Apple y sus circunstancias

Apple ha encendido el turbo con el iPhone 7. Su producto estrella ha vuelto a dar sus frutos. Ha marcado un nuevo récord de ventas: 78,3 millones de dispositivos vendidos en el primer trimestre de su ejercicio fiscal de 2017. Hace tan solo un año, y en los primeros compases de la tormenta móvil, alcanzó la cifra de 74,8 millones. Pero, ahora mismo, y pese a mejorar sus ingresos globales, la compañía americana se mueve con soltura en un escenario en el que ha vuelto después de mucho tiempo a superar a su rival Samsung como el mayor vendedor de teléfonos móviles del mundo.

Los datos de la firma de análisis Strategy Analytics confirman lo esperado desde hace unos meses: la firma de la manzana ha aumentado su cuota de mercado en este segmento de mercado alcanzando el 17,8% de cuota, frente al 17,7% de la coreana.

La explicación de este empate técnico, según los analistas, se encuentra en dos factores: el buen comportamiento del último modelo de terminal de Apple, el iPhone 7, sobre todo por su versión de mayor tamaño, y la coincidencia con la debacle del Note 7, que ha pasado factura a Samsung.

Pero, en estos momentos, en Apple son ellos mismos y sus circunstancias. La estrategia de subir el precio de sus terminales ha conllevado que sus ingresos, en ese sentido, aumenten hasta marcar un nuevo récord histórico de ingresos (78.351 millones de dólares, un crecimiento anual del 3,3%). La mala noticia ha sido que su beneficio neto (17.891 millones) ha vuelto a caer. Poco, solo un descenso del 2.6%, pero suficiente para que los nervios afloren. En un sistema económico que se apoya en el crecimiento un dato negativo enturbia todo lo demás.

La empresa liderada por Tim Cook vuelve a demostrar su fortaleza en el campo de la movilidad. Con esos 78 millones de dispositivos móviles colocados, el iPhone ha vuelto a vender más que en los tres meses anteriores; en concreto, un 5% por encima y 54.500 millones de ingresos. Vuelve a encontrarse una piedra en el camino, el iPad, cuyos ingresos (5.500 millones) se han reducido en la preocupante cifra del 22%. En total, se vendieron unas 13,1 millones de unidades frente a los 16,1 millones del pasado año.

Coincide, en efecto, en el momento más duro de este formato de dispositivo, que en los últimos tiempos ha venido perdiendo fuelle. La alta competencia de productos de marcas asiáticas a precios más contenidos y la escasa tasa de renovación del producto ha concidido también con la falta de novedades el pasado año. El iPad Pro, esa tableta que nació como el sustituto del portátil gracias a la implementación de prestaciones más avanzadas, ha resultado ser una ambiguedad dentro de su catálogo.

¿Es lo más acertado como herramienta para la productividad y el entorno laboral? Al final es visto por los consumidores como un quiero y no puedo. De ahí que la etiqueta «pro» queda descolgada de este formato en un momento en el que los ordenadores convertibles e híbridos de la competencia están creciendo. Pero este dispositivo -con la salvedad de su «hermano» pequeño presentado el pasado año- lleva un año sin ver nada nuevo. Para este año, según las primeras hipótesis, Apple lanzará hasta tres nuevos iPad, uno de ellos orientado a un mercado que demanda menores precios.

Estos datos contrastan con la buena salud de la serie Mac, cuyos ingresos han mejorado un 7% respecto al mismo periodo, con 5,4 millones de unidades vendidas frente a las 5,5 millones del año anterior, pero sus ingresos sumaron un 7% por encima hasta alcanzar los 7.200 millones. Ahí entran a jugar los nuevos productos portátiles, el MacBook Pro, que llegaron esta temporada en medio de un recibimiento agridulce.