Planeta limitado

Hace 150.000 años que la especie humana apareció en la Tierra, un planeta que tiene más de 4.000 millones de años y en el que desde hace 3800 millones existen seres vivos. Como única especie dotada para la reflexión, seguimos y seguiremos preguntándonos si todo ha sido fruto de un azar ciego o, más bien, resultado de una acción trascendente que da sentido a nuestra vida. Pero, nuestra capacidad para actuar técnicamente sobre la naturaleza define un período Antropoceno, de éxito reproductivo de nuestra especie que domina el conjunto del planeta.

Mucho se ha debatido desde que Malthus, a finales del siglo XVIII, señalara la inexorable limitación de la Tierra para ofrecer alimento a una población creciendo en progresión geométrica.

Una predicción que se vio desmentida, por el imparable perfeccionamiento técnico que el conocimiento científico ha hecho posible. Un 40% de la superficie terrestre es ya terreno cultivable capaz de alimentar a una población creciente (las desigualdades en el reparto tienen otro origen). Las limitaciones y amenazas, para la población humana actual y futura pueden ser analizadas, incluso valoradas con modelos predictivos.

La limitación de reservas de agua dulce, la pérdida de biodiversidad, la alteración ciclos de algunos elementos, la emisión de gases de efecto invernadero, el agotamiento de recursos marinos y otros factores suponen la evidencia actual de los límites propios del ambiente en que vivimos. Pero, igualmente sucede que al avance científico-técnico del que el hombre ha sido capaz, posibilita no sólo conocer esos límites, sino afrontarlos con soluciones. Estos días la revista Science presenta la realidad y complejidad del problema de unos límites que se pueden estar forzando. Pero también propone el estímulo que se deriva de avances reales como la reducción de la deforestación de la Amazonía, el incremento de las zonas marinas protegidas o el aumento de energía renovable utilizada, lo que aporta una visión más optimista. Nuestro conocimiento puede propiciar una voluntad de afrontar la vida en un planeta limitado, son inteligencia y generosidad.