Detalle del nuevo Galaxy S8, de Samsung, que llega esta semana a las tiendas españolas
Detalle del nuevo Galaxy S8, de Samsung, que llega esta semana a las tiendas españolas - afp

iPhoneLa huella se queda atrás en los «smartphones»

Con la decisión de Samsung de forzar a los usuarios a usar otros modos de desbloqueo al margen del sensor de huellas dactilares en el Galaxy S8, Samsung se une a otros fabricantes que han apostado por este modelo mientras que existen dudas acerca de lo que hará finalmente Apple, si trasladará el sistema debajo de la pantalla o en la espalda

MADRID Actualizado: Guardar
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No era suficiente el uso de un código de varios números para acceder a ese aparato electrónico que llevamos en los bolsillos y contiene, prácticamente, nuestra vida digital. En los últimos años los fabricantes de teléfonos móviles inteligentes se han comido la cabeza en llevar varias capas de seguridad a sus lanzamientos. Los sensores biométricos, con la huella dactilar como principal exponente, lleva tiempo funcionando pero, ahora, con las decisiones de algunas compañías puede hacer que su empleo sea más engorroso o secundario.

En 2013, Apple decidió colocar, en su iPhone 5S, un sensor en el botón de Inicio para que los usuarios pudieran introducir su huella dactilar para, primero, desbloquear la pantalla y, segundo, como se ha venido demostrando en los últimos tiempos, autorizar pagos móviles.

La fórmula funcionó por dos aspectos: su rapidez y su comodidad. Poco a poco este concepto de seguridad se fue extendiendo en la industria y, a día de hoy, son pocos los teléfonos de alta gama que no han abrazado este sistema de seguridad.

Pero, aunque ha venido para quedarse, los últimos movimientos de los fabricantes pueden hacer que su popularidad acabe. Firmas como LG o Huawei decidieron en su momento que el lugar más conveniente para colocar la huella era la parte de atrás en la zona central. Tomando el dispositivo con una sola mano el dedo índice debe caer justo en esa región. Es cuestión de acostumbrarse y algo diferente a la idea formulada por Apple hasta la fecha.

Samsung ha cambiado de bando. Ni lo uno ni lo otro. El lector de huellas ha ido a parar a la parte trasera pero esquinado a su derecha, justo al lado de la cámara, lo que en las primeras pruebas del nuevo Galaxy S8 resulta, pese al esfuerzo de la marca surcoreana en defenderlo, incómodo. Tal vez esa decisión viene por el hecho de intentar forzar a sus usuarios a utilizar otro de los modos de desbloqueo incorporados y que, por supuesto, se ha invertido mucho dinero en hacerlo posible, el reconocimiento de iris y el reconocimiento facial. Ambas tecnologías están bastante depuradas y, en el caso de la última opción, funciona bastante bien. ¿Será, pues, el futuro?

En cualquier caso, el lector de huellas sigue presente y seguirá por mucho tiempo. Como sucede en anteriores ocasiones, la gama media ha venido incorporando esta solución a sus lanzamientos más recientes, con lo que tiene visos de ser aún más popular. El caso es que pese a haber sido uno de los pioneros en llevar este sistema biométrico a un producto de consumo, Apple puede modificar no solo su aspecto sino su ubicación. ¿Qué tiene entre manos la firma americana para sorprender con el iPhone del décimo aniversario?

Los rumores no cesan. Y la mayoría hay que cogerlos con pinzas, eso sí es cierto, y más que la mayoría suelen ser falsos o filtraciones controladas para pulsar el ambiente o adelantarse a los tiempos. Los últimos vaticinios de los analistas apuntaban, sin embargo, que el próximo terminal de Apple contará con un sensor de huellas dactilares en la espalda, aunque la idea inicial era otra. El esfuerzo de la industria por reducir a la mínima expresión los marcos y bordes en esa tendencia que han venido a definir como «la era de las megapantallas» obliga a mover componentes y a rediseñar su ubicación.

¿Qué pasa con la cámara frontal? ¿A dónde va el botón Inicio? Y, por supuesto, si se deja menos espacio para los marcos, ¿en qué lugar aparecerá el sensor de huellas? Bingo. En la parte de atrás a no ser que, finalmente, los fabricantes encuentren una solución óptima, que sea la de incorporar el sensor debajo de la pantalla, y por lo que se ve el resultado hasta la fecha no ha convencido del todo. Pero la idea es que el próximo iPhone esconda el lector de huellas en la misma pantalla, algo que ya ha presentado recientemete Xiaomi. ¿Lo conseguirá Apple? ¿Lo podrá llevar a gran escala? Por el momento, ya se han prototipado algunas tecnologías como Synaptics o LG Innotek que permiten «esconder» el sensor de huellas debajo de la pantalla.

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