El Arzobispo saliente de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, en rueda de prensa en el palacio arzobispal
El Arzobispo saliente de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, en rueda de prensa en el palacio arzobispal - Oriol Campuzano Manobens

Sistach admite que el Papa ha tenido en cuenta la situación de Cataluña al nombrar a Omella

El Arzobispo saliente de Barcelona ha destacado que su sustituto «es una persona sencilla y cercana que lo hará muy bien»

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El Cardenal Arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, reconoció ayer que el Papa Francisco «ha tenido en cuenta" la situación política actual de Cataluña al designar al obispo Juan José Omella como su sucesor.«La Iglesia debe vivir en cada momento. Y se ha tenido en cuenta (la situación actual de Cataluña) para designar al nuevo arzobispo de Barcelona», dijo Sistach en declaraciones a la emisora RAC-1. Refiriéndose a su sustituto, el cardenal arzobispo dijo que «es una persona sencilla y cercana que lo hará muy bien».

Sistach reconoció que «es bastante excepcional» que el Santo Padre le haya concedido cuatro años de prórroga en el mandato de la archidiócesis de Barcelona tras cumplir la edad reglamentaria de 75 años, lo que considera «una deferencia», y valoró que «lo más importante es la diócesis, no el obispo».

«En estos cuatro años he conseguido dar un ritmo de vitalidad a la diócesis», añadió Lluís Martínez Sistach.

Por otro lado, descartó que el Papa haga una visita en breve a Barcelona porque, según dijo, «quiere ir a países pobres. Tiene otras prioridades antes que venir a Europa». A juicio del prelado, «la imagen de la Iglesia ha cambiado (con la llegada del Francisco). Incluso para los no creyentes. El papa tiene dos cosas buenas: habla de lo que interesa a la gente, y habla con un lenguaje que entiende la gente".

A Cañizares: «Hay que ser más prudente»

Respecto a las recientes declaraciones del arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, que cuestionó si todas las personas refugiadas eran «trigo limpio», Sistach opinó que «cada obispo es maestro, pastor y juez de su iglesia diocesana, y en conciencia puede decir lo que cree necesario. Pero hay que ser más prudente porque lo que tú dices incide en los otros lugares, y se debe actuar de manera más colegiada».

El arzobispo emérito de Barcelona se refirió también al caso del sacerdote polaco Kristoff Charamsa, que ha sido expulsado del sacerdocio tras hacer pública su homosexualidad y se ha establecido en Barcelona para vivir con su pareja. «Hay un compromiso. Cuando uno dice que sí (al sacerdocio), procurará ser coherente. No hay que enfocar el tema ni por heterosexual ni homosexual. La coherencia es importante», precisó.

En cuanto al balance de su gestión al frente de la archidiócesis de Barcelona, Martínez Sistach destacó que «ha habido cosas muy positivas en estos once años. Hemos trabajado muchísimo a nivel social, en la evangelización hemos hecho cuatro planes pastorales, hemos cubierto la Sagrada Familia y hemos conseguido la visita del Papa».

Por último, Sistach valoró su participación en el Sínodo de la Familia. «En estas tres semanas he observado tres cosas: primero, el lenguaje y las maneras de hacer del papa Francisco han calado muchísimo; segundo, nunca se citaba tanto al Papa como en este Sínodo se ha citado a Francisco; y tercero, en el documento final notaba que tenía una personalidad propia», concluyó.

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