Diez escapadas de última hora para un San Valentín perfecto

Lugares con encanto para desconectar en pareja y celebrar el Día de los Enamorados

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hay momentos en la vida en los que merece la pena desconectar y disfrutar en pareja de lugares únicos tanto dentro como fuera de España. Pequeñas ciudades, enclaves naturales únicos o grandes urbes para viajar con San Valentín como excusa.

12345678910
  1. Teruel, la ciudad del amor

    Teruel está considerada como una de las diez ciudades más románticas de Europa gracias a un patrimonio artístico-cultural y a la legendaria historia de los Amantes de Teruel.

    Son muchas las parejas que optan por pasear por sus calles y contemplar la mejor arquitectura mudéjar en las Torres o la techumbre de la Catedral, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y visitar el Mausoleo de los Amantes -Diego e Isabel, protagonistas de la más bella historia de amor jamás contada-. Y es que Teruel envuelve al visitante en una atmósfera de misterio propia de los siglos XI y XII, que otorga a la ciudad un romanticismo digno de disfrutar el 14 de febrero.

    Las Bodas de Isabel de Segura, fiesta de Interés Turístico Nacional, se celebra este año del 20 al 23 de febrero.

    Para aquellos que les guste el mundo animal nada mejor que visitar Dinópolis para descubrir cómo era Teruel hace 150 millones de años y ver a tamaño natural los dinosaurios que poblaban esta provincia.

  2. El Monasterio de Piedra

    Catalogado como Paraje Pintoresco Nacional, Monumento Nacional y como Conjunto de Interés Cultural, el Monasterio de Piedra , en la provincia de Zaragoza, es uno de los parajes más espectaculares de España y Europa.

    Entre las posibilidades que ofrece el complejo para los enamorados, destaca el Parque de inspiración romántica, un entorno paisajístico insólito sorteado por cascadas, grutas, lagos y bosques que parecen sacados de un cuadro del mismísimo Claude Monet.

    Otra de las opciones posibles dentro de esta experiencia única para los sentidos, es viajar atrás en el tiempo al adentrarse en los pasillos abovedados y la escalinata renacentista del Hotel, situado en el antiguo Monasterio Cisterciense del siglo XIII, declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, al tiempo que se degusta la gastronomía de la región en el restaurante Reyes de Aragón o se disfruta de una sesión de relajación reconfortante en el SPA.

  3. Escapada al interior de Valencia

    En la provincia de Castellón, en la falda de una colina en la confluencia de los ríos Carbo y Mayor, se asienta Villahermosa del Río. Una opción es celebrar San Valentín con una escapada romántica a esta localidad de apenas 500 vecinos perteneciente a la comarca del Alto Míjares, unos bellos escenarios que lindan prácticamente con la provincia de Teruel.

    Para alojarse una acogedora casa rural, que se ubica dentro del Parque Natural de Peñagolosa. La masía está rodeada de naturaleza, con capacidad para 15 personas, en la que además de sus acogedoras habitaciones, tiene zonas comunes con un salón con chimenea, amplia cocina y salas destinadas a diversas actividades. Se puede alquilar por habitaciones, por lo que es también un lugar ideal para unos relajantes días con la pareja.

    En las afueras se pueden hacer excursiones a parajes de gran belleza, como el nacimiento del río Carbó.

  4. En la naturaleza soriana

    Cañón de río Lobos
    Cañón de río Lobos

    En la comunidad castellano-leonesa, en la provincia de Soria, en concreto en la localidad de Ucero y entre los bellos escenarios de la comarca de Pinares se encuentra el Balcón del Cañón, un atractivo complejo destinado al turismo rural.

    Este alojamiento se halla rodeado por un entorno natural muy privilegiado, ya que se sitúa a las puertas del Parque Natural del Cañón de río Lobos, el cual conforma uno de los paisajes más majestuosos e impactantes de nuestro país. En la zona, las aguas del río Lobos pasan encajonadas entre paredes rocosas de una gran altitud, que el tiempo y la erosión han esculpido de manera caprichosa, formando unos escenarios realmente espectaculares y bellos.

    En cuanto al complejo, lo forman dos casas independientes de 4 plazas cada una, ambas con hidromasaje en el baño, más un pequeño hostal de montaña que ofrece 6 habitaciones dobles con baño.

    El Balcón del Cañón cuenta asimismo con un estupendo restaurante que presenta una carta formada por platos de la cocina local, con especialidades como el bacalao a la brasa o las croquetas de jamón ibérico.

  5. En Cáceres, como un marqués del siglo XVII

    El plan perfecto para muchas parejas es sin duda refugiarse en un acogedor hotel y dejarse llevar por el paso del tiempo. Una buena opción es el Hospes Palacio de Arenales & Spa, un antiguo palacio de verano de la nobleza pacense del siglo XVII situado a tan sólo a 10 minutos del casco histórico de Cáceres, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986.

    Este alojamiento de cinco estrellas, en un espectacular entorno natural rodeado de cientos de olivos centenarios y coronado por sus 81 nidos de cigüeñas, cuenta con un moderno spa compuesto por piscina con cascada, duchas bitérmicas, jacuzzi, sauna, hamman, pediluvio y baño de hielo; un detalle que lo convierte en una opción irresistible para disfrutar de San Valentín. Como broche final, se servirán una botella de cava en la habitación.

  6. Asturias, un viaje en el tiempo

    Pensando en las parejas que buscan un destino original nada mejor que viajar hasta Asturias que esconde con celo el secreto de Teixois, una aldea mágica donde el agua inunda de sonido sus calles. A tan solo 4 km de la villa de Taramundi -fronteriza con Galicia- Teixois, antes abandonada y hoy recuperada como conjunto etnográfico muestra al visitante la arquitectura tradicional de sus casas y construcciones auxiliares además de un importante conjunto de ingenios hidráulicos. Mazo, rueda de afilar, una pequeña central eléctrica, molino hidráulico y un batán, todas ellas en funcionamiento, muestran como nuestros antepasados utilizaron la fuerza del agua de manera controlada como energía capaz de mover diferentes ingenios utilizados en el día a día.

    La restauración integral de este complejo se inició en 1989. Desde entonces, los trabajos de rehabilitación se han sucedido, en lo que constituye un ejemplo de recuperación histórica vinculada al mundo de las manufacturas y la etnografía en Asturias. Los valores del poblado han llevado a su declaración como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico.

    Para disfrutar de un agradable jornada el lugar dispone de una taberna tradicional y un merendero en el que se ofrece la posibilidad de degustar una buena comida casera.

    Para pasar la noche en un entorno romántico, las Casas Rurales en Taramundi son ideales para pasar unos días de descanso en un alojamiento totalmente integrado en el medio natural pero con todas las comodidades.

  7. La magia de Lanzarote

    Lanzarote es, dentro de las Canarias, una de las islas que más turistas recibe fuera de temporada. Y es que viajar a Lanzarote es hacerlo a un lugar especial, donde la magia de sus playas se entremezcla con un paisaje que parece sacado de un escenario lunar. Los turistas pueden recorrer sus playas de aguas cristalinas y arena blanca o las típicas negras de la isla canaria; recorrer los paisajes de viñas que crecen sobre tierra volcánica o hacer una excursión hasta terrenos arrasados por la lava del Timalfaya y como no pasear en camello.

    Desde Playa Papagayo hasta el espectacular Mirador del Río o los Jameos del Agua -unas de las cuevas y tubos volcánicos más interesantes del mundo-, pasando por el Parque Nacional de Timanfaya -conjunto de volcanes que aún expulsan calor- el visitante descubrirá un paisaje creado por la unión y la fuerza de la lava y el mar junto a paradisíacas playas del litoral que conforman el particular y único paisaje de la isla canaria.

  8. París, la ciudad del amor

    Hablar de París es recordar sus luces, la arquitectura y el arte, y no solo en el interior de los museos sino en sus calles, plazas y cafés. Febrero es, sin duda, un buen mes para visitar la ciudad y disfrutar de una escapada romántica visitando los monumentos más famosos y admirados del planeta: la Torre Eiffel, Notre Dame, la Avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, el ex Hospital de Los Inválidos, el Panteón, el Arco de la Defensa, la Ópera Garnier o el barrio de Montmartre, cuna de los impresionistas de la bohemia parisina del siglo XIX, con la Basílica del Sacré Cœur.

    Para aquellos que disfruten del arte en todas sus vertientes, París les encandilará. La capital de Francia cuenta con más de 150 museos entre los que destacan el Museo de Orsay, el Pompidou y por su puesto el Louvre, el museo más visitado del mundo, que guarda entre sus muros joyas como La Gioconda de Leonardo da Vinci, Las Bodas de Caná de Veronés o La Venus de Milo de la Antigua Grecia.

  9. Verona (Italia)

    Si hay una historia de amor que nunca muere esa es la tragedia de William Shakespeare «Romeo y Juliata» es por eso que la ciudad italiana de Verona es uno de los escenarios más habituales para los enamorados que acuden a la casa de Julieta, -un palacio señorial de origen medieval-, donde según la tradición popular, mezclando realidad y fantasía, se sitúa la casa de la protagonista de la famosa obra.

    Este prominente balcón, que pudiera estar ligado a Julieta está adosado a una casa humilde del s. XIII -supuestamente un burdel en el pasado- y hoy aparece lleno de pintadas amorosas. La entrada al patio de la casa de Julieta es gratis, pero se cobra por asomarse al balcón.

    Para obtener una impresión más relajada de la ciudad que vio nacer a los desventurados amantes de Shakespeare, conviene subir a la torre de Lamberti, bajo la cual se despliegan callejones, al antiguo anfiteatro y los puentes y meandros del río Adigio: puro romanticismo.

  10. Esquiar en Baqueira y terminar en un spa

    En el Pirineo catalán, la estación de Baqueira Beret es una de las más codiciadas de Europa. La estación cuenta con un glamour especial, gracias a los ilustres esquiadores que habitualmente la frecuentan. Su entorno, el Valle de Arán, satisface al viajero más exigente, con su mezcla de entorno natural y patrimonio artístico y cultural de primer orden.

    Para celebrar este San Valentín, un regalo perfecto es alojarse en el hotel Val de Neu, un cinco estrellas Gran Lujo que ofrece un servicio de traslado de material de esquí para que el huésped se despreocupe de todo: se encargan del arreglo y puesta a punto del equipamiento y de llevarlo desde el hotel hasta el guardaesquís anexo al telecabina. Además, cuentan con un servicio de acompañamiento por pista con un guía especializado o, en caso de hospedarse en una de las suites, ponen a disposición del cliente sin coste adicional un Audi de alta gama para recorrer el Valle de Arán libremente. El kit de bienvenida incluye una botella de cava y una muestra gastronómica y si además reservas alguna de las habitaciones superiores, el servicio de mayordomía se encargará de abrir y colocar el equipaje.

Ver los comentarios