Los scouts que dieron la voz de alarma sobre el incendio de Yeste impidieron una tragedia

Desalojaron a 70 niños con las llamas a 150 metros de distancia

Fotografía facilitada por la Junta de Castilla La Mancha de varios bomberos en labores de extinción del incenio forestal declarado días atras en el municipio de Yeste, (Albacete) y que ha quemado ya 3.200 hectáreas de terreno EFE

JAVIER LÓPEZ

La sangre fría de un grupo de monitores evitó que el incendio de Yeste provocara una tragedia en el campamento de La Raspilla, situado a 150 metros en línea recta del lugar en el que se inició el fuego que ya ha arrasado más de 4.000 hectáreas forestales. En ese lugar disfrutaban de sus vacaciones 70 niños del movimiento scouts San Vicente de Paul 396, de Albacete . Aunque el desalojo llevado a cabo por los propios monitores apenas duró un cuarto de hora, el pánico se apoderó de los niños, angustiados por la proximidad de las llamas.

La versión de los hechos relatada por el movimiento escultista incide en que una cocinera avistó el incendio a las 11 de la mañana del pasado jueves. Llamó entonces a una monitora, que a su vez dio la voz de alarma. A esa hora, los niños más pequeños se bañaban en la piscina del campamento. Los monitores los sacaron del agua y utilizaron el silbato para advertir a los demás de la situación de peligro. Cuando cada uno de los 13 monitores verificó que no faltaba ningún niño de sus respectivos grupos, caminaron con dirección hacia la carretera por un sendero complicado.

Los monitores resaltan que se jugaron la vida para salvaguardar los niños y aseguran que emplearon mangueras contra el fuego y vertieron sobre él agua de la piscina hasta que llegó la patrulla del servicio de extinción de incendio tras ser advertido por una de las cocineras, quien llamó al servicio 112 para anunciarles que se había producido un incendio junto al campamento.

El audio de la conversación refleja la desesperación de esta mujer, que solicitaba que enviaran inmediatamente un hidroavión para apagar el incendio. Paralelamente, una monitora realizaba otra llamada de emergencia para solicitar ayuda. Cuando se llevaron a cabo las llamadas el servicio no tenía constancia del incendio , según asegura el monitora Elena Somoza, sorprendida porque posteriormente se comunicara que había sido advertido desde una torre de control.

En tanto llegaba los servicios solicitados, los monitores se llevaron en sus automóviles a los niños de menos edad , algunos de los cuales lloraban desconsolados porque sus hermanos mayores habían quedado en La Parrilla. Todos se reunirían después en la residencia de estudiantes de Yeste, edificio habilitado por el Ayuntamiento de Yeste, al que agradecen las atenciones que les ha prestado esta institución, así como la Guardia Civil y el resto de organismos que colaboran en la extinción del incendio.

Respecto a las causas, Elena Somoza , aunque admite desconocerlas, resalta que dos días antes se produjeron tormentas en la zona y puntualiza que el fuego se inició fuera del campamento. En cuanto a la magnitud, se muestra desconcertada por el número de hectáreas que ha calcinado. En este sentido, asegura que cuando divisó las llamas, la humareda que desprendían reflejaba que el incendio era importante, pero no tanto como para arrasar el volumen de superficie que ha sido devastado.

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