Médicos advierten del uso abusivo de psicofármacos en ancianos

Revisar la prescripción de estos medicamentos reduciría en un 40% su uso, según un estudio

Barcelona Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Sobrerecetar psicofármacos (ansiolíticos, sedantes y antidepresivos tricíclicos) a los ancianos con demencia puede mermar su capacidad cognitiva y causarles problemas de rigidez y somnolencia. Por ese motivo, los expertos abogan por racionalizar la prescripción de estas sustancias y limitarla a los casos estrictamente necesarios. Un estudio del Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol (Idiap Jordi Gol) y del Instituto Catalán de la Salud (ICS) concluye que una revisión de la prescripción de psicofármacos a estos pacientes conseguiría reducir en un 40 por ciento el número de estos medicamentos prescritos.

El informe, al que ha tenido acceso ABC, destaca, entre otros resultados, que cuatro de cada diez personas mayores de 65 años con demencia consumen antidepresivos cuando está demostrado el efecto perjudicial que tiene en la salud el abuso de estas sustancias.

Según la farmacéutica del ICS e investigadora del Idiap, Mireia Massot, la demencia es una enfermedad degenerativa que provoca deterioro de la memoria, pero también de otras funciones cognitivas.

Según Massot, frecuentemente las demencias generan síntomas psicológicos y conductuales como agitación, irritabilidad, trastornos del sueño, alucinaciones o agresividad. A su juicio, «el tratamiento para paliar estos síntomas sería el establecimiento, en un primer momento, de medidas no farmacológicas y, en caso de que no sean efectivas, habría que añadir un tratamiento con medicamentos para paliar los síntomas», informa Efe.

Relacionan su alto consumo con una pérdida de la capacidad cognitiva, rigidez y somolencia

Sin embargo, la prevalencia de psicofármacos en pacientes mayores de 65 años es muy elevada. Varios estudios sitúan la prevalencia de consumo de benzodiacepinas en estas edades en el 20 por ciento, de antidepresivos en un 40 por ciento y de antipsicóticos en un 24,8 por ciento.

El estudio, que se ha realizado sobre una muestra de 182 ancianos de cinco residencias geriátricas de la provincia de Barcelona, ha analizado si se podría reducir la prescripción de psicofármacos para tratar los síntomas psicológicos conductuales de estos ancianos dementes. Para ello, los investigadores revisaron la medicación pautada a estos pacientes y, al mismo tiempo, ofrecieron formación al profesional de medicina de la residencia para que revisara el tratamiento farmacológico en función de las patologías de los ingresados, sus variables clínicas y su estado general.

Al hacer un seguimiento al cabo de un mes de la revisión y la formación, el estudio constató una reducción de la prescripción de psicofármacos de un 39,57 por ciento. En cifras, se pasó de un consumo inicial de 508 psicofármacos a 332, después de la intervención. Una de las formas de revertir esta situación es, según los especialistas, impulsar la formación de los facultativos de estos centros.

«El estudio ha demostrado que hay que revisar las pautas de medicación y ofrecer formación a los médicos de las residencias, para adecuar la prescripción en el estado general del paciente y su clínica», apunta Mireia Massot.

Ver los comentarios