Última reunión de la Subcomisión que ha negociado el Pacto contra la Violencia de Género
Última reunión de la Subcomisión que ha negociado el Pacto contra la Violencia de Género - EFE

La izquierda quiso incluir el aborto y la gestación subrogada en el pacto de violencia de género

«El método ha sido que sobre lo que no hubiera acuerdo se emitiría un voto particular»

Madrid Actualizado: Guardar
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El Pacto contra la Violencia de Género, aprobado el martes en el Congreso y el Senado, ha sido un « logro histórico, sin precedentes», como aseguraba a ABC el vicesecretario de Política Social del PP, Javier Maroto. Una satisfacción que tiene su lógica, ya que pueden ofrecer a Mariano Rajoy el primer, y quizás el único, gran acuerdo social de la Legislatura. Sobre todo, teniendo en cuenta que la mayoría de los grupos políticos recelan de un consenso similar en torno al Pacto por la Educación. «Veremos a ver qué pasa», aseguran a ABC fuentes parlamentarias, conscientes de que las diferencias, sobre todo entre el nuevo PSOE de Pedro Sánchez y el PP, se han ido ensanchando.

El largo camino de cinco meses hasta llegar al aplauso de todos los grupos a este acuerdo no ha sido fácil.

El problema que se han encontrado ha sido la intención de algunos partidos de utilizar el pacto para hablar de otras cuestiones como el aborto o la gestación subrogada. En definitiva, hacer populismo e introducir cuestiones partidistas que no garantizaban el consenso. Pero la máxima que han cumplido a rajatabla todos los grupos ha hecho posible que estos temas no se incorporaran al documento final de medidas.

No hubo votaciones

«La metodología era que, sobre todos los temas que no había acuerdo, se emitiría un voto particular», señala uno de los miembros de la Subcomisión donde se ha fraguado el acuerdo. Esta actitud ha servido para evitar la confrontación e incómodas votaciones. «Solo se ha votado el calendario y no se ha impuesto nada. Todo ha sido fruto del acuerdo», señala esta misma fuente.

El mayor punto de fricción ha sido la supresión del derecho de dispensa a declarar, al que Podemos se negó. Por ello, ha sido necesario hacer una «redacción más light», y no tan contundente como la mayoría de los grupos hubiera preferido. De hecho, la secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Calvo, reprochó ayer a la formación de Pablo Iglesias no haber incluido la reforma del artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Este asunto formará parte de los votos particulares que presentará el viernes el PSOE en la Comisión de Igualdad.

Recursos económicos

Además, los socialistas pedirán que los recursos económicos se activen pronto y que se acorten los plazos en la tramitación de las 200 medidas. Otro de los votos particulares del PSOE podría referirse a la gestación subrogada, sobre la que se muestran en contra. Sus representantes en la Subcomisión quisieron hacer una referencia en el documento, pero Ciudadanos se negó.

Igualmente, Podemos manifestó su interés de hacer alusión al aborto, pero también fue rechazado, por lo que podría formar parte de sus votos particulares.

A lo largo de la negociación todos los grupos intentaron evitar cualquier tipo de protagonismo para que nadie se adjudicara el éxito del acuerdo. Sin embargo, las alarmas saltaron el pasado mes de junio, cuando el PSOE anunció una reunión con los medios de comunicación para presentar sus medidas. Los socialistas tuvieron que cancelarla, ya que el compromiso era que hasta el día de la aprobación del documento, ningún partido político desvelaría el contenido de las negociaciones.

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