RESUMEN 2015

Los fiascos tecnológicos del 2015

Firefox OS como alternativa a iOS-Android, el teléfono de Amazon o las Google Glass han sido varios proyectos que no han cumplido las expectativas y, en muchos de los casos, han terminado por descontinuarlos

MADRID Actualizado: Guardar
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  1. La no revolución de Firefox OS

    Llegó como una alternativa al binomio iOS-Android, los dos principales sistemas operativos para dispositivos móviles en la actualidad. Basado en código abierto, sus ventajas eran indudables. Acceso a los datos, un cierto control, personalización. No ha podido y ha seguido los pasos de otras plataformas anteriores.

    Firefox OS surgió, de hecho, para recorrer un espacio destinado a los países emergentes, con menor capacidad para el acceso a las nuevas tecnologías, pero los dispositivos basados en él no han logrado cosechar las ventas esperadas.

    La fundación Mozilla, creadora del navegador web Firefox, ha comprobado cómo ha perdido cuota de mercado en todo este año en detrimento a Google Chrome, erigido ahora como la principal puerta de acceso a internet.

    En enero, por ejemplo, tenía una cuota de mercado del 11.89%. Su interés ha ido menguando lentamente hasta llegar al 9.22% en noviembre, según datos de la firma de análisis StatCounter. Esa pérdida de capacidad se ha replicado precisamente en su sistema operativo para móviles hasta el punto que los responsables del proyecto lo han cancelado.

    «Estamos orgullosos de los beneficios que Firefox OS ha dado a la plataforma web y continuará experimentando con la experiencia de usuario a través de dispositivos conectados. Construiremos un proyecto original que sea de código abierto, enfocándonos primero en la experiencia de usuario y en las herramientas que hagan crecer el ecosistema», escribía Ari Jaaksi, vicepresidente de Dispositivos Conectados de Mozilla, en un comunicado.

  2. Amazon Fire Phone, en entredicho

    La irrupción de Amazon en el terreno del hardware no siempre se ha traducido en éxito. El gigante del comercio electrónico triunfó con la gama Kindle, el popular lector de libros electrónicos que, por experiencia de usuario y precio, se ha convertido en el estandard del mercado.

    La empresa lo intentó, de nuevo, con un teléfono móvil inteligente, Fire Phone, que llegaba bajo la vitola de innovación y vanguardista. Y sí, en muchos aspectos lo era, sobre todo cuando nos enfocábamos en un sistema que proporcionaba el efecto tridimensional desde la pantalla.

    A decir verdad, el fundador de la empresa, Jeff Bezos, se apuntó un tanto con un dispositivo que, en cualquiera de sus formas, estaba destinado a convertirse en una nueva puerta de entrada a los productos que distribuye Amazon. Una de la razones fue el elevado precio para las características que ofrecía.

    Sin embargo, las dudas sobre su continuidad se acrecentaron hace unos meses después de sumar unas pobres ventas de 12.960 terminales. El medio especializado «Geekwire» anunció su cancelación.

  3. Google Glass, punto y ¿final?

    El enésimo intento de Google por penetrar en la incipiente tecnología «wearable» se quedó en una especie de paréntesis. Un «stand by» por el que los responsables del proyecto han querido enfocarse en otros aspectos.

    Las Google Glass, las gafas «mágicas» de la multinacional americana, irrumpieron con fuerza hace dos años como un producto interesante, basando en realidad aumentada y que tenía un gran recorrido.

    A nivel comercial resuló un fracaso estrepitoso porque no hubo un interés grande realmente en convertirse en un producto de ventas masivas. De echo, oficialmente nunca se vendieron, con lo que no pudo probarse su impacto en el mercado.

    El proyecto, congelado, aspira a retomarse el próximo año con un nuevo diseño y con versionas más orientadas al entorno laboral, como diseño, publicidad, turismo o sanidad.

  4. El «hackeo» a los infieles de Ashley Madison

    Los ciberataques han puesto en la picota a numerosas empresas en los últimos años. La privacidad y la protección de datos son algunas de las preocupaciones principales de los usuarios. Cada vez más, la información personal, muy sensible, viaja por diferentes canales y el temor ante un robo es casi diario.

    Si ha habido un episodio que ha clamado al cielo esta temporada ha sido el «hackeo» de la página de citas Ashley Madison, utilizada por numerosos infieles ante la garantía de la empresa de privacidad. Un grupo de piratas informáticos colgó en internet en agosto un archivo que contenía datos personales y financieros de usuarios del sitio.

    Se puso en peligro la confidencialidad de sus alrededor de 37 millones de usuarios. Se trataba de un archivo BitTorrent de 9,7 gigabytes de datos robados, entre ellos cuentas de correo electrónico, perfiles con la altura y peso de los usuarios, direcciones postales e información relativa a las transacciones efectuadas con tarjetas de crédito.

    Aquel acontecimiento puso de relieve las prácticas de muchas empresas de internet para hinchar los datos, ya que se estimaba que unas 87.596 mujeres estaban registradas, cifras que pusieron en duda numerosos medios especializados que tuvieron acceso a los archivos.

  5. Twitter sigue sin ver la luz

    Otro año más perdido para Twitter, principal servicio de «microblog» y paradigma de la comunicación en tiempo real. Pese a ser uno de los referentes para conocer la actualidad, la empresa sigue encallada y no es capaz de monetizar la plataforma, que cuenta ya con 316 millones de usuarios en todo el mundo.

    La premisa que baraja la firma norteamericana, actualmente dirigida por Jack Dorsey tras tomar el testigo de Dick Costolo, es intentar «simplificar» la plataforma, ya que la percepción social de muchas personas desconocen cómo y por qué entrar a formar parte de su comunidad.

    A lo largo del año, y de cara a mejorar el servicio, se introdujeron numerosos cambios, mal recibidos por parte de los «tuiteros» más veteranos. Uno de ellos, la transición de «favoritos» a «me gusta», suscitó una gran controversia al equipararse con Facebook, el rey de las plataformas sociales pero que no tiene nada que ver con Twitter. Las acciones han ido cayendo en los últimos meses y los rumores sobre una posible compra por una empresa mayor, como Google, se han vuelvo a incrementar.

  6. Vandalismo (virtual) por Map Maker

    Uno de los problemas a los que se enfrentan las compañías de internet es sortear a los llamados «trolls», usuarios normalmente anónimos que se encargan de promover los insultos o el vandalismo virtual. Google lo vivió en sus propias carnes en su servicio de cartografía Google Maps, utilizado por muchas personas como navegador de bolsillo, y cuya herramienta de edición, Map Maker, tuvo que ser suspendida temporalmente.

    La existencia de modificaciones consideradas como vandalismo a raíz de la imagen de un emoticono de Android, sistema operativo móvil propiedad de Alphabet, orinando sobre el logo de Apple, su principal rival del sector, provocó un quebradero de cabeza a la multinacional americana.

    «Fuera de lugar», se insinuó. Esta herramienta permite dibujar, añadir carreteras, ríos, espacios verdes y empresas locales. A consecuencia de ello, la solución adoptada por el gigante de internet fue intentar controlar a los usuarios que introducen bromas o insultos en sus mapas en un futuro.

  7. Un extraño teclado físico para Note 5

    El último modelo del «phablet» por excelencia de Samsung, Note 5, trajo consigo un accesorio que muchos fanáticos de las nuevas tecnologías lo percibieron como innecesario y antiguo. Aunque en su uso funciona relativamente bien, lo cierto es que el teclado físico, de apariencia más que cuestionable en los tiempos que corren donde lo táctil se ha impuesto, llamó mucho la atención.

    Facribado en policarbonato, se trata de una carcasa con teclado Qwerty incorporado que se superpone en la pantalla para utilizar el dispositivo como si fuese una BlackBerry.

    Su precio, unos 70 euros, también ha estado disponible para el modelo Galaxy S6 Edge+, uno de los terminales más importantes de la temporada. El sistema utilizado es poco innovador, ya que unas piezas se superponen sobre el teclado de la pantalla.

  8. HTC One M9: el punto de inflexión

    Fue uno de los lanzamientos más potentes. Continuista en su diseño, sorprendió a los expertos al ver en el HTC One M9 un terminal poco innovador. Era, digamos, más de lo mismo.

    Y eso que, sobre el papel, las características y prestaciones eran muy altas. Pantalla de 5 pulgadas y un procesador Snapdragon 810 de Qualcomm, de ocho núcleos, arquitectura de 64 bits y una velocidad de reloj de hasta 2.1 Ghz.

    Así es este nuevo y potente terminal de 3 GB de memoria RAM que cuenta con un aspecto exterior que recuerda mucho, aunque con cambios, al del modelo anterior.

    Las cifras de ventas no le han acompañado, llegando a perder unos 139 millones de dólares (126 millones d euros) en el tercer trimestre del año. La producción se redujo hasta en un 30%. La solución propuesta por la firma taiwanesa fue apostar por otro termina, el One A9, que se centró en el diseño y los acabados. Un terminal de gama media que ha conseguido captar la atención.

  9. Los casos «eDellRoot» y «SuperFish»

    Fue una pesadilla para Dell, una de las empresas que continúa ofreciendo ordeandores de sobremesa pensados para el entorno laboral en un escenario que, desde hace varios años, se intenta buscar una solución más actual basado en aparatos electrónicos táctiles como el formato «tablet».

    Bautizado por los expertos como «eDellRoot», la firma americana, que este año adquirió la empresa de datos EMC en una de las operaciones financieras más importantes del mundo de la tecnología, tuvo que salir al paso de una bola de nieve generada a raíz de un comentario anónimo en la plataforma social Reddit en el que se descubría que los ordenadores de esta marca contenían vulnerabilidades dado que contenía un certificado preinstalado.

    En una comunicación oficial, publicada en el blog corporativo, Dell reconoció el problema, aunque aseguró que fue de una manera involuntaria. A su jucio, esa herramienta que generó controversia sirve para recopilar información de los propios usuarios y, de ninguna manera, se trataba de un «malware». Este certificado no se volverá a incluir en futuros lanzamientos.

    Pero esta situación la vivió también Lenovo, el mayor fabricante la instalación en determinados productos del software « Superfish», un programa que introducía anuncios publicitarios entre los resultados de las búsquedas realizadas por internet, en sus portátiles. La firma china se disculpó por ello y anunció que había dejado de incluir ese programa en sus dispositivos.

  10. Tidal, el «Spotify de los artistas»

    Si el futuro del consumo de contenidos musicales es el «streaming», Tidal no estará en él. Este proyecto, nacido por el esfuerzo del rapero Jay-Z -compró la plataforma a la compañía sueca Aspiro por 56 millones de dólares-, llegó como alternativa a Spotify, un potente servicio dedicado a almacenar canciones que cuenta con más de 60 millones de usuarios, de los cuales se estima que unos 20 pagan la suscripción. Pero no corrió la misma suerte que sus rivales. Y eso que proponía un reparto equitativo de las ganancias con los artistas.

  11. Secret, la red social de los secretos

    Al calor de una de esas tendencias que llaman la atención, la mensajería anónima, se creó Secret, una plataforma para dispositivos móviles que permite debates y discusiones en red sin que los usuarios deban preocuparse de que sus comentarios quedan vinculados a su identidad real.

    Creada en 2014, su éxito se diluyó tan rápido como llegó. El propio consejero delegado de la compañía, David Byttow, explicó los motivos del cierre del servicio al asegurar que no respondía a los intereses con los que nació. En principio, se comunicó que los usuarios rondaban unos 15 millones.

  12. Oyster, el Netflix de los libros

    Otro servicio que se quedó cojo fue Oyster, considerado como el «Netflix de los libros». Esta plataforma proponía una tarifa plana de 9.99 euros mensuales para acceder a los títulos en formato libro electrónico desde un dispositivo móvil. Creada en 2013, la firma comunicó su cierre en septiembre. Algunos de sus empleados fueron contratados por Alphabet, nombre con el que Google comenzó a operar esta temporada.

  13. Qualcomm Snapdragon 810, un chip caliente

    Era una bestia de ocho núcleos con arquitectura de 64 bits, como los ordenadores convecionales. Pero no convenció. La firma estadounidense, una de proveedores de componentes para dispositivos móviles más potentes de la actualidad, fracasó estrepitosamente con este modelo de procesador diseñado para los modelos de gama alta.

    Pero los problemas de sobrecalentamiento provocaron que muchas marcas renunciaran a instalarlo en sus lanzamientos más actuales. Se incorporaron en el Lg G Flex 2 o el HTC One M9. El resultado fue una pérdida de rendimiento de los terminales.

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