SEMANA SANTA 2018

Dolores de la Caridad

La hermandad de la Santa Caridad conserva esta espléndida imagen de la Virgen de finales del siglo XVIII y atribuida a José Campeche Jordán

L.V.

Traemos esta bella imagen de la Virgen de los Dolores que se conserva en la Muy Humilde Hermandad de la Santa Caridad y que formó parte de la Exposición ‘Cuando el mundo giró en torno a Cádiz’, recientemente celebrada y que fue organizada por la Diputación Provincial en su Palacio con colaboración, entre otras instituciones de la MH Hermandad.

El cuadro tiene en la tela posterior una leyenda que explica que fue mandado pintar –dice así- por Don Miguel Páez de la Cadena para ser regalado a su prima Dª Eduarda Pichardo. Termina la leyenda diciendo «en a 1º de abril de 1790», en donde Don Miguel se hallaba destinado como Super Intendente General de Aduanas desde 1774. Hace constar, también en dicha leyenda, que era Caballero de la Orden de Carlos III, que le había sido concedida en 1779.

La obra se puede ahora ver en una de las dependencias de la Muy Humilde Hermandad de la Santa Caridad, la celosa guardiana de uno de los mejores templos de la ciudad. Y digo ahora, porque recientemente la hermandad tomó la decisión de cambiarlo de ubicación para acercarla más a la contemplación y facilitar así, a quienes acudan a verla puedan recibir todo el mensaje que indudablemente una obra de arte de esta calidad puede dar.

El cuadro fue sometido a un laborioso proceso de restauración por parte de Francisco Fernández-Trujillo Jordán en el año 1995 quien apuntaba, en su informe final, que podría ser atribuida su autoría a José Campeche Jordán, el conocido artista puertorriqueño y considerado por muchos como uno de los mejores artistas en América a finales del siglo XVIII.

La imagen, de una belleza considerable, transmite un verdadero mensaje de dolor. La dulzura que presentan los trazos se ve interrumpida de manera brusca, casi sorprendente, por el desgarrador cuchillo, como si quisiera mostrarse el haz y el envés de las cosas, lo bueno y lo malo en un mismo conjunto. Un cuchillo, de apariencia sencilla pero coronado con una joya como remate, lo cual aumenta aún más si cabe el contraste con la sencillez de los ropajes que lleva la Señora. ¿Qué querría decirnos al autor con estos contrastes? ¿Nos advertirá que dónde hay vida hay dolor? Quedan muchas reflexiones, muchas preguntas sin respuestas al contemplar este bello cuadro. Para esto y para mucho más, evidentemente, están estos días de la Semana Grande.

Merece la pena acercarse a la Hermandad de la Santa Caridad, máxime estos días, para contemplar esta obra de arte y dejarse llevar por todo lo que nos quiere decir.

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