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Fotografía histórica de estrategas aliados en la preparación del Desembarco de Normandía, al final de la II Guerra Mundial - ABC

El secreto de longevidad de los supervivientes de la Segunda Guerra Mundial

Cuanto más mayores, menos enfermedades crónicas tienen, demuestra un estudio de la Universidad George Washington

MADRID Actualizado: Guardar
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Nacieron en una de las épocas más duras de siglo XX. Vivieron las penurias económicas de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, uno de los periodos más crueles de la historia. Pasaron hambre, apenas tuvieron comodidades y, sin embargo, esa forma de vida tan dura parece haber cincelado organismos humanos a prueba de graves enfermedades. Los supervivientes de aquella época son hoy la generación más longeva, pero poco se sabe cómo lo han conseguido.

Una investigación con ex militares, realizada en el Centro Médico de Veteranos de Washington, ofrece algunas pistas de esta paradoja. Curiosamente, los centenarios estudiados tenían menos incidencia de enfermedades crónicas que a los 80 o 90 años. Cuanto más se acercaban al límite biológico de su vida, más saludables parecían.

El estudio incluyó a veteranos nacidos entre 1910-1915 que vivieron al menos hasta los 80. Se revisó el estado de salud y longevidad de 31.121 octogenarios, 52.420 nonagenarios y 3.351 centenarios. La mayor incidencia de problemas crónicos (fibrilación, insuficiencia cadiaca, EPOC, hipertensión, diabetes o ictus) se halló en los octagenarios. Los que habían superado los 90 también tenían más problemas crónicos, potencialmente letales, que los que habían superado la barrera de los cien años.

Disciplina militar

Los geriatras de la Universidad George Washington creen que una de las claves de la longevidad de los centenarios está precisamente en su pasado militar, en esa disciplina en la que se forjaron que también les ha llevado a tomar buenas decisiones de salud, explican en la revista «Journal of the American Geriatric Society». Por ejemplo, la mayoría no bebía ni fumaba.

«Es una maravilla, considerando las condiciones de vida tan duras que han afrontado, cómo han alcanzado esta longevidad. Este estudio nos ofrece un importante mensaje de resiliencia», señala Raya Elfadel Kheirbek, autor de la investigación y profesor de la Universidad George Washington.

Cuantos más años, más saludables

Kheirbek también cree que su trabajo avala la hipótesis de morbilidad por compresión para explicar una esperanza de vida tan prolongada y un buen estado de salud al final del límite biológico. Esta hipótesis, que en 1980 introdujo el médico James Fries, sostiene que los costes de envejecimiento de una sociedad anciana podrían manejarse si la aparición de las enfermedades crónicas se postponen hasta los últimos años de la vida.

Como dice Kheirbek, «cuanto más años cumplas, más saludable estarás» como les sucede a los centenarios estudiados en comparación con los que «solo» tienen 80.

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