Taxis voladores contra la contaminación

La alcaldía de París estudia el próximo lanzamiento de un «arma estratégica» contra la polución: el vehículo volador (eléctrico) sobre las aguas del Sena

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es la penúltima iniciativa de Anne Hidalgo, alcaldesa de París, que ha utilizado otras «armas» para combatir la contaminación. La circulación alterna se utiliza desde hace años, cuando los partes meteorológicos anuncian subidones significativos de las cotas de polución. Se trata de una medida tradicional y no siempre simbólica, como el día sin coches.

El corte de la circulación en las «autopistas» de las orillas del Sena se ha consumado con muchos problemas. En 1969, la orilla derecha del río se transformó en una vía rápida, por donde circulaban entre 40.000 y 50.000 automóviles cada día. Ese cierre de la margen derecha, transformada en paseo, ha abierto un áspero debate: varias grandes arterias de la capital sufren ahora atascos muy prolongados a consecuencia de la medida.

Seguirán, además, nuevos cierres de grandes avenidas históricas (como la calle de Rivoli) y un aumento espectacular de las multas por aparcamiento, que pasarán de 17 a 50 euros en varios distritos de la capital.

Tras esas experiencias parciales, la alcaldía anuncia una nueva y futurista iniciativa: el taxi y el vehículo aéreos (eléctricos) sobre el Sena. Se trata de un invento de Alain Thébault, que ya lanzó hace años un modelo propio del barco volador, el llamado «hidróptero», un velero capaz de volar a baja altitud y a determinadas velocidades. Thébault presenta de este modo su nueva invención: «Mi Sea Bubbles es un vehículo que podrá funcionar en todas las grandes ciudades con río, como es el caso de París, Londres o Berlín. Podrá utilizarse como vehículo privado o como taxi. Es capaz de navegar y volar sobre un río, el Sena, en este caso. Un medio de transporte ecológicamente perfecto», explica.

Anne Hidalgo, alcaldesa de la capital, que será la primera usuaria honorífica del primer Sea Bubbles, a título experimental, ha comentado: «Sé nadar, claro. Pero confío en el proyecto de Thébault. Sus pequeños vehículos voladores, entre el barquito y el coche utilitario, eléctricos y ecológicos, podrán aportar mucho a la mejora del aire de París. Comenzaremos por hacer algunas pruebas. Y, a partir de ahí, estudiaremos su utilización más o menos generalizada».

La alcaldía de París está negociando con la sociedad estatal que gestiona los puertos de la capital, en el Sena, para estudiar el lugar más apropiado para construir aparcamientos para los futuros taxis/vehículos voladores, en el Sena.

Las pruebas autorizadas desde el Consistorio parisino deberían prolongarse durante varios meses. Si los resultados son positivos, como se espera, podrán lanzarse dos versiones de los Sea Bubbles: una versión taxi, a utilizar por empresas como Uber, y una versión a la manera del más clásico «Auto Lib», un coche eléctrico que los usuarios pueden alquilar para realizar trayectos cortos y medianos dentro de París.

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