El Papa Francisco, ayer, en la primera visita de un Pontifice a una iglesia anglicana en Roma
El Papa Francisco, ayer, en la primera visita de un Pontifice a una iglesia anglicana en Roma - EFE

Francisco revela su deseo de viajar con Justin Welby a Sudán del Sur para frenar la guerra civil

En la primera visita de un Papa, la parroquia anglicana de Roma le agradece «su liderazgo mundial y su inspiración»

Corresponsal en El Vaticano Actualizado: Guardar
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En un clima de confianza y cariño fraterno, el Papa Francisco reveló este domingo a los fieles de la parroquia anglicana de All Saints en Roma su proyecto de viajar a Sudán del Sur con el primado Justin Welby para intentar poner fin a la guerra civil y llamar la atención del mundo sobre la hambruna que afecta ya a dieciséis millones de personas en el Cuerno de África.

En la primera visita de un papa a una iglesia anglicana en Roma, Francisco comentó a los fieles que «los obispos anglicanos y católicos han venido a pedirme que vaya a Sudán del Sur, pero no solo sino con el primado Justin Welby. Todos quieren la paz. Estamos viendo si se puede hacer el viaje».

Sudán del Sur, el Estado más reciente en el mundo, se desangra en una guerra civil iniciada en 2013 entre el presidente Salva Kiir y los rebeldes del ex vicepresidente Rick Machar, con horrendos crímenes de guerra contra civiles, cercanos al delito de genocidio, por ambas partes. Aunque sufre una grave sequía, la principal causa de la hambruna es la guerra, que impide el acceso de ayuda humanitaria.

La expresión «Obispo de Roma«, utilizada despectivamente por la Iglesia de Inglaterra para recortar la autoridad del papa a un pequeño territorio, cobró el domingo nuevo significado con la primera visita de un papa a la bicentenaria parroquia anglicana de All Saints en la Ciudad Eterna.

Liderazgo global

El obispo anglicano de Europa, Robert Innes, recibió al Papa Francisco dando «gracias a Dios por su liderazgo global y por la inspiración particular que usted representa para nosotros, los miembros de la Comunión Anglicana».

Según el obispo Innes, «usted nos ha recordado la importancia de servir en medio de los pobres. Ha tomado postura junto a los refugiados e inmigrantes. Ha puesto en marcha el esfuerzo contra la esclavitud moderna y el tráfico de seres humanos. Ha retado a los miembros de la Unión Europea a redescubrir su herencia cristiana y sus valores».

El párroco anglicano de All Sainst, Jonathan Boardman, manifestó al Santo Padre que «en el momento de la división, mis correligionarios utilizaban la expresión ‘Obispo de Roma’ como un insulto para menospreciarlo. Hoy, en cambio, reconocemos su papel único en el testimonio del Evangelio y su amabilidad pastoral con nosotros y con muchos otros cristianos en todo el mundo». Le recibían como un héroe y como un hermano.

Hermanamiento All Saints-Ognissanti

Igual que en las visitas a las parroquias católicas de Roma, el Papa ha saludado a muchos miembros de la comunidad, que le presentaba la vicepárroco Dana English, y que se emocionaban al darle la mano o abrazarle.

Como recuerdo del 200 aniversario de la parroquia anglicana de Roma el Papa bendijo un icono neo bizantino del Salvador inspirado precisamente en el más antiguo de la ciudad, conservado en la basílica de San Juan de Letrán, la catedral del Obispo de Roma.

La visita incluyó la formalización del hermanamiento entre la parroquia anglicana de All Saints y la católica de Ognissanti, que llevan el mismo título en la misma ciudad. La firma del documento, por los sacerdotes y algunos fieles de las respectivas parroquias, arrancó un gran aplauso.

La parroquia católica de Todos los Santos, de la que es titular el cardenal Walter Kasper, antiguo presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, fue elegida por el Papa Pablo VI para celebrar allí la primera misa de un papa en italiano después del Concilio Vaticano II.

Las dos parroquias están realizando conjuntamente actividades de ayuda a personas pobres o sin techo en la ciudad de Roma, y son un ejemplo vivo de amistad después de una ruptura provocada sobre todo por intereses políticos del rey Enrique VIII de Inglaterra.

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