Cada 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques
Cada 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques - EFE
Investigación

Hallan bosques dispersos por las tierras áridas del planeta, equivalentes a otra Amazonía

Una nueva estimación de la cobertura forestal en zonas áridas eleva la superficie global de bosques en un 9%

Madrid Actualizado: Guardar
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Las tierras secas o áridas, donde las precipitaciones son contrarrestadas en gran medida por la evaporación en superficie y la transpiración de las plantas, cubren alrededor del 40% de la superficie terrestre de nuestro planeta. A pesar de que estas tierras secas contienen algunos de los ecosistemas más amenazados, incluyendo 8 de los 25 llamados «puntos calientes de biodiversidad», el conocimiento sobre ellas es limitado.

Tanto es así que buena parte de los bosques que crecen en estas tierras ha pasado desapercibido a nuestros ojos hasta ahora, según una investigación internacional coordinada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que es portada del último número de «Science».

A partir de datos de satélites los investigadores han realizado una nueva estimación sobre la cobertura forestal en estas tierras secas y han encontrado que hay 467 millones de hectáreas más de bosques.

«Hemos encontrado un bosque del tamaño de la Amazonía que no conocíamos, que se mantenía escondido porque está disperso por todas las zonas áridas del planeta», cuenta a ABC Luis G. García-Lorenzo, profesor en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Politécnica de Madrid, cuyo equipo ha participado en este estudio.

Esto supone un aumento de entre un 40 y un 47% de la cobertura forestal que se estimaba para las zonas áridas, y eleva un 9% la superficie global de bosques que hay en el planeta. Para llegar a este resultado, los investigadores analizaron datos de satélites de Google Earth y utilizaron un conjunto detallado de muestras de más de 213.000 parcelas de 0,5 hectáreas cada una, ubicadas en diferentes lugares de todo el mundo (15.000 de ellas en Europa y Rusia). Del análisis de esos datos resultan estos 467 millones de hectáreas de bosques de las que no teníamos constancia.

Los nuevos datos muestran que el área total de bosque seco (1.079 millones de hectáreas) es similar al área de bosque húmedo tropical, cuya última estimación en el año 2000 fue de 1.156 millones de hectáreas. Y su distribución se concentra al sur del desierto del Sahara, alrededor del mar Mediterráneo y África meridional, India central, costa de Australia, Suramérica occidental, noreste de Brasil, norte de Colombia y Venezuela, y en el cinturón norte de los bosques boreales de Canadá y la Federación Rusa.

El caso español

Como explica García-Lorenzo, «las tierras secas no tienen por qué ser desiertos. La idea de aridez no es que no llueva nada, sino que puede estar lloviendo, pero luego se seca el suelo mucho, por la evapotranspiración, lo que hace que la vegetación no pueda disponer de esa agua». Por eso, los árboles de estos bosques -continúa Gonzaga- «tienen raíces muy profundas para buscar el agua, lo cual les confiere mucha importancia ecológica».

En España hay bastantes zonas secas, pero no áridas en términos técnicos, salvo unos puntos muy concretos en Almería. «En nuestro territorio las zonas secas son semiáridas y subhúmedas», matiza el investigador. «De hecho –prosigue- en España no nos llevamos tanta sorpresa de que hubiera tantos árboles en las tierras secas, porque sabemos que nuestra vegetación está muy adaptada a la sequedad, como las encinas. La gran sorpresa ha sido en zonas áridas más duras, de África, por ejemplo».

En nuestro país, pone como ejemplo este investigador, las encinas, ciertos pinos, alcornoques y sabinas están muy acostumbrados a soportar la sequedad en el suelo. «Hay ejemplares de sabina negra, que crecen en la zona más dura y seca del centro del Levante, en los que hay años en que solo reciben el equivalente de un vaso de agua en lluvia, como aporte neto, puede llover más pero luego se seca o el suelo es muy pedregoso y se filtra. Esto se considera tierras secas».

Sumidero oculto de CO2

Hasta ahora las estimaciones que se habían hecho sobre los bosques en zonas áridas habían estado plagadas de disparidades, motivadas por diferencias en la resolución de satélites espaciales, distintos enfoques de mapeo y las diferentes definiciones acerca de lo que constituye o no un bosque. Esto había llevado a que surgieran importantes dudas acerca de la fiabilidad de las estimaciones sobre las áreas con bosques a escala mundial y sobre la contribución real de los bosques al ciclo de carbono global.

Se calcula que un tercio de las emisiones de CO2 debidas a la actividad humana son absorbidas por ecosistemas terrestres, por ejemplo, la tundra, los bosques, las selvas tropicales, los humedales o los desiertos. En este sentido, los autores del estudio creen que a partir de los números de las reservas de carbono de las sabanas leñosas, una investigación podría utilizar estos nuevos datos disponibles para estimar las reservas mundiales de carbono forestal, que podrían aumentar entre un 2 y un 20%, ayudando a reducir la incertidumbre sobre el presupuesto global de carbono.

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