Max Schrems denunió en 2011 a Facebook por vulnerar las reglas europeas de protección de datos
Max Schrems denunió en 2011 a Facebook por vulnerar las reglas europeas de protección de datos - EFE/Julien Warnand

EE.UU. y la UE llegan a un acuerdo político sobre la transferencia de datos

Bruselas se felicita por haber conseguido «por primera vez garantías escritas» de las autoridades de Washington «a un alto nivel» para que no haya «vigilancia de masa a los europeos» por parte de los servicios secretos estadounidenses

ESTRASBURGO (FRANCIA), Actualizado: Guardar
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Era cuestión de horas. A la UE y EE.UU. no les quedaba más remedio que entenderse. En juego estaba la protección de datos de los ciudadanos europeos y, al final, en la tarde de este martes ha habido acuerdo sobre el nuevo marco de protección sobre la transferencia de datos personales.

Este «enfrentamiento» viene desde el pasado mes de octubre, cuando el Tribunal Europeo de Justicia anuló la decisión de homologar los sistemas norteamericanos de protección de datos respeto a la legislación europea. Y todo por la querella presentada por el austriaco Maximilian Schrems, fundador de la organización «Europa contra Facebook», a quien la justicia europea le dio razón tras presentar una demanda colectiva contra Facebook, acusada de colaborar con los programas de espionaje masivo de las autoridades de EE.UU.

y de hacer un seguimiento de los datos de los usuarios ,algo que considera ilegal la legislación de Europa.

Por tanto, los jueces determinaron que EE.UU no cumplía con los requisitos de « Safe Harbor» («Puerto Seguro») pactados en el año 2000, que permiten la transferencia de datos de ciudadanos europeos. Así, era prioridad máxima un acuerdo para determinar un nuevo marco que garantizase un mejor nivel de protección, en el que gigantes tecnológicos con presencia en Europa como Facebook, Apple, Google y Microsoft, también se la jugaban.

La Comisión Europea ha señalado que el acuerdo alzanzado supone «una significativa mejora» con respecto al mecanismo que existía hasta ahora, y que quedó invalidado en octubre por el Tribunal de Justicia de la UE, tal y como ha recordado el vicepresidente de la Comisión Europea responsable del Mercado Único Digital, Andrus Ansip, en una conferencia de prensa en Estrasburgo (Francia).

Ansip ha destacado que Bruselas haya recibido «por primera vez garantías escritas» de las autoridades de Washington «a un alto nivel» para que no haya «vigilancia de masa a los europeos» por parte de los servicios secretos estadounidenses.

EE.UU. garantiza a Europa que no habrá «vigilancia de masa a los europeos» por parte de los servicios secretos estadounidenses

La comisaria europea de Justicia, Vera Jourova, ha añadido que EE.UU. «ha dado garantías» de que las intervenciones de sus servicios secretos «estarán limitadas de forma clara» y no tendrán autorizadas intromisiones con carácter generalizado, «un paso único para restablecer la confianza en las relaciones transatlánticas». Además, cada año la Comisión Europea verificará el cumplimiento de esas condiciones.

Los ciudadanos, por su parte, tendrán la posibilidad de presentar demandas a través de un mecanismo de contenciosos que será gratuito para ellos, y las empresas que hayan tratado sus datos tendrán unos plazos límites para responder a las quejas.

En cuanto a las demandas que tengan que ver con la acción de los servicios secretos, las examinará un defensor de los derechos (Ombdusman) independiente que se creará específicamente.

Un mescanismo de control en constante revisión

Las empresas tendrán que publicar las reglas de tratamiento de los datos que recopilan, algo que supervisará el departamento estadounidense de Comercio. Esas reglas serán compromisos de cuyo incumplimiento responderán ante los tribunales.

Jourova avanzó que sus servicios van a preparar un proyecto de decisión «en las próximas semanas» y que teniendo en cuenta el procedimiento el nuevo mecanismo podría estar en vigor «en tres meses».

La comisaria europea de Justicia ha hecho hincapié en que «han sido unas negociaciones duras» pero que al final se ha conseguido «un acuerdo fuerte y seguro para la transferencia de datos» que «protege los derechos fundamentales de los europeos» y cumple los requerimientos que se habían fijado tras el dictamen del Tribunal de Luxemburgo.

También ha hecho hincapié en que será «un mecanismo vivo» ya que se verificará que funciona conforme a lo previsto, y ha señalado que en 2017 habrá un primer examen de control por las dos partes.

«Los problemas se resolverán con carácter inmediato», ha remarcado Ansip, que ha considerado que «en un tema tan importante como este, (Europa y Estados Unidos) teníamos que encontrar una solución común».

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