El trabajo más triste del mundo: Las matronas que ayudan a parir bebés muertos

En Inglaterra y Gales se ha puesto en práctica un nuevo programa para ofrecer apoyo especializado a los padres cuyos bebés nacen muertos

MADRID Actualizado: Guardar
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La Organización Mundial de la Salud le llama «la epidemia olvidada». Se refiere a aquellas mujeres, unas 7.000 madres en el mundo, que dan a luz a un bebé muerto.

Por ello, para hacer frente a esta terrible circunstancia, en Inglaterra y Gales se ha puesto en práctica un programa que tiene como objetivo ofrecer ayuda a los padres, informa la BBC.

El programa cuenta con parteras que se especializan en nacimientos muertos. Qué se considera un nacimiento muerto - o mortinato-, varía por países.

Pero por lo general se clasifica como la muerte de un bebé después de las 20 semanas de gestación (en Inglaterra y Gales es 24 semanas) o durante el parto. Si se produce antes de las 20 semanas, se trata de un aborto.

La BBC entrevistó a Sue Armstrong, partera que trabajar en el Hospital General de Colchester, en Inglaterra y donde tiene la difícil labor de acompañar a los padres que han perdido un bebé. «Decirte súbitamente que has perdido a tu bebé, que vas a tener que dar a luz a ese bebé, pero que no hablarás con él ni te lo llevarás a casa, que vas a tener que tomar decisiones sobre autopsias, servicios de funeral... bueno, esto es terriblemente abrumador», confiesa.

«Cuando una pareja llega al hospital y experimenta la pérdida de su bebé -quizás porque ya no se escuchan latidos en el feto- es un período extremadamente traumático para ellos», agrega.

La sala Rosemary

En el Hospital hay una sala, Rosemary, donde los padres pasan tiempo con su bebé muerto, está ubicada lejos de la principal sala de partos para proteger a las madres de los sonidos y llantos de los recién nacidos.

Sue Armstrong confiesa que para ella no cree realizar el trabajo más desolador. «Muchas de nosotras realmente consideramos un privilegio poder cuidar a una pareja en un momento tan devastador», concluye.

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