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Mira en el video un «gameplay» del juego - J.M.S.
ANÁLISIS

«Lego Star Wars: El Despertar de la Fuerza»: más dosis de diversión para una pequeña evolución

La nueva entrega de la saga, que se inspira en el el capítulo VII de la aventura galática, introduce varias mecánicas diferenciales pero mantiene su fórmula que corre el riesgo de agotarse

MADRID Actualizado: Guardar
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La unión de los videojuegos y los juguetes reales supone una conexión que logra un divertimento aún mayor. Al apelar a los sentimientos se consigue, por un lado, atrapar al indulgente y, por otro, ser garantía de éxito. Con «Lego Star Wars: El Despertar de la Fuerza» se inaugura esta simbiosis estilística pese a no romper con lo establecido.

La evolución de la serie que representa los juguetes ha sido demasiado continuista que comienza a dar signos de agotamiento. El gran aliciente era la temática, fuese Batman, El Señor de los Anillos, los superhéroes de Marvel o los Vengadores. La Guerra de las Galaxias tuvo su momento, hace varios años. Con la llegada del Capítulo VII, que ha supuesto el reinicio en la gran pantalla, se ha operado a corazón abierto.

El título trata de asentarse en la filosofía de un diseño fácil de dominar y de jugar, aunque se han introducido ligeras mejoras respecto a anteriores entregas. Asegurarse un pequeño salto permite mantener la esencia pero captar la atención. Lo consigue abriendo varios espacios. Nos encontramos con momentos de disparos y de coberturas. Nada que ver con los «shooter» convencionales. Son más bien limitadas y algo más resueltas si tendemos a la comparación y, en líneas generales, puede ser incluso repetitivo.

Son una excusa para presentar pequeños enfrentamientos cargados de alegría y cierta intensidad. Flaquea el sistema de apuntado, inspirado en las mecánicas propias de la serie, por lo que los combates no son, ni por asomo, como los videojuegos especializados en temáticas bélicas, pero es un atrevimiento interesante de los creadores, TT Games, que repercute en una atracción más dentro de esta montaña rusa de fantasía. Al igual se amplía las miras con las construcciones. Ahora, los bloques permiten varias combinaciones y tipos de objetos, que hay que aprovechar para avanzar. Más variedad y diferencias de los puzles y rompecabezas, que pese a algún escarceo de dificultad, en conjunto siguen siendo sencillos de resolver.

Dividido en diez capítulos, a nivel narrativo se han suavizado las transiciones y se encuentra una mejora en la visualización de la cámara para recrear escenas con mayor profundidad y darle énfasis a las secuencias, que de nuevo apelan a esa característica visión de la serie Lego de humor, destrucción del mobiliario repleto de guiños a la historia principal. El doblaje, además, es el original de la película, salvo un personaje.

Con escenas inéditas, los acontecimientos, que comienzan con los últimos compases de «El Retorno del Jedi», se basan en el «Despertar de la Fuerza», condición sine qua non para encontrarnos rodeados de los personajes que aparecen en esta nueva entrega de la popular saga cinematográfica. Ahí están Rey, Finn, Poe Dameron o, por supuesto, el simpático androide BB-8 cuyo comportamiento es, posiblemente, lo mejor del juego. Casi doscientos personajes desbloqueables. Se le coge tanto cariño que sin duda se desea controlarlo todo el tiempo. Su movimiento es asombrosamente divertido. Su sistema de rotación sirve para superar los muchos puzzles que nos encontramos.

Nos sumergimos en las batallas más representativas y los planetas más icónicos del universo de Star Wars como Jakku, enclave de una de las mayores enfrentamientos, o Endor. Se representan gran parte de las secuencias más importantes de la película, con lo cual puede contener claro está spoilers, como la gran aparición de Kylo Ren, la huida de Poe Dameron a manos de un caza o el encuentro entre el androide BB-8 y Rey.

Al igual que la anterior entrega existen varios tipos de ejecuciones en función del personaje. Por lo que se dan más opciones al margen del sencillo disparo o golpeo de cada uno de ellos. La cooperación vuelve a ser parte fundamental del juego y por donde pivota toda la trama. Otro de lla momentos más divertidos se encuentran en las batallas aéreas que cuentan con reminiscencias arcade y le transportan a uno a la niñez. No obstante el manejo de las aeronaves no es muy fluido y natural, pero los enfrentamientos espaciales entre X-Wings y Cazas cautivan al espectador. Y si a ello le contamos los vuelos del Halcón Milenario tenemos pleno.

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