores.... Para muchos era la primera vez que les había pasado algo así. Los más serenos intentaban consolar a los más afectados. Pero no había consuelo.

El hermano mayor Benito Moya no podía casi ni hablar. El padre Balbino se dirigía a todos y se rezaba un Padrenuestro y un Avemaría. Posteriormente una de las mantillas cantaba una saeta a la Virgen del Buen Fin. Y las lágrimas siguieron... Poco a poco se desalojó la iglesia con orden y en calma. No quedaba otra. Los padres aguardaban fuera a sus hijos. Y así finalizaba un triste Miércoles Santo para la cofradía de Sentencia que, pese a que lo intentó, no pudo realizar su estación de penitencia.

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La Esperanza y el Señor de la Salud en su templo. Antonio Vázquez

Cigarreras

No salió tampoco bien la jornada para la Hermandad de Cigarreras, que reunió a sus hermanos (quienes esperaban con paciencia en la puerta de Santo Domingo la decisión final) a las 17.20 horas, cuarenta minutos antes de la teórica salida de la cofradía. Hubo, además, cierta tensión en la puerta del templo cuando miembros de la junta comenzaban a permitir la entrada de los hermanos penitentes y acólitos pero no de los cargadores, que mostraron su descontento por tener que permanecer fuera mientras arreciaba la lluvia sobre la capital gaditana.

Una vez comunicaron la decisión y dejaron abandonar la zona a los más pequeños de la Hermandad sí permitieron el paso del resto de personas que deseaban ver a los titulares el Miércoles Santo , aunque fuera en el interior de Santo Domingo. La decisión de no procesionar fue entendida por unos hermanos que, a pesar de todo, no pudieron reprimir el llanto tras un año de esfuerzos para llevar a cabo los preparativos de la salida.

Los rezos ante los pasos completamente iluminados coparon la atención de la iglesia, que pronto se llenó de devotos, tanto de la propia cofradía como de la calle. Allí estaba el cargador más veterano de la Hermandad, Juan Antonio Canet que, tras 20 años siendo los pies del paso de misterio, un problema de salud le impidió seguir perteneciendo a la cuadrilla de Cigarreras.

Ahora pertenece al equipo de capatacía, aunque la lluvia no le ha dejado estrenarse en esta faceta. Con el rostro contrariado atiende a LA VOZ y explica que «duele, porque es difícil, pero es una decisión acertada según los partes que manejábamos» y detalla cómo se enteró de la suspensión de la salida: «Estábamos reunidos la cuadrilla al completo y nos llamó la junta para darnos la noticia, creo que todos entendimos al instante que era lo correcto».

Además, trata de ponerse en el lugar del resto de hermanos al explicar que, cuando ve a los más pequeños con el rostro desencajado por no procesionar, siente «pena porque sé que no entienden realmente los motivos, aunque me alegra ver llorar a los más mayores porque demuestra que esta Hermandad está muy viva ».

Fuera, decenas de personas aún aguardan para entrar y la cola es inmensa. Los rezos se multiplican y todos quieren acercarse a los pasos. Tendrá que ser en el interior del templo. «Otro año será» , sentencia Canet.

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La Virgen de las Angustias en la capilla. Francis Jiménez

Caminito

El Caminito pone la rigurosidad y el luto cada Miércoles Santo en Cádiz. Con las tres cofradías que salían antes ya resguardadas en sus respectivos templos, la hermandad decidía si hacer o no su salida procesional. La incertidumbre se prolongaba mientras que ante la pequeña capilla de la calle Isabel la Católica se concentraban muchísimas personas. De momento el paso, que normalmente se termina de montar en la calle, estaba resguardado dentro del pequeño templo. Sin embargo, las señales que indicaban que la hermandad estaba próxima a anunciar la suspensión de la estación de penitencia no mermaban la devoción que la gente siente por esta Virgen de las Angustias siempre tan querida en nuestra ciudad.

El cielo cubierto de nubes no ayudaba a solventar la situación. Incluso caían débiles gotas de agua. La junta de gobierno estaba reunida para comunicar qué es lo que haría una vez que tuviera el parte meteorológico de las ocho de la tarde. Hasta el momento la esperanza no se perdía. Fue pasadas las ocho cuando Ramón Medel, antiguo hermano mayor de la corporación confirmaba que habían decidido no salir. «Ahora mismo está lloviznando y por lo visto esto se va a mantener así. No va a haber una mejora clara que nosotros podríamos decir pues sí salimos. Existe la amenaza y creemos que es preferible no salir para mantener nuestro patrimonio a salvo tanto humano como cultural».

Tras esta complicada decisión, la hermandad abría la capilla en la que lucía espléndida como siempre la Virgen de las Angustias exornada con helechos, siemprevivas, lirios, flor de cera rosa, rosa cool water y rosa freedon roja. Los hermanos que iban a formar parte del cortejo, más de 250 penitentes así como las personas de la penitencia que quisieron pasaron ante ella tristes pero a la vez conscientes de que no se podía arriesgar. El grupo escultórico del Caminito es de un valor incalculable y además recientemente, en 2015, fue restaurado completamente por Pilar Morillo y Álvaro Domínguez. Indudablemente el agua podía perjudicar a la imagen por lo que la cofradía como responsable de este patrimonio decidió que permaneciera en su pequeño templo. Centenares de personas se acercaron para contemplarla e incluso se le cantó una emotiva saeta. Esta vez no pudo ser. A las ocho y media de la tarde ya había concluido el Miércoles Santo en Cádiz.

Martín José García, premio Penitente de Plata

La hermandad del Caminito decidía otorgar el premio Penitente de Plata en su XXI edición, a propuesta del secretario Joaquín Olmedo Gómez y del vicehermano mayor Francisco Ramón Medel Soteras a Martin José García Sánchez, por su trayectoria Cofrade al frente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, siendo durante su mandato cuando en el año 2012 se reconoció que a efectos protocolarios e históricos esta hermandad data de 28 de septiembre de 1748.

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