Las cajetillas de tabaco llevarán una foto y un mensaje que cubrirá más de la mitad de su superficie
Las cajetillas de tabaco llevarán una foto y un mensaje que cubrirá más de la mitad de su superficie - EFE

La Justicia europea avala el nuevo etiquetado genérico de las cajetillas de tabaco

A partir del 20 de mayo, la visibilidad de la marca se reduce, aumentan las advertencias y se prohíbe el tabaco aromatizado

Corresponsal en Bruselas Actualizado: Guardar
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El Tribunal de Justicia de la Unión Europea publicó ayer una sentencia que avala la directiva comunitaria sobre tabaco frente a las reclamaciones de las empresas del sector. La directiva, destinada a reducir el consumo de tabaco, uniformiza las cajetillas de cigarrillos al imponer un tamaño y un contenido mínimo para las advertencias de salud y prohíbe el tabaco mentolado. A partir del 20 de mayo, lo fabricantes estarán obligados a cubrir el 65 por ciento de la superficie de la cajetilla por ambos lados con mensajes de advertencia sanitaria sobre el riesgo de fumar, con el objetivo de desincentivar el consumo. Cada paquete debe incluir además advertencias generales y que el tabaco contiene más de 70 sustancias que provocan cáncer.

La denuncia había sido planteada por Philip Morris y otras empresas tabacaleras y la sentencia se ha conocido dos semanas antes de la entrada en vigor de la nueva directiva aprobada en 2014. La nueva regulación impone a partir del 20 de mayo el envasado en paquetes genéricos en los que las advertencias sobre los daños a la salud ocuparán más de la mitad de la superficie exterior, tanto por delante como por detrás. Podrán venderse las existencias envasadas con las normas actuales hasta que se agoten.

Libertad de empresa

Según el tribunal, la directiva no excede «los límites de lo que es apropiado y necesario» y que son «proporcionadas» las normas relativas a la integridad de las advertencias sanitarias tras la apertura del paquete, a la ubicación y dimensiones mínimas de las advertencias sanitarias, a la forma de las unidades de envasado de los cigarrillos y al número mínimo de cigarrillos por unidad de envasado». Según la corte, la normativa es proporcionada y no afecta al contenido esencial de la libertad de empresa y del derecho a la propiedad, ni tampoco al principio de subsidiariedad. En opinión de la corte, dicha prohibición facilita también el buen funcionamiento del mercado interior.

El Gobierno polaco había interpuesto también una demanda, con el apoyo de Rumanía, contra la prohibición de los cigarrillos mentolados a partir de 2020. La directiva considera que los aromas favorecen el consumo porque enmascaran el sabor del tabaco. En Polonia los mentolados son muy populares por lo que se le había concedido una prórroga de cuatro años solo a este país. Los jueces le dan la razón a la Comisión que redactó esta legislación porque asumen que el mentol, «con su aroma agradable», hace «más atractivo a los consumidores» el tabaco y contribuye a la iniciación a su consumo y al mantenimiento de la adicción.

Cigarrillos electrónicos

Por lo que se refiere al régimen específico aplicable a los cigarrillos electrónicos, que también se regulan en esta directiva, los jueces concluyen que estos productos tienen características objetivas distintas a las de los productos del tabaco, por lo que la normativa no viola el principio de igualdad de trato al someterlos a un régimen jurídico distinto y, además, menos estricto que el aplicable a los productos del tabaco.

La nueva legislación impone a fabricantes e importadores de cigarrillos electrónicos y recargas nuevas obligaciones como dar a conocer a las autoridades nacionales los productos que se propongan comercializar, advertencias específicas o un contenido máximo de nicotina de 20 miligramos.

La secretaria general de la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA en inglés), Nina Renshaw ha celebrado la sentencia que «confirma la legalidad de la directiva de productos de tabaco» y que también «muestra las tácticas utilizadas por el lobby del tabaco para intentar intimidar a los gobiernos para que no introduzcan políticas y medidas de control para reducir el consumo de tabaco». A su juicio, la UE «tiene el deber principal de proteger los altos estándares de salud pública» y «ahora que las cuestiones legales están establecidas para todos, los Gobiernos no deben retrasar más» la transposición a las legislaciones nacionales de las normas que recoge la directiva en cuestión.

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