ANÁLISIS

Misfit Ray: estilo, sutil, diseño y un pulso a la autonomía

Esta nueva pulsera de la firma especializada en «wearables» se puede llevar puesto en varios sitios y ofrece información básica aunque algo limitada

MADRID Actualizado: Guardar
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Mira que los científicos y fabricantes buscan la solución a uno de los grandes problema de la tecnología de consumo actual, la duración de las baterías de los dispositivos móviles. Y sin aún visos de encontrar la respuesta idónea, en las pilas convencionales de toda la vida se halla, paradójicamente, un buen apoyo. Al menos para productos electrónicos que no requieren de demasiada energía para su funcionamiento.

Misfit Ray se ha apoyado en lo tradicional (tres pequeñas pilas de botón ocultas en su interior) para adentrarse en la tendencia actual (los «wearables»). Esta pulsera de monitorización de la actividad física, dirigida a un público más sedentario (no está pensado para los deportistas exigentes), se mantiene activa durante seis meses hasta el siguiente recambio de las pilas, con lo que el usuario puede desentenderse totalmente de una tarea engorrosa como es la de tener que enchufarlo cada varios días.

Al igual que la mayoría de dispositivos de este tipo, esta pulsera recoge ciertos parámetros útiles como los pasos andados, la distancia recorrida, una estimación de las calorías quemadas y una serie de datos de la calidad del sueño. Una información que se muestra en la aplicación de Misfit (iOS y Android), desde donde además se puede componer un listado de amigos o compañeros de fatigas para motivarse a hacer ejercicio o, al menos, para igual sus marcas, porque todos tenemos un ganador dentro.

La propia aplicación permite tomar imágenes de la alimentación, para llevar una muestra de lo ingerido, y dispone de una opción para calcular el ritmo cardíaco mientras superponemos el dedo sobre la luz del flash del dispositivo móvil al que se empareja mediante conectividad Bluetooth. Cabe destacar que la sincronización de los datos es muy rápida. A diferencia de otros modelos, esta pulsera activa de forma automática el medidor de sueño, aunque más bien se trata de los periodos de inactividad.

El sistema integrado permite que, una vez detectada la posición del usuario, entiende que está descansando para calcular el tipo de sueño, al igual que es capaz de reconocer una actividades en particular pero lo hace bajo una visión muy limitada: no es capaz de categorizar el tipo de ejercicio (correr, bicicleta) como sí lo hacen otros modelos como Fitbit Alta. únicamente se puede realizar a posteriori dado que solo muestra que en ese periodo en concreto el usuario está inactivo. Permite establecer avisos para levantarse de la silla. Los datos recopilados se informan a través de un juego de luces LED multicolor y unas alertas de vibración muy sutiles, que informan además de llamadas entrantes y mensajes de textos recibidos.

Además de medir la actividad, Ray es capaz de controlar el reproductor de música del dispositivo en remoto, lo que puede ser útil durante entrenamientos en los que uno puede dejarse el teléfono a unos metros y escucha las canciones a través de unos auriculares inalámbricos. En cuanto al diseño, la pulsera (unisex) está fabricada en aluminio anodizado que le confiere una estética elegante a la par que discreta. Este es, sin lugar a dudas, su mayor triunfo y el que le permite alejarse de esa concepción de firma de «wearables» para «geeks».

La nueva pulsera de Misfit, firma propiedad de la compañía relojera Fossil, es cómoda y se engancha a la muñeca gracias a una tira de goma, aunque es posible llevar puesto el monitor de varias formas, como por ejemplo, en un collar. Más que nada porque esa versatilidad está garantizada por su escaso peso, solo 8 gramos, y su longitud, de unos 38 milímetros, es decir, inferior a una pila AAA. A ello hay que sumarle su capacidad para sumergirse hasta 50 metros de profundidad.

A grandes rasgos, ciertamente, se trata de un nuevo ejemplo de monitor de actividad que no ofrece funciones novedosas de las encontradas en otros aparatos similares, pero se encuentra en un lugar en el que puede ser interesante para aquel consumidor que no desea estar «tecnologizado» constantemente y descarta la compra de un reloj inteligente pese a que ofrezcan opciones más completas y avanzadas. Precio: 95 euros.

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