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Panglolín - AFP

Prohíben el comercio del pangolín, el mamífero más traficado del mundo y del mono de Gibraltar

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) decretó este miércoles la prohibición total del comercio internacional del pangolín y del mono de Gibraltar, un primate del norte de África que tiene en España la principal puerta para su venta ilícita en Europa

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La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) decretó este miércoles la prohibición total del comercio internacional del pangolín y del mono de Gibraltar, un primate del norte de África que tiene en España la principal puerta para su venta ilícita en Europa.

Reunidos en Johannesburgo en su decimoséptima conferencia, delegados de los 182 países signatarios incluyeron al pangolín y al mono de Gibraltar en el apéndice I de la Convención, en el que se encuentran las especies más amenazadas y que prevé los castigos más severos para quienes comercialicen con ellas.

Ambos estaban hasta ahora en el apéndice II, que permitía el comercio con permisos especiales.

El pangolín es, según datos de organizaciones ecologistas, el mamífero con el que más se trafica en todo el mundo.

Con presencia en varios países africanos y asiáticos, las escamas, la carne y la piel de este animal alcanzan grandes precios en el mercado negro, sobre todo asiático.

El pangolín se utiliza para la alta cocina y la medicina tradicional en países como China.

La elevada demanda asiática ha puesto al borde de la extinción a las poblaciones de pangolín de este continente, lo que ha hecho que los compradores recurran ahora a los pangolines africanos.

Escondido en los vehículos

Inmediatamente, después de que decidiera sobre el pangolín, el comité de la CITES tomó la misma resolución sobre el mono de Berbería, más conocido como el mono de Gibraltar, al aprobar por unanimidad la propuesta presentada por la Unión Europea y Marruecos.

Su traslado al apéndice I permitirá a las autoridades de Marruecos aplicar mayores sanciones a quienes capturen y exporten a este animal, que llega a Europa escondido en los vehículos que cruzan el Estrecho.

La población de este primate ha descendido durante los últimos 30 años de los 23.000 a una cifra sin determinar situada entre los 6.500 y los 9.100 ejemplares

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