Opinión

La Archicofradía del Ecce-Homo, en la calle

En unas horas se verá cómo el Santo Cristo del Ecce-Homo saldrá a las calles del casco antiguo de Cádiz

Ramón Sánchez Heredia, Hermano Mayor de Ecce-Homo

En unas horas se verá cómo el Santo Cristo del Ecce-Homo saldrá a las calles del casco antiguo de Cádiz. Es como en el siglo XVII se denominaba a Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo. En aquel tiempo fue creada por pardos esclavos y libertos, pues en Cádiz había esclavos, acogidos en el Hospital de Mujeres, sito en lo que acutalmente es la Plaza del Palillero, una institución benéfica cristiana dedicada a mujeres enfermas, que por desgracia sino eran recogidas morían literalmente en la calle, abandonadas por diversos motivos.

Una hermandad que nace de personas marginadas en una sociedad clasista en esa época, que se hospedan en un centro benéfico, el entorno más aporpiado para la figua de Jesús del Ecce-Homo, el Hijo de de Dios hecho hombre, y que es presentado al pueblo judío para que este elija entre Barrabás, un terrorista y Jesús de Nazaret. He aquí al hombre, y el populacho prefirió al violento que al hombre bueno, una persona que se había dedicado a predicar el amor a Dios, a rezar y a los hombres, a sanar a hombres y mujeres en cuerpo.

Si reflexionamos no hay que condenar a los judíos. Hoy seguimos condenando a muchos inocentes con el arma más dura y mortífera, la lengua. Ahora apoyada por la tecnología de las redes, que se atrave a difamar, insultar, injuriar, calumniar o juzgar sin ton ni son. Esta es una denuncia de Francisco nuestro Papa, conociendo y viendo cómo se hace daño muchas veces irreparable a la dignidad de la persona.

La figura del Ecce-Homo ejecutado por Montes de Oca refleja a una persona que mantiene su dignidad pero que está escarnecida, maltratada y humillada. En una palabra: marginada. Ya debería haber muerto después de la paliza tan terrible que había recibido... Probablemente la mayoría de nosotros en nuestro tiempo no hubiéramos resistido. Pero resistía, no se doblegaba. Es un espejo, es una representación, de todas las personas que hoy la sociedad margina o excluye y que Jesús en su tiempo acogía con amor, y consideraba sus preferidos. Su opción preferencial por los últimos, por los pobres, no sólo en lo económico.

Nosotros que nos consideramos cristianos y, por ello, que todos los hombres somos hermanos sin distinción de situación social, sexo, nacionalidad, religión o creencias... ¿Cómo es que seguimos permitiendo que cada vez haya más seres humanos, nuestros hermanos, marginados o excluidos?

Cuando contemplemos el paso de misterio de esta antigua y gaditana Archicofradía, pensemos que esa figura de Jesús representa a todos los seres humanos que sufren pobreza, abandono, soledad, migración, trata de seres humanos, miedo o violencia. Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo sigue estando en nuestras calles, quizás más que que hace más de 350 años cuando nació nuestra hermandad.

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