POLÍTICA MUNICIPAL

El tortuoso camino de la remunicipalización en Cádiz

Los consistorios implicados recalcan que la recuperación está condicionada a la situación de las arcas, el pago de las nóminas y los vencimientos de los pliegos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Trasparencia al cubo, la misma que se le presupone a una administración pública pero que no era tan evidente como parecía. Eso es lo que la sociedad le pide a sus dirigentes políticos. Y, con esa carta de presentación, muchas formaciones políticas se auparon al sillón de la Alcaldía de los ayuntamientos de la provincia, con la principal baza de recuperar esa transparencia aparentemente perdida. Y ese regreso de la confianza ciudadana parece pasar por rescatar lo que hasta ahora estaba cedido al interés privado: los servicios municipales. Sin embargo, en esta vida querer no siempre es poder porque, si en su día fue bien fácil entregar a empresas privadas la gestión de los servicios públicos, revertir el proceso ahora en una remunicipalización no es nada sencillo.

Lo saben bien los nuevos gestores municipales, empeñados en cumplir sus promesas electorales mientras que intentan que la palabra dada no se convierta en un perjuicio para las arcas municipales. Actualmente, consistorios como el de Cádiz, Chiclana o El Puerto, estudian rescatar determinados servicios. Para todas estas administraciones el camino es tortuoso y sigue una premisa esencial que bien resume el alcalde socialista de Chiclana, José María Román: «Trabajamos con la mayor prudencia». Tanto es así que para cumplir su programa y su pacto de gobernabilidad con IU no ha dudado en crear una mesa de municipalización en la que se van tratando los avances al respecto. Por su parte, el Ayuntamiento de Cádiz de Podemos también intenta rescatar servicios, aunque ya se ha encontrado la primera traba: la situación de arcas municipales. Por ello, circunscriben cualquier avance en la materia a la auditoría interna que estén realizando. Por último, en el Consistorio de El Puerto (PSOE y Levantemos El Puerto) estudian cómo recuperar la gestión de la empresa municipal de aguas, Apemsa.

Se da la circunstancia obvia que en todos los casos se intenta rescatar lo que en el pasado fue propio y que se cedió con un claro fundamento. O al menos así lo ve Román: «Existe una realidad fundamental, aunque muchos intenten negarlo, las grandes contratas eran auténticas bolsas de tesorería». En este sentido, los servicios municipales normalmente están en manos de grandes multinacionales que resisten sin grandes apuros los retrasos del pago de los Ayuntamiento. Sin ir más lejos, el alcalde chiclanero se ha encontrado que a la empresa de limpieza y jardines «se le deben 11 millones de euros». Pero una realidad cambió cuando el Gobierno central estableció la obligación de pago en 30 días. Y en esta nueva situación, las contratas perdieron, en gran medida, su atractivo de ‘financiación’. Por contra, ahora les resultan «caras» a los Ayuntamientos.

Sin embargo, no es fácil rescatar lo que era suyo. De entrada, pretender hacerlo antes de que venzan los contratos implican «indemnizaciones a abonar al contratista», como explican desde ACAL, abogados y consultores de la administración local. Por ello, tanto en Cádiz como en Chiclana lo tienen claro, no se rescatarán los servicios hasta que no vayan cumpliendo los pliegos. Como reconocen fuentes del Ayuntamiento de Cádiz, una vez se audite la situación de las empresas municipales, tienen que darse tres principios claves:  «Primero, que la concesión esté a punto de acabar para que el rescate no cueste dinero; segundo, que la plantilla sea capaz de asumir el trabajo y tercero, que la remunicipalización sea beneficiosa para la ciudad». «No se va a acudir a fórmulas de rescate sino que se hará de forma progresiva conforme los pliegos vayan concluyendo», reconoce Román.

Limpieza viaria y de edificios municipales, recogida de basuras, mantenimiento urbano, jardinería son algunos de los servicios que ahora están gestionados por empresas externas y que podrían recuperarse. Solo en Chiclana su alcalde reconoce que el Ayuntamiento tiene contratos con contratas por valor de 25 millones de euros. Tanto en el caso de Cádiz como en el de Chiclana se quiere recurrir a las empresas municipales para el rescate y gestión de servicios. Incluso el alcalde de Cádiz, José María González, ya dejó claro que le gustaría la creación de cooperativas de gaditanos que pasaran a gestionar esos servicios. Román tiene claro que la gestión municipal hará que «los beneficios se queden en la ciudad» y se «generen puestos de trabajo». Ya que su idea es  que el superávit que genere la gestión directa vaya a parar a «mejoras del servicio y contratación de personal». 

Sin embargo, para que estas circunstancias se den, las cuentas deben cuadrar. «Nada se hará sin la garantía de que haya tesorería para pagar las nóminas de los trabajadores», reconoce Román. Porque tanto en Cádiz, como en Chiclana o El Puerto, al momento de recuperar el servicio los empleados son competencia directa del Consistorio. Por ello, el alcalde de Chiclana también tiene claro que, además de la tesorería, al rescatar el servicio es importante «la paz laboral», por se seguirá bien de cerca los convenios colectivos de los servicios ahora subcontratados. Lo cierto es que tanto en Cádiz como en Chiclana tienen claro que las prisas son malas consejeras por lo que la esperada promesa electoral bien tendrá que esperar lo que haga falta.

De hecho, aunque Román anuncia una recuperación de servicios «progresiva» no descarta incluso que «aunque haya contratos vencidos, la recuperación vaya a ser mañana». Con todo, también se muestra decidido a que, en estos cuatro años de mandato, sea «bastante probable» y viable el rescate de la mayor parte de los servicios ahora en manos de multinacionales. El tiempo y los números dirán.

Ver los comentarios