Una vecina de Seseña
Una vecina de Seseña - Isabel permuy

Qué provoca el humo del incendio: Desde tos e irritación hasta cáncer o agudización del EPOC

Los neumáticos quemados emanan hidrocarburos aromáticos policromados que son altamente tóxicos y cancerígenos

MADRID/BARCELONA Actualizado: Guardar
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El incendio provocado en el vertedero ilegal de neumáticos en Seseña (Toledo) es el más grande registrado en Europa hasta la fecha. Ahora la prioridad es proteger a la población y al medio ambiente, ya que un incendio de estas características puede provocar serios problemas, sobre todo para la salud. «Todas las combustiones de sustancias que se producen con poco oxígeno y producen mucho humo negro (no solo neumáticos, incluso un vinilo en casa) liberan hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH, por sus siglas en inglés) como el benzopireno que es cancerígeno y que, de hecho, está presente en el tabaco», explica el especialista en Salud Pública, Juan Martínez.

Los PAH se encuentran en el petróleo, el carbón y en depósitos de alquitrán, y son altamente tóxicos.

Aparte de cancerígenos, «son mutágenos, es decir, capaces de alterar o cambiar la información genética (usualmente ADN) de un organismo», explica Joan García, catedrático de Tecnologías Ambientales de la Universidad Politécnica de Cataluña. «La inhalación de este tipo de productos a través de la vía aérea llega al espacio alveolar donde se producen reacciones inflamatorias», añade Julio Ancoechea, jefe de Servicio de Neumología del Hospital La Princesa.

Exposición no prolongada

«En caso de una exposición aguda, puede provocar una exacerbación de patologías de base, como los pacientes con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), neumopatías intersticiales, asmabronquial, etcétera. En personas con insuficiencia cardiaca, además, produciría una agudización haciendo que el paciente tenga que ir al servicio de Urgencias», explica Ancoechea.

Si se trata de personas sanas, sin patologías, puede producirse un fenómeno irritativo, tos y otros síntomas variados. El neumólogo consultado matiza, sin embargo, que pese a que se trata de sustancias cancerígenas, se necesita una exposición prolongada (durante años) y no aguda como es el caso del incendio para desembocar en un tumor.

También hay que tener en cuenta los daños que este tipo de sustancias pueden provocar al medio ambiente, especialmente al suelo. «Los neumáticos contienen compuestos orgánicos y carbonosos (carbono, hidrógeno y oxígeno) que son muy inflamables. Si pusiéramos los neumáticos en una planta incineradora, se tritura la rueda y se pulveriza. Al quemarse con oxígeno que se inyecta, se evita que emanen muchas partículas. En este caso, al ser ilegal y estar al aire libre, se ha producido una combustión incompleta, con deficiencia de oxígeno que produce la emisión de partículas carbonosas negras, grafitizadas provocando la emisión de hidrocarburos aromáticos policíclicos que tienen un impacto ambiental importante», explica Xavier Querol, profesor del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Estas sustancias tóxicas, explica Querol, pueden producir la contaminación de los suelos generando también problemas en la cadena trófica, en plantas y animales. Matiza que se trata de una zona reducida y que si se consigue extinguir, dependiendo de las condiciones meteorológicas, puede diluirse y no perjudicar tanto. Si lloviese, se apagaría el fuego, pero como contrapartida, el agua ayudaría a una penetración de sustancias tóxicas en el subsuelo.

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