El pulso del planeta

Éxtasis floral en Córdoba

La primera edición del Festival Internacional de las Flores desborda las previsiones con más de 80.000 visitas a edificios decorados con composiciones vegetales

«Duende», la escultura floral instalada en el patio de la Posada del Potro, en Córdoba VALERIO MERINO

RAFAEL A. AGUILAR

El poeta Pablo García Baena , Príncipe de Asturias de las Letras, escribió sobre Córdoba que «no había más belleza en este mundo». Si sus palabras se convierten en un lugar común cuando el sitio en el que él nació pone un pie en el mes de mayo, sucede que resuenan como una verdad aún más absoluta en este caluroso arranque del otoño. Cada quinto mes del año Córdoba le rinde tributo con el certamen municipal de los Patios, reconocido por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2012, a las raíces de una forma de vida sencilla en la que en los espacios domésticos abiertos se obraba, y se obra, el milagro de convertir la sencillez y hasta la pobreza en gusto estético y en un modelo de convivencia donde la solidaridad entre gente humilde se imponía, y se impone, a la escasez de lo básico: ahora, en pleno octubre, las flores han vuelto a convertirse en un elemento fundamental de la ciudad .

Una cadena de hoteles china de nombre Zaizai ha puesto en marcha junto al Ayuntamiento de Córdoba un certamen que está superando todas las expectativas de visitas -ochenta mil en su primer fin de semana- y que lleva por título «Flora. International Flower Festival». Ocho edificios históricos del Consistorio y de la Junta de Andalucía -el Palacio de Orive, la cervantina y flamenca Posada del Potro, la sede de la Delegación de Turismo, la casa natal del duque de Rivas, el Archivo Municipal y los museos Arqueológico y Taurino- además de la Fundación Antonio Gala acogen hasta el próximo domingo composiciones vegetales de vanguardia ideadas por artistas de fama mundial. El centro de todas las miradas es «Duende» , la creación ganadora de un matrimonio estadounidense formado por Natasha Lisitsa y Daniel Schultz que ha trabajado, por ejemplo, en el exorno del San Francisco Museum of Modern Art y que en el corral del Centro de Flamenco Fosforito ha colocado un juego de flores que simula con acierto a una bailarina con bata de cola en pleno éxtasis artístico. Las esperas para entrar en el inmueble que sirvió de inspiración al autor de «El Quijote» han sido notables el pasado fin de semana.

Pero hay más: la firma británica In Water Flowers, que en 2016 deslumbró en Londres con la recreación de un cuadro en la National Gallery con veintiséis mil flores, ha procesado de un modo muy sugerente la tradición romana e islámica de los patios cordobeses para proponerles a los visitantes a la casa de la céntrica calle Rey Heredia un juego de espejos verticales en el que la vegetación superpuesta se asemeja a un ave del paraíso que ha dejado en su huida un rastro de plumas que es suficiente para hacerse una idea de la belleza que encierra una ciudad impar.

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