Cinco destinos perfectos para observar aves en Extremadura

Monfragüe

Cualquier época del año permite observar las especies características que alberga el Parque Nacional de Monfragüe, apuntan desde el Club Birding in Extremadura, iniciativa impulsada por la Dirección General de Turismo de la comunidad autónoma. Sin embargo, la primavera supone la mejor época del año para realizar esta actividad. Aunque en otoño e invierno se incorporan especies no reproductoras en la zona como el cormorán grande, la grulla común, el acentor común, el picogordo... Si tiene pensado acudir en al espacio natural durante los meses de julio y agosto aproveche las primeras y últimas horas del día, que son menos calurosas.

Desde SEO/BirdLife Extremadura recomiendan no solo visitar el Parque Nacional de Monfragüe, sino también todo el entorno de dehesas, que se extienden por una superficie cercana a las 100.000 hectáreas y cuya área ha sido protegida como Zona de Especial Protección para las Aves de la Red Natura 2000 y Reserva de la Biosfera, puntualiza Marcelino Cardalliaguet, delegado de la organización en la región.

Monfragüe destaca por sus poblaciones de rapaces; de hecho, acoge la mayor población de buitre negro de Europa. Pero también se puede observar poblaciones de «el cada vez más escaso milano real y del águila imperial ibérica (rapaz endémica de la península Ibérica)», indica Cardalliaguet.

La zona goza de una gran proyección turística, por lo que cuenta con numerosas facilidades para la visita y el alojamiento.

Rutas, talleres, concursos de fotografía

El Parque Nacional de Monfragüe se convertirá un año más en el punto de encuentro para los profesionales y aficionados a la naturaleza con motivo de la undécima edición de la Feria Internacional de Turismo Ornitológico (FIO), que organiza la Junta de Extremadura y que tendrá lugar del 11 al 13 de marzo.

Quienes acudan a FIO podrán participar en jornadas técnicas, rutas guiadas o talleres, pero también se podrán dejar asesorar por empresas especializadas, instituciones y asociaciones sobre turismo de naturaleza y ornitología.

La Serena

La Serena y la Campiña Sur ocupan todo el cuadrante suroriental de la provincia de Badajoz y constituyen la mejor zona para aves esteparias de Badajoz: hablamos de «extensas llanuras de ovejas y cereales de secano, donde aún abundan avutardas, sisones, gangas y ortegas», entre otras especies, comenta el delegado en Extremadura de SEO.

Desde el Club Birding in Extremadura sugieren una ruta (por asfalto y tierra firme), de unos 70 kilómetros para realizar con vehículo que comienza en la localidad de Campanario y culmina en la de Castuera. A lo largo de la misma hay siete puntos de observación de aves. El primero, sin ir más lejos, se sitúa en el río Guadalefra, donde se pueden contemplar ejemplares de ánade real, chorlitejo chico o andarríos grande. Y otro de ellos, casi llegando al final del recorrido, se encuentra en el límite forestal de la sierra de Tiros, dejando atrás el asfalto y adentrándose por la pista forestal que discurre paralela a la vía del tren. Estos encinares y alcornocales albergan especies como milano negro, ratonero común o aguililla calzada.

Plasencia

Puede sorprender, apunta Cardalliaguet, «pero lo cierto es que una buena parte de las principales ciudades y pueblos de Extremadura tienen poblaciones de aves en su interior y entorno inmediato».

Es el caso de Plasencia, por ejemplo, donde el tramo urbano que posee sobre el río Jerte facilita la observación de muchas aves acuáticas y forestales, entre ellas garzas, oropéndolas, milanos, anátidas, etc. También pueden contemplarse cernícalos y cigüeñas en su casco histórico, junto con vencejos pálidos, aseguran desde SEO.

Mérida

Otro caso significativo es el de Mérida, con su peatonal Puente Romano. En los puentes que atraviesan el río Guadiana nidifican el vencejo común, pálido y real, explican desde el Club Birding Extremadura.

Aguas abajo de Mérida, el Guadiana se remansa en el pequeño embalse de Montijo, muy cerca de la desembocadura del río Aljucen, formando grandes extensiones de eneas y carrizos, puntualizan. Allí se pueden observar ejemplares de garza imperial, águila pescadora, cormorán grande o zarcero bereber. Esta última pequeña ave es una de las más singulares, dado que suele pasar inadvertida por su aspecto y canto similar al de otras especies. En Extremadura, además, su zona de distribución es marginal y «solo se ha empezado a conocer en los últimos años».

Sierras del norte de Cáceres

Las sierras del norte de Cáceres (Sierra de Gata, Las Hurdes y Gredos) son lugares excepcionales para la visita ornitológica, dado que conservan algunas de las mejores masas forestales de Extremadura y también collados y áreas de alta montaña. Entre las aves forestales destacan los pájaros carpinteros (con las mayores poblaciones de pico menor de la región), rapaces como azor, abejero europeo, alcotán o buitre negro. Y es abundante la presencia de cigüeña negra en los valles con arroyos de montaña de aguas limpias, donde también se deja ver el mirlo acuático y la lavandera cascadeña, explica Cardalliaguet

Pare en el pueblo de al lado

El delegado en Extremadura de SEO aprovecha la ocasión para recordar que el turismo ornitológico sostenible se basa, fundamentalmente, en dos premisas:

1) Respetar siempre la naturaleza y asegurarse de que las empresas y alojamientos que se contratan son igual de cuidadosos con el medio ambiente.

2) Procurar beneficiar a la población local, para que note la importancia de este tipo de turismo. «Es muy fácil: acordarse de parar en el pueblo de al lado a tomar un refresco en el bar o a comprar algún producto típico o una artesanía».