Varios usuarios utilizando su «smartphone»
Varios usuarios utilizando su «smartphone» - INÉS BAUCELLS

Claves para entender el fin del «roaming»

En abril entraron en vigor las limitaciones a la itinerancia, cuyos costes serán eliminados para siempre en junio del próximo año. Sin embargo, conviene recordar que la UE ya avisó que establecería una serie de normas para delimitar el uso del móvil «gratuito» en el extranjero

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El « roaming», el coste que los operadores añaden a las tarifas habituales cuando el usuario se traslada a un país distinto y utiliza la infraestructura de otra compañía, tiene fecha de caducidad. El 15 de junio de 2017, las operadoras ya no podrán imponer costes adicionales a los ciudadanos europeos que utilicen sus «smartphones» cuando viajen al extranjero, en concreto a los países pertenecientes a la UE. Así lo ordenó el pasado mes de abril la Comisión Europea (CE).

Sin embargo, es ahora la propia Comisión la que recula. En realidad, no se trata de sorpresa alguna porque la UE ya avisó que establecería una serie de normas para delimitar el uso del móvil «gratuito» en el extranjero.

Y las sospechabas iban bien encaminadas: se impondrá un límite de uso. En caso de sobrepasarlo, el usuario tendría que pagar una serie de costes adicionales por llamadas, mensajes y datos consumidos en otros países.

Así, este lunes la CE defendió su propuesta de eliminar los gastos adicionales del «roaming» en la Unión solo durante un máximo de 90 días al año o 30 días seguidos.

Tras varios años de lucha, este lunes la CE ha defendido su propuesta de eliminar los gastos adicionales del «roaming» en la Unión solo durante un máximo de 90 días al año o 30 días seguidos. Si se sobrepasa, toca pagar. La Comisión sugiere, como topes, 4 céntimos de euro por minuto de llamada, 1 céntimo para el SMS y 0,85 céntimos por MB, aunque se tendrá que discutir en el Parlamento Europeo y los estados miembros.

Por suerte, desde el mes de abril, los usuarios disfrutan de ciertas rebajas. Desde el pasado 30 de abril, el «roaming» o itinerancia fue limitado a sobrecargos en determinados servicios, aunque algunas operadoras, como Vodafone o Movistar, decidieron poner fin a esos costes adicionales aunque solo a los usuarios con contrato.

Hace ya varios años que la Comisión Europea trata de acabar con dichos costes adicionales a pesar de su último propuesta. En octubre de 2015, Bruselas decidió la eliminación paulatina del «roaming». La primera fase se cumpllió en abril y supuso una limitación a cinco céntimos adicionales por minuto en llamada y MB extra en un país extranjero dentro de Europa. El plus por SMS adicional se situa en torno a los dos céntimos, mientras que recibir una llamada cuesta alrededor de 1,5 céntimos el minuto. Cada uno de estos añadidos se suma a la tarifa que cada ciudadanos europeo tenga contratada con su operador.

Una batalla desde 2013

La eliminación de una tasa que choca con el principio de libre circulación de ciudadanos dentro de los países que forman la Unión Europea no ha sido fácil. Los países con un alto índice de turistas, así como las propias operadoras, siempre han sido reacios a una medida que trató por primera vez la Comisión Europea en 2013. El objetivo, entonces, era acabar con el «roaming» a partir de diciembre de 2015, una medida que el Parlamento Europeo aprobó en 2014 con 534 votos a favor, 25 en contra y 58 abstenciones.

Sin embargo, el Consejo de la Unión Europea devolvió al Parlamento la propuesta de eliminar totalmente los costes de itinerancia de los teléfonos móviles que ya había sido aprobada por los eurodiputados. Para algunos, fue una victoria para las compañías. Para otros, una concesión para proporcionarles la liquidez que necesitaban para las futuras inversiones de las redes digitales. Al final, el acuerdo entre el Consejo de la UE y el Parlamento llegó en octubre de 2015.

Las españolas, más caras

La puesta en marcha de la medida beneficia, en primer lugar, a los ciudadanos europeos. De hecho, la Unión Europea asegura haber logrado reducir los precios de llamadas, SMS y datos de internet en más de un 80 por ciento desde 2007.

Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), las operadoras españolas han ofrecido, hasta ahora, las tarifas de «roaming» más caras, superando la eurotarifa regulada. En el caso de las llamadas realizadas, el precio era un 53 por ciento más alto, mientras que el coste de las recibidas se disparaba hasta el 171 por ciento por encima de la tarifa convencional.

Hasta ahora, los españoles han gastado unos 40 céntimos más por minuto al llamar en el extranjero y otros 20 al recibir una llamada. Además, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia aseguró que el servicio de datos en itinerancia, que tenía costes distintos en función de la oferta contratada, se había duplicado tan solo en el último año.

Principales damnificadas

No hay que olvidar que las operadoras serán las principales damnificadas de la supresión del «roaming». Por esta razón, Bruselas propone a la compañías un mínimo de 90 días de conexiones en itinerancia -al menos 30 seguidos- para «evitar abusos» y que no haya «un impacto negativo en los precios nacionales», una cláusula que está recogida en la legislación.

El acuerdo de cada compañía telefónica con la propietaria de la red extranjera se traduce en los costes suplementarios por utilizar el móvil en cualquier región de la Unión Europea, para la que la falta de competencia entre los operadores de los países para generar ofertas a los usuarios ha provocado que el usuario acabe pagando precios excesivos por este servicio. Europa considera que los precios «son una distorsión del mercado» que no tiene cabida en un mercado único.

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