Victoria Anna Perea, la primera «niña probeta» de España y el doctor Pedro Barri
Victoria Anna Perea, la primera «niña probeta» de España y el doctor Pedro Barri - Pep Dalmau

«Ser madre a los 64 es aberrante desde el punto de vista médico»

El director del centro Salud de la Mujer Dexeus, Pere Barri, recuerda que el riesgo de padecer diabetes gestacional, problemas vasculares o hipertensión se dispara a partir de los 50

Barcelona Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Casos como el de la mujer de 64 años de Burgos que acaba de dar a luz a mellizos en España desdibujan el objetivo real de las técnicas de reproducción asistida, que es, sobre todo, ayudar a quienes tienen problemas de fertilidad», asegura a ABC el doctor Pere Barri, director del centro Salud de la Mujer Dexeus y, junto a la doctora Anna Veiga, directora de I+D en Medicina de la Reproducción del centro, padres de la primera «niña probeta» de España,Victoria Anna Perea.

Barri y Veiga, que este jueves presentaron en Barcelona un estudio sobre la evolución del perfil de las pacientes que recurren a estas técnicas en su centro, insistieron en la necesidad de educar a la población sobre los riesgos que conlleva la maternidad tardía.

«Llevar la edad biológicamente fértil al extremo de los 64 años es aberrante desde el punto de vista médico», dijo Barri y recordó que el riesgo de padecer diabetes gestacional, problemas vasculares o hipertensión, además de malformaciones en el feto, se dispara a partir de los 50 años.

«No conozco el caso de esta mujer desde el punto de vista clínico, probablemente no ha pasado nada porque ha estado bien atendida y controlada, aunque el riesgo existía», afirmó el director del centro Salud de la Mujer Dexeus y reclamó un protocolo estricto que regule el riesgo de estas mujeres. Señaló, asimismo, que existe un consenso científico en España que fija la edad límite en los 50 años, aunque reconoció, no obstante, que hay excepciones. «Son excepciones dentro de un margen de años normal, es decir dos años por abajo o por encima de esta edad consensuada. No es lo mismo llevar a la maternidad a una mujer de 52 años o 48 que a una de 60», subrayó el especialista.

Se multiplican por diez las mujeres que optan por congelar sus óvulos desde 2009

«Es indignante»

Veiga, por su parte, criticó que el parto de esta mujer a los 64 años se intente explicar como un logro cuando «lo que demuestra es que se están perdiendo las referencias». «Es indignante», dijo la bióloga catalana refiriéndose al citado parto.

Barri hizo estas declaraciones en la presentación del informe de Salud de la Mujer Dexeus que revela que más de la mitad de las mujeres que optan actualmente por la reproducción asistida en su centro supera los 40 años y que la causa más frecuente de la infertilidad son los problemas asociados a la edad avanzada. El estudio se presentó en el marco de la entrega del Premio Internacional Fundación Dexeus de la Salud de la Mujer, que se concede a las personas o instituciones por su contribución real en el campo de las ciencias de la salud, especialmente en el ámbito de la obstetricia, la ginecología y la medicina de reproducción. En el acto estuvieron presentes también la primera «niña probeta» del mundo Louise Brown y la primera de España, Victoria Anna Perea.

Según el informe, la edad media de las mujeres que solicitaban tratamientos de reproducción asistida en este centro era de 35 años en 1995, mientras que en 2016 alcanzó los 39 años, y las pacientes que superaban los 40 años han pasado del 11 por ciento al 50,6 por ciento en el mismo periodo. «La edad de las pacientes avanza y las mujeres llegan a plantearse el embarazo cuando la reserva ovárica ya está muy comprometida», advierte Barri, quien, junto a Anna Veiga, abogan por mejorar la información reproductiva en las escuelas.

Más diagnóstico preimplantacional

«A partir de los 40 años la probabilidad de embarazo es más baja porque se producen menos óvulos y el 50 por ciento son anormales cromosómicamente; hay más riesgo de aborto, y el embarazo requiere más vigilancia», según Barri.

Esta situación explica el aumento del 4,7 por ciento en 2010 al 30 por ciento en la actualidad de la técnica de Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) para «mitigar los efectos de la edad», ya que permite examinar el material genético para descartar mutaciones genéticas y malformaciones.

Cuatro de cada diez mujeres que se someten a una FIV lo hace con óvulos de donante

Otros efectos de la maternidad tardía han sido el incremento de las mujeres que recurren a óvulos de donante -según el último informe publicado por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), España es el país que lleva a cabo más tratamientos de ovodonación, prácticamente el 50 por ciento de los que se realizan en Europa- y de las que congelan sus óvulos porque deciden posponer su maternidad. Entre 2009 y 2016 se han llevado en el centro que dirige Pere Barri 510 preservaciones de óvulos de mujeres con una media de edad de 36 años. Para Veiga, la congelación es una técnica fantástica, pero ha lamentado esta opción cuando se produce por no poder compatibilizar la maternidad con la vida laboral. «No me gusta intentar utilizar determinadas técnicas para hacer apaños de situaciones que no son las que deberían ser», apunta la especialista.

La Directora I+D+I del Servicio de Medicina de la Reproducción de Salud de la Mujer Dexeus avanzó durante el encuentro las diversas líneas de investigación que podrían tener un impacto en la medicina reproductiva del futuro, entre las cuales se encuentran el trasplante de útero o el uso de células madre pluripotentes.

Maternidad subrogada, pero sin comercio

Preguntado sobre la gestación subrogada, Barri afirmó que ésta es técnicamente muy simple y tiene resultados muy buenos y ha aseguró que esta técnica sería vista más positivamente por la sociedad si se eliminaran «los vínculos económicos y el comercio» que la rodea. Veiga reclamó también un registro único de donantes de esperma, para controlar los descendientes que tiene una misma persona.

Ver los comentarios