Dos mujeres observan juguetessexuales durante la jornada inaugural de la feria erótica
Dos mujeres observan juguetessexuales durante la jornada inaugural de la feria erótica - EFE

Los juguetes sexuales son más seguros que los infantiles

Un estudio elaborado en Suecia indica que la mayoría cumple la normativa sobre sustancias químicas prohibidas

Corresponsal en Copenhague Actualizado: Guardar
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Los juguetes sexuales son más seguros para los consumidores que los juguetes infantiles, al menos, en lo que concierne a determinadas sustancias químicas, según un estudio que ha llevado a cabo Kemi, la Agencia Sueca de Productos Químicos. De los 44 juguetes para adultos analizados y que fueron escogidos al azar entre 16 empresas, tan solo uno de ellos contenía parafinas cloradas, una sustancia peligrosa para el medio ambiente que puede causar cáncer, por lo que ya ha sido retirado del mercado.

Otros tres objetos de imitación de cuero para prácticas masoquistas tenían más de un 0,1 por ciento de phtalatos DHEP, una sustancia que no está prohibida por la Unión Europea pero forma parte de una lista de ingredientes peligrosos, ya que puede afectar el equilibrio hormonal y dañar la función reproductora.

Sin embargo, los juguetes eran para uso exterior, por lo que no se ha prohibido su venta.

Unos resultados que contrastan con los obtenidos hace dos años cuando se analizaron juguetes infantiles. Si tan solo un 2 por ciento de los juguetes para adultos tiene alguna sustancia peligrosa, en el caso de los juegos para niños, la proporción era de un 15 por ciento. Además, tampoco había sustancias prohibidas en los juguetes sexuales electrónicos, mientras que otro estudio llevado a cabo por la agencia en 2016 encontró que el 38 por ciento de los productos electrónicos que estaban a la venta contenía sustancias químicas perjudiciales.

«Es positivo que la mayoría de los productos haya pasado esta inspección sin problemas, a pesar de que los juguetes sexuales pueden contener productos químicos peligrosos. Nuestra investigación muestra que otras compañías de otros sectores pueden aprender del trabajo que realizan las empresas fabricantes de juguetes sexuales en lo que respecta a las sustancias químicas», explicó Frida Ramström, una de las inspectoras de la agencia.

En declaraciones al diario «The Local», Ramström indicó que era difícil determinar la razón por la que los juguetes infantiles contienen más productos químicos peligrosos, aunque aventuró que muchos son importados de Asia donde los controles de seguridad no son tan estrictos como en Europa. «La lección que sacamos de esto es que para hacer materiales sin sustancias peligrosas, probablemente las empresas fabricantes de juguetes sexuales especifican mejor a los proveedores acerca de qué sustancias no deben ser utilizadas», añadió.

Kemi es una organización dependiente del gobierno que se encarga de supervisar los ingredientes químicos a los que se ven expuestos los consumidores y que ayuda a las autoridades tanto locales como europeas a legislar en esta materia.

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