poster Vídeo
Mira en el vídeo un «gameplay» de «Mortal Kombat X»
análisis

«Mortal Kombat X»: un gran salto para mantener la esencia

El videojuego de lucha llega a la nueva generación de consolas con un sistema de combate clásico y cargado de brutalidad

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hay juegos que se venden solos. Sagas interminables, géneros que nunca pasan de moda. Un lavado de cara a un juego no garantiza absolutamente nada, porque -recordemos- es la jugabilidad lo que la mayoría de jugadores esperan. Y « Mortal Kombat X» ha sabido evolucionar pero, a su vez, mantener la esencia.

La décima entrega de la violenta saga, que llega por primera vez a las actuales consolas, sorprende, cautiva y consigue -sin apenas innovar- que un género de tintes tan clásicos en los videojuegos se mantenga firme. Resulta interesante comprobar el salto cualitativo dado y que demuestra que goza de una salud de hierro.

Con gran diversidad de modos de combate, el juego incluye, no obstante, un modo historia que permite manejar a los diferentes luchadores a lo largo de una trama que intenta equilibrar los acontecimientos con la integración (coherente) de los enfrentamientos y sirve, a su vez, para ganar experiencia y puntos, útiles para canjear en objetos desbloqueables como los «fatalities», aquellos brutales y sangrientos movimientos que le hicieron diferenciarse de otro título de la época, Street Fighter.

En esa modo historia aparecen, no obstante, algunas secuencias en Quick Time Event (QTE) de escaso control del personaje.

Pero no se olvida de los modos más arcade de luchas que borran el aburrimiento del jugador; al contrario, lo conduce hacia un terreno en el que se manejará a la perfección y, posiblemente, goce de diversión. Antes de empezar también se da la oportunidad de formar parte de una determinada facción, es decir, cuatro equipos a los que contribuiremos para subir de nivel. En esta entrega se da la oportunidad de elegir entre tres versiones distintas de cada personaje, aunque no hemos apreciado grandes cambios en la manera de luchar pero sí es algo que no supone una novedad. Cada uno de esos luchadores tiene una forma distinta de combatir, de técnicas de golpes diferentes. El juego cuenta con personajes clásicos como Scorpion, Sub-Zero o Kano, pero también aparecen otros nuevos como Cassie Cage, Kotal Kahn o DVorah.

El resultado es un estilo de lucha sangriento que roza lo gore, con momentos de gran crueldad en pantalla en donde se destrozan mandíbulas y cualquier extremidad, en ocasiones activando el rayos-X que deja al descubierto las fracturas óseas originadas por la violencia. Claro, en cuanto al método de lucha se refiere poco ha cambiado, en verdad, salvo algunas cosas pero cuenta con un motor gráfico superior y muy evolucionado, apostando por el realismo. Se mantiene el estilo de «rounds» y los momentos de los remates violentos.

Manteniendo la solidez en todos los apartados, en esta ocasión se ha incluído, además de la mejora estética, una segunda barra que informa de la energía de los golpes especiales. Otro aspecto llamativo es la posibilidad de interactuar con algunos elementos del panel de lucha para o bien lanzaro contra nuestro oponente o bien para aprovecharlo en nuestros saltos.

Se da la opción, claro está, de competir contra un amigo desde la misma plataforma o accediendo al modo multijugador, localizando a rivales del mismo nivel o combatiendo contra un amigo determinado en una partida privada. O las torres de retos, rotatorios.

La décima entrega de la violenta, que llega por primera vez a las actuales consolas, sorprende, cautiva y consigue -sin apenas innovar- que un género de tintes tan clásicos en los videojuegos se mantenga firme. Resulta impresionante el salto cualitativo dado y que demuestra que goza de una salud de hierro.

Con gran diversidad de modos de combate, el juego incluye, no obstante, un modo historia que permite manejar a los diferentes luchadores a lo largo de una trama que intenta equilibrar los acontecimientos con la integración (coherente) de los enfrentamientos y sirve, a su vez, para ganar experiencia y puntos, útiles para canjear en objetos desbloqueables como los «fatalities», aquellos brutales y sangrientos movimientos que le hicieron diferenciarse de otro título de la época, Street Fighter. En esa modo historia aparecen, no obstante, algunas secuencias en Quick Time Event (QTE) de escaso control del personaje.

Pero no se olvida de los modos más arcade de luchas que borran el aburrimiento del jugador; al contrario, lo conduce hacia un terreno en el que se manejará a la perfección y, posiblemente, goce de diversión. Antes de empezar también se da la oportunidad de formar parte de una determinada facción, es decir, cuatro equipos a los que contribuiremos para subir de nivel. En esta entrega se da la oportunidad de elegir entre tres versiones distintas de cada personaje, aunque no hemos apreciado grandes cambios en la manera de luchar pero sí es algo que no supone una novedad. Cada uno de esos luchadores tiene una forma distinta de combatir, de técnicas de golpes diferentes. El juego cuenta con personajes clásicos como Scorpion, Sub-Zero o Kano, pero también aparecen otros nuevos como Cassie Cage, Kotal Kahn o DVorah.

El resultado es un estilo de lucha sangriento que roza lo gore, con momentos de gran crueldad en pantalla en donde se destrozan mandíbulas y cualquier extremidad, en ocasiones activando el rayos-X que deja al descubierto las fracturas óseas originadas por la violencia. Claro, en cuanto al método de lucha se refiere poco ha cambiado, en verdad, salvo algunas cosas pero cuenta con un motor gráfico superior y muy evolucionado, apostando por el realismo. Se mantiene el estilo de «rounds» y los momentos de los remates violentos.

Manteniendo la solidez en todos los apartados, en esta ocasión se ha incluído, además de la mejora estética, una segunda barra que informa de la energía de los golpes especiales. Otro aspecto llamativo es la posibilidad de interactuar con algunos elementos del panel de lucha para o bien lanzaro contra nuestro oponente o bien para aprovecharlo en nuestros saltos.

Se da la opción, claro está, de competir contra un amigo desde la misma plataforma o accediendo al modo multijugador, localizando a rivales del mismo nivel o combatiendo contra un amigo determinado en una partida privada. O las torres de retos, rotatorios.

Ver los comentarios