Toledo
El homenaje más destacado a la inmortal novela «El Quijote» comenzará en Toledo en el mes de marzo, en el Museo de Santa Cruz, que albergará una novedosa y gran exposición sobre la «Moda en el Siglo de Oro». Servirá para hacer un repaso a diferentes aspectos de la indumentaria de aquella época a través de la pintura y la escultura. También se podrán contemplar los complementos, la cosmética o los tipos de tejidos y tintes que se utilizaban en áquel tiempo. Muchas de las piezas y objetos llegarán a la capital regional provenientes de piezas museísticas de España y de otros puntos de Europa, cedidos para enriquecer esta gran exposición.
Por su parte, la localidad de El Toboso acapara la atención de esta efeméride ya que la segunda parte de «El Quijote» nos acerca a la figura de Dulcinea, que vivió en una casa que habitaron los hidalgos y labradores ricos de La Mancha y que perteneció a la familia de Ana Zarco Morales y Villaseñor, toboseña en quién se inspiró Cervantes para crear a Dulcinea, Dulce Ana. Antes de llegar a esta casa, el visitante podrá contemplar en la plaza Mayor el monumento que el pueblo dedicó a Dulcinea y su enamorado Don Quijote. También en este lugar se puede visitar el Museo Cervantino, un edificio del siglo XVI y que alberga 200 ediciones de El Quijote, en diferentes lenguas, sesenta idiomas y con las más variopintas dedicatorias firmadas por diferentes personajes del mundo de la cultura y política.
Si hay una localidad toledana referente en la inmortal novela de Miguel de Cervantes esa es Esquivias, un municipio que no se puede dejar de visitar durante este IV Centenario de la publicación de la segunda parte de «El Quijote». La Casa Cervantes perteneció al hidalgo Don Alonso Quijada de Salazar, miembro de la familia de los Quijada, ricos terratenientes esquivianos. Gran número de biógrafos cervantinos consideran que este hidalgo fue en quien se inspiró Cervantes para la creación del famoso personaje «Don Quijote de la Mancha». Don Alonso Quijada era pariente de Catalina de Palacios, mujer de Cervantes, y cedió parte de esta casa para que viviera el matrimonio. En la obra han quedado plasmado personajes que tuvieron su origen en personas reales que vivieron durante el tiempo que Cervantes pasó en Esquivias. El museo exhibe ediciones del libro, documentos del siglo XVI y piezas únicas de la época.