Sudáfrica ha gastado al menos 4.000 millones de euros para poder albergar el Mundial y confía en obtener unos ingresos al menos a la altura de sus inversiones. Lograr el equilibrio aquí, y en tiempos de crisis galopante, ya sería un éxito, aunque se calcula que el impacto global será de 10.000 millones de euros para los organizadores. Mucho más importante que el dinero, empero, resulta modernización del país y el beneficio social que el certamen tendrá para todo el continente negro.

La Copa del Mundo de fútbol, el evento deportivo más importante junto a los Juegos Olímpicos, seguido por un total de 26.000 millones de telespectadores repartidos por todo el planeta, genera cifras siderales en publicidad y derechos de televisión, guerras de marcas y un movimiento turístico enorme. Sudáfrica es el epicentro, aunque la influencia en los países de su entorno tampoco resulta ni mucho menos desechable.

Las 32 selecciones participantes obtendrán tajada, al ser parte de un escaparate publicitario inmejorable para sus futbolistas. Por eso, la selección española se puede permitir el lujo abonar 600.000 euros por barba en caso de que los chicos de Del Bosque se proclamen campeones. También sacarán inmensos réditos las casas de apuestas, volcadas con la cita universal.

Cristiano, Messi y Kaká son los hombres

Las grandes multinacionales del deporte como Nike, Adidas, Reebok o Puma luchan palmo a palmo en distintos mercados regionales y sueñan con que la vitrina del Mundial corone a una selección de su patrocinio. "La competición implica efectuar diferentes inversiones por parte de las marcas que vestirán a las distintas selecciones con el fin de obtener mayor popularidad y reconocimiento", explica un informe de la consultora Euroaméricas Sport Marketing. "Se busca aumentar el consumo de sus productos y de elevar las ventas de un modo exponencial", añade.

Un amplio sector de empresas se ha volcado al Mundial para hacer explotar sus ventas. Apelan a campañas publicitarias ligadas al torneo y a sus figuras en cada país, como se ve con Messi o Verón en Argentina, Kaká en Brasil o Cristiano Ronaldo en Portugal.

La consultora Grant Thornton confirma que Sudáfrica vivirá un boom' económico por el gran acontecimiento cuatrienal de la FIFA y recuerda que el inmenso negocio que el anterior evento supuso para la Federación alemana, que obtuvo unos ingresos de 135 millones, antes de impuestos.

"Hemos revisado las cifras después de la recesión mundial y de las principales fases de venta de entradas, y algunos de los datos obtenidos son muy esperanzadores", señala Gillian Saunders, uno de los responsables de la empresa que también hace auditorias a nivel mundial.

En el plano turístico, sus cálculos indican que unos 300.000 hinchas harán el desplazamiento a Sudáfrica, 150.000 menos de lo previsto inicialmente, según reconoció el ministerio de Turismo. "Los turistas extranjeros se quedarán una media de 18 días", estima el responsable, que coloca "el gasto medio por turista en 30.200 rands" (unos 3.000 euros).

Como cada gasto produce un efecto dominó, se confía en que el impacto económico bruto global ascienda al final a casi 10.000 millones de euros, de los cuales el 62% se ha generado gracias a los grandes trabajos ya realizados y el 38% se obtendrá a lo largo de este año. El turismo extranjero aportará el 16% de ese total.

En el plano laboral, el certamen ha creado 695.000 puestos de trabajo, la mayoría en el sector de la construcción, en un país con una tasa de desempleo del 24%. De ellos, 280.000 se mantendrán a lo largo de 2010 y 174.000 se darán como resultado de la actividad económica neta adicional del año, analiza Saunders, quien ve otros beneficios extras.

"Los estadios estarán llenos. La imagen de Sudáfrica y los certámenes similares que pueda organizar en el futuro han sido siempre el verdadero beneficio de albergar una competición de esta magnitud", estima.

Pese a las dudas previas, el presidente de la FIFA Joseph Blatter mantuvo su apuesta a rajatabla. Y los números previos ya son alentadores: los derechos de retransmisión del Mundial ascendieron a casi 900 millones de euros.

"Estamos cómodos. No diría que somos ricos pero logramos un buen resultado. Otorgar el Mundial a Sudáfrica fue una buena decisión económica y comercial", dijo Blatter. De todos modos, el mandamás de la FIFA pretende repartir la tarta para ayudar al continente más pobre del planeta con el proyecto 'Ganar en África con África', un programa al que han destinado cerca de 60 millones de euros. Se trata de cumplir "un importante compromiso frente a un continente que tanto ha dado al fútbol mundial".