La profesora Carmen Alejos
La profesora Carmen Alejos - Manuel Castells

«Ser mujer en la Iglesia no implica asumir el papel que tiene el sacerdote»

La teóloga Carmen Alejos asegura que «el sacerdocio no es un derecho sino un don»

Madrid Actualizado: Guardar
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El trabajo de Carmen Alejos como teóloga y profesora de Historia de la Iglesia en la Universidad de Navarra es un buen ejemplo del destacado papel que realizan muchas mujeres dentro de la Iglesia sin llegar a ser sacerdotes u obispos.

En la misma línea que el Papa Francisco, durante su encuentro el jueves con un grupo de religiosas que le pidió el acceso de la mujer al diaconado permanente, esta experta en historia de las ideas religiosas latinoamericanas cree necesario no olvidar que el sacerdocio «no es un derecho» sino «un don».

¿Qué se sabe del papel de la mujer en la Iglesia primitiva?

No se sabe mucho. El Papa lo dice claramente que no se sabe cuál era el papel de la mujer en la Iglesia primitiva.

Sí se sabe que al principio de la Iglesia y, en la actualidad, había vírgenes consagradas que ayudaban en las tareas. ¿Cuáles eran? No se sabe con certeza porque en los primeros siglos las cosas no estaban tan perfiladas como las tenemos ahora, ya que era una Iglesia naciente. Muchas veces se usan de modo paralelo términos como presbíteros, obispos, diáconos, pero al principio no había mucha diferencia.

¿Cuál es el papel de la mujer en la Iglesia?

La cosa está bastante clara porque el papel de la mujer es el que tiene cualquier bautizado, ya sea hombre o mujer.

¿Qué hay detrás de la petición de las religiosas al Papa de que la mujer pueda acceder al diaconado permanente?

Está muy claro en las respuestas que les da el Papa. Por un lado, les pide evitar el clericalismo. Ser mujer en la Iglesia no implica asumir el papel que tiene el sacerdote. El Santo Padre también resalta el

«Realmente en la Iglesia primitiva la gente vivía más como cristianos bautizados que como clérigos»

papel del servicio. El servicio no implica ser sacerdote, porque si no estamos clericalizando la vida cristiana. La mujer no es más por ser diaconisa o por ser sacerdote. Por último, el Papa les pide evitar los peligros del feminismo porque el feminismo está llevando a que la mujer tenga que tener el mismo papel que el hombre. Ese es el peligro del feminismo: pensar que una mujer es más mujer porque es igual al hombre.

¿Llama la atención que sean las religiosas quienes pidan al Papa que se estudie el papel de la mujer en la Iglesia primitiva para analizar su acceso al diaconado permanente?

Cuando una religiosa no se preocupa por el servicio de las almas sino que se ocupa por tener un papel dentro de la estructura eclesiástica entonces es cuando te quieres convertir en un clérigo. Nos estamos olvidando de que la mujer tiene algo distinto que aportar.

El propio Papa Francisco había dado por cerrado el debate sobre el acceso de la mujer a la ordenación sacerdotal...

«Si queremos volver al principio volvamos, pero de verdad»

Eso fue hace muchos años, porque un Papa no puede cambiar lo que desde hace siglos es la tradición de la Iglesia. Lo que pasa es que es un tema recurrente del feminismo el querer hacer a la mujer como los hombres. Mi papel en la Iglesia no es ser sacerdote ni clericalizar mi papel. Como cristiana puedo aportar muchas cosas. La mujer tiene que redescubrir su papel.

Se podría pensar que en la Iglesia primitiva el diaconado se entendía de forma distinta a la que se entiende ahora tras el Concilio Vaticano II...

No soy experta en el tema. Realmente en la Iglesia primitiva la gente vivía más como cristianos bautizados que como clérigos. Los clérigos eran una entidad muy mínima y la Iglesia no giraba en torno a la estructura jérarquica como ahora nos encanta hacer. Giraba en torno a un bautizado y la fuerza que eso tenía. Eso es lo que hemos perdido. Si queremos volver al principio volvamos pero de verdad. No a la clericalización de la Iglesia.

Llama la atención que cada tanto surja esta demanda de la mujer de acceder al sacramento del Orden...

Son los coletazos del feminismo que le parece que el ser sacerdote es un derecho, no un don. Es un don que Dios quiere dar a los varones. Cuando tu ves que todo en la vida es obtener un derecho, pues si no puedo acceder al derecho a ser sacerdote, no dispongo de un derecho. Aquí estamos hablando de planes distintos. No estamos hablando de un derecho reconocido por la ONU, estamos hablando de cosas distintas.

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