Qué persigue la gente cuando bebe ayahuasca o yagé

La ayahuasca es una liana que se encuentra en la selva amazónica. También es un preparado, una especie de brebaje que los pueblos indígenas del Amazonas consumen desde siempre. Y el resultado de su tratamiento es una droga que provoca adicción.

En el mundo indígena se conoce como ayahuasca o yagé a la bebida elaborada a partir de la combinación de dos plantas: la liana Banisteriopsis caapi con otras plantas, en particular los arbustos llamados chacruna o Psychotria viridis, Diplopterys cabrerana y Mimosa hostilis, que contiene el alucinógeno dimetiltriptamina (DMT). Y este alucinógeno es ilegal en países como Estados Unidos y el Reino Unido. Se basan en que el consumo de yagé puede tener serias implicaciones para alguien con problemas de salud mental, pues el alucinógeno puede ser responsable de desencadenar trastornos.

Los efectos que produce su toma son visiones, emociones diversas y procesos de catarsis a los que las tradiciones amazónicas reconocen un valor potencialmente sanador . También puede producir descompensaciones y brotes psicóticos . Se han dado casos en los que el consumo de ayahuasca produjo ataques de pánico, ansiedad, euforia, alucinaciones, delirios y cuadros de esquizofrenia.

Pero en Suramérica la ayahuasca es una parte integral de algunas sociedades tribales. En 2008, el Ejecutivo de Perú reconoció esta bebida como «uno de los pilares básicos de la identidad de los pueblos amazónicos».

Hay un farmacólogo catalán, Jordi Riba (Barcelona, 1968), que acaba de ser incluido por la revista norteamericana «Rolling Stone» en la lista de las 25 personalidades más influyentes en el mundo de la ciencia y ha sido a raíz de sus investigaciones con sustancias entre las que la ayahuasca ocupa un lugar preferencial. Según la publicación, Riba, jefe del grupo de Neuropsicofarmacología del Instituto de la Investigación Hospital de Sant Pau, ha profundizado en parte del potencial que esconde esa bebida, a nivel científico.

Riba ha contado que también se organizan «tomas de ayahuasca» en grupos de latinoamericanos venidos a Barcelona, Madrid, o Baleares.