Una tarde para perderse bajo las setas

Uno de los lugares más ideales para pasar una tarde en Sevilla se encuentra en pleno centro, en la Plaza de la Encarnación. En 2011 se inauguró un monumento que, aunque se oficialmente se llama Metrosol Parasol, si preguntas a algún lugareño por él no te sabrá responder a ciencia cierta de qué se trata. Con la afición del sevillano a cambiar los nombres de las cosas (casi siempre con algo de guasa y buen humor), aquí todo el mundo lo conoce de la misma manera: Las Setas.

Bajo la setas, sobre las setas

Lo cierto es que en esta plaza se puede hacer prácticamente de todo, y se ha convertido en uno de los centros neurálgicos de la ciudad. Lo ideal es pasarse el comienzo de la tarde en alguna de las cafeterías de los alrededores, disfrutando del sol y observando a la gente que la transita. Después mi recomendación personal es subir a Las Setas, pues dispone de un ascensor que te lleva a un paseo dispuesto en la parte superior, que hace un breve recorrido desde el que se puede tener una perspectiva de 360 grados de la ciudad.

Aquí uno tiene que quedarse para ver el atardecer, una experiencia inolvidable.

Uno también puede optar por tomarse aquí una primera copa, ya que en una de sus terrazas hay un bar con unas vistas envidiables. Y después uno puede continuar ya en el suelo, pues alrededor de Las Setas, debido a la gran cantidad de gente que congrega, han proliferado un buen número de bares donde tomar unas cervezas, unos vinos, y unas tapas.

De hecho, no sólo se puede pasar la tarde aquí, ya que Las Setas albergan otros dos tesoros para quienes quieran aprovechar también las mañanas. Por un lado un maravilloso mercado de abastos (de hecho la idea original era precisamente crear un mercado de abastos) con productos frescos y de gran calidad, entre ellos productos típicamente sevillanos, como el jamón o el chorizo ibéricos. Y el otro tesoro escondido (escondido y bien escondido) apareció nada más comenzar las obras, ya que en el subsuelo aparecieron antiguos restos romanos que ahora se han convertido en un maravilloso museo.

Las Setas son sin duda un lugar singular que reúne a una enorme cantidad de gente a su alrededor. Se hecho, se trata de la estructura de madera más grande del mundo, con unas dimensiones de 150 x 170 metros. Pasarse una tarde a su alrededor es una maravilla, y además, si tienes suerte, podrás disfrutar de alguno de los múltiples eventos que se suelen organizar a su sombra.