Los nuevos concursantes de «¿Quién quiere casarse con mi hijo?» (y sus madres)
El hijo de una vidente, un modelo superficial, un friki de los ovnis, un triunfador acosado y un romántico supersensible
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12345David, «empanao» hijo de vidente
David tiene 36 años pero, hasta ahora, el amor le ha sido esquivo. «Busco para él una mujer cargada de energía positiva, pero cuidado con engañarme porque soy vidente», avisa su madre. El pretendiente reflexiona así sobre su punto fuerte: «Lo que puede atraer a una mujer de mí son mis ojos». «A veces se queda empanao», confiesa su madre, que se define como «alegre, honesta y muy abierta a la gente». ¿Y cómo es David? «Reservado, prudente y amigo de sus amigos».
El modelo Markus: «solo gente guapa»
Daniel, 25 años, es modelo y, en la pasarela, todos le conocen como Markus. «Me dijeron que tenía cara de rumano», explica él para justificar su alias. A su madre le gustaría que su novia fuese «una chica familiar, que no fume y religiosa», pero él lo tiene muy claro: «Lo que me llama la atención de una mujer es el físico». Y avisa: «En Facebook solo acepto gente guapa». Parece poco probable que suscriba que la belleza está en el exterior...
Diego, friki de los ovnis y ABBA
«La gente, cuando ve mis cortos, dice: 'He perdido 17 minutos de mi vida, pero qué clase de basura me has obligado a ver'». Diego quiere ser director de cine y da la impresión de que las dotes comerciales no son su fuerte. Sus películas, dice su madre, son raras, tanto como sus gustos: buscar ovnis y escuchar canciones de ABBA. A la hora de buscar novia, Diego tiene claro cuáles son sus exigencias: «Mi mujer ideal tiene que ser también mi musa». Y avisa: a su musa no debería importarle desnudarse ante la cámara...
Rafael, un triunfador perseguido por las mujeres
El dinero es un arma de filo para Rafael: le permite llevar un lujoso tren de vida, pero atrae a cierto tipo de chicas que no gustan un pelo a su madre. «Rafael tiene sólo un defecto, que es millonario y las chicas le quieren sólo por lo que tiene», lamenta ella. «Mi hijo nadie me lo toca», avisa. Gerente de varias empresas con solo 21 años, no se anda por las ramas: «Vamos a decir que soy un triunfador». Busca una chica a la que le guste viajar. «Y que tenga carácter, que yo tengo mucho». Y presume de invención capilar: el tupé con coleta y pinza para el pelo.
Sandro, ultrasensible con dentadura perfecta
Cuenta la madre de Sandro que es «guapo, deportista, educado» y que «le gustaría a cualquier chica», pero a este pretendiente «le gustan los hombres muy masculinos y con una bonita sonrisa». Los dientes son tan importantes para él que los limpia cuatro veces al día. Pero a este diseñador de interiores, que actualmente trabaja como monitor de gimnasio, lo que realmente le importa es el corazón. «Mi vida se rige por los sentimientos», asegura. «Busco un chico romántico, porque yo no soy calclulador ni frío». Y evoca un deseo en voz alta: «que me secuestrara un día y nos fuéramos en un viaje en avión».
