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El 80% de las entidades financieras espera adoptar el «blockchain» para 2020

Los mercados financieros «aún no están listos» para esta nueva tecnología y que faltan medidas en ese sentido, según un estudio

MADRID Actualizado: Guardar
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El 80% de las entidades financieras espera adoptar la tecnología « blockchain» o de cadena de bloques para 2020, a la vez que creen que «transformará» el mercado, según un informe de la consultora Bain & Company basado en una encuesta a ejecutivos de compañías del sector.

El estudio señala que los mercados financieros «aún no están listos» para esta nueva tecnología y que faltan medidas en ese sentido, pese a que la mayoría de bancos espera adoptar esta tecnología, que afectará a sus infraestructuras, y forman alianzas con «fintech» o empresas de finanzas tecnológicas para ello.

En concreto, el 45% de las entidades cree que implementarán esta tecnología de aquí a los próximos tres años, mientras que el 35% cree que será antes del próximo ejercicio.

Por otro lado, el 10% de los bancos espera adoptar el «blockchain» entre 2021 y 2025, mientras que uno de cada diez considera que será a partir de esa última fecha.

Además, la mitad de ejecutivos financieros (el 49%) afirma sus que se han asociado con «fintech» y otras compañías para desarrollar proyectos en esta materia, mientras que el 32% se ha unido a algún consorcio industrial con el mismo objetivo. La adopción de esta tecnología que hará «repensar el ecosistema del mercado», continúa Bain & Company, es «más probable» que ocurra en los nichos de productos, procesos internos o procesos de bajo riesgo.

Entre sus ventajas, el informe cita la facilidad que da para la ejecución y realización simultánea de pagos, lo que minimiza el riesgo crediticio, mientras que entre los riesgos destaca el «dilema» de la velocidad con que se implementa.

Y es que, de acuerdo con el estudio, aquellas entidades que sean pioneras en la adopción del «blockchain» se pueden beneficiar pero, a su vez, puede ser un «factor disruptor» sobre su propio negocio, mientras que si se retrasan en su implementación corren el riesgo de «quedarse atrás».

Las compañías que quieran beneficiarse de esta tecnología tendrán que hacer «cambios significativos» en sus procesos, políticas e infraestructura, en tanto que las innovaciones que ofrece no pueden desarrollarse de forma unilateral, sino que requieren colaboración e intercambios, así como regulación, recuerda el estudio.

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