El Museo Nacional de Escultura presenta a la prensa la llegada del paso procesional Camino del Calvario, obra del escultor Gregorio Fernández
El Museo Nacional de Escultura presenta a la prensa la llegada del paso procesional Camino del Calvario, obra del escultor Gregorio Fernández - HERAS
SEMANA SANTA

Arte y fe toman las calles de Valladolid

Tallas de enorme valor y calidad danzan durante la Pasión por la ciudad, convirtiéndola en estos días en un verdadero museo al aire libre

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Es la «señora» de la Semana Santa vallisoletana. Su rostro policromado habla más que algunos pasajes sobre la Pasión de Cristo. Su paso es firme, acompañado de un silencio sepulcral roto solo por el sonido de unas cornetas, y el Martes Santo es el centro de todas las miradas a orillas del Pisuerga como una de las protagonistas del emotivo «encuentro» con su hijo. La Virgen de las Angustias es uno de los ejemplos que ponen de relieve el gran valor que la calidad de las tallas adquiere en la Pasión en esta ciudad, donde las mejores gubias de todos los tiempos ponen firma a unas impresionantes esculturas que, en procesión, encogen las almas de los fieles.

La Virgen de las Angustias
La Virgen de las Angustias - F. HERAS

Siempre se ha dicho que ir a Valladolid en Semana Santa es una oportunidad para visitar a cualquier hora en cualquier esquina un museo al aire libre.

Y es que la referida imagen Nuestra Señora de las Angustias no es una excepción de las piezas de exposición que durante el resto año duermen en templos o en el Museo Nacional de Escultura -ubicado en la ciudad- y que en estos días «bailan» por las calles. La Fiesta es aquí de Interés Turístico Internacional y buena parte de ese renombre se lo debe al de imagineros como Juan de Juni o Gregorio Fernández y su grandeza para representar la Pasión de Cristo. También responsables son la fe y el fervor que trasladan más 13.000 cofrades y el respeto, sobriedad y tradición presentes en cada detalle, incluso en la imponente retirada de los pasos a sus templos, donde se recogen a ritmo de la marcha Real o del himno nacional.

Desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección decenas de procesiones brindan la oportunidad de acercarse a la particularidad de la Pasión vallisolatena, que para los más pequeños empieza, como no podría ser de otra forma, con «La Borriquilla». El domingo de Ramos, las palmas -en manos de fieles en miniatura- inundan la ciudad para acompañar al que es el único paso de cartón piedra. Un menor nivel del material no impide que sea uno de los más populares.

La Procesión General del Viernes Santo a su paso por la Plaza Mayor
La Procesión General del Viernes Santo a su paso por la Plaza Mayor

La Pasión sigue el lunes con el Rosario del Dolor; el martes es el citado Encuentro entre la Virgen de las Angustias y el Cristo camino del Calvario frente a la fachada renacentista del Palacio de Santa Cruz, cuya plaza está cada año a rebosar; y el miércoles es el turno del Vía Crucis de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno recorre las catorce estaciones de penitencia con tallas del siglo XVII.

El Jueves Santo es una de las principales jornadas de la Pasión en Valladolid y, sobre todo, la más concurrida por las múltiples procesiones que se suceden hasta bien entrada la madrugada. Sólo por la tarde parten las de Penitencia y Caridad, la Sagrada Cena, la Virgen de la Amargura y Oración y Sacrificio. Al salir la luna algunas confluyen o se cruzan en cuestión de centímetros. Además, en esta larga noche una de la más bellas imágenes es la de los pasos entrando y saliendo de la Catedral.

Las calles del casco histórico de Valladolid albergan la Procesión General
Las calles del casco histórico de Valladolid albergan la Procesión General - EFE/R. GARCIA.

La tradición no exime de variedad. El Viernes Santo la estampa es muy diferente sobre las calles de Valladolid, en las que desde primera hora resuenan las pisadas de caballos. Son aquellos que llevan en sus lomos a una decena de cofrades que se encargan de pregonar que a mediodía tendrá lugar el Sermón de las Siete Palabras en la Plaza Mayor. Un ágora abarrotada que hace las veces de Catedral improvisada al aire libre.

Para quienes quieran no perderse detalle y no hayan podido acudir a los distintos actos procesionales de las diferentes cofradías, todas ellas comparten desfile el Viernes Santo por la tarde con la Procesión General, que narra la Pasión de Cristo a través de más de una treintena de pasos. Media hora después de finalizada la Salve Solemne con la que se cierra, saldrá de la Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias la Procesión de la Soledad, ya en la madrugada del Sábado Santo, día en el que también se celebra el ofrecimiento de los Dolores de Valladolid a la Santísima Virgen o la vigilia pascual desde las once de la noche en la Catedral.

Los actos del Domingo de Resurrección ponen el broche final a la Semana Santa en Valladolid.

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