El Gobierno apuesta por trasvases «con consenso» y el PSOE quiere desaladoras

El Ministerio de Medio Ambiente y los socialistas elaboran sus documentos de propuestas, sobre los que se intentará llegar a un acuerdo

Paloma Cervilla

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El Pacto Nacional del Agua se ha convertido en una de las prioridades, en materia de política social, del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para esta legislatura. Tras la firma del Pacto contra la Violencia de Género, y a punto de fracasar el de Educación, el acuerdo sobre el modelo que España necesita para gestionar este bien escaso, es el objetivo prioritario tanto para el PP como para el PSOE.

Un consenso que no será fácil . El Gobierno sigue apostando por nuevos trasvases, «con consenso de todos», pero deja la puerta abierta a impulsar «sistemas no convencionales como la desalación», uno de los aspectos que tradicionalmente ha sido objeto de fricción entre ambos. Además, apuesta por implantar nuevas tasas , como las binómicas (que cobren el mantenimiento de infraestructuras y el consumo) en todas las comunidades de regantes, y la instalación de contadores de agua inteligentes.

Por su parte, el PSOE ya advierte de que «el agua es un recurso público y no es suceptible de mecanismos de privatización » en la gestión, según señaló a ABC el responsable de Transición Ecológica de la Economía del PSOE, Hugo Morán.

Este acuerdo se va a fraguar en una doble vertiente: la más importante será la negociación bilateral de los responsables del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente con la dirección nacional del PSOE. Por otra parte, el Congreso de los Diputados también tendrá su protagonismo en este acuerdo, al constituir en febrero una Subcomisión. Ante este órgano parlamentario comparecerán durante seis meses expertos en materia de agua. Con estas aportaciones se elaborará un documento consensuado entre todos los grupos parlamentarios.

Pero el punto de partida de la negociación, que ya ha comenzado con contactos informales entre PP y PSOE, se encuentra en los documentos que ya han elaborado ambas partes. Unas propuestas que, en el caso del Ejecutivo, se la hicieron llegar a los socialistas la última semana de febrero, según han confirmado a este periódico fuentes gubernamentales. Los socialistas aprobaron su documento, « Bases para un acuerdo de país sobre el agua», el pasado 5 de marzo.

Una vez que ambas partes analicen la información, continuará la negociación con aportaciones concretas de cada parte a los documentos presentados por cada uno.

Tras varios meses de reuniones, 120 por parte del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, con unos 600 representantes de todos los sectores relacionados con el agua; el Gobierno ha alumbrado su propuesta de 45 medidas . Un «documento sólido», según aseguró a este periódico la secretaria de Estado deMedio Ambiente, María García Rodríguez, que recuerda que el Gobierno «lleva trabajando desde hace muchos años en el tema del agua. En 2012 se dio un salto cualitativo en la política de la gestión del agua. Hay mucho trabajo hecho». A su juicio, el debate sobre el agua no se puede reducir «a los trasvases», sino que hay que ir más allá y abordar cuestiones tan esenciales como la reutilización y la desalación, el uso eficiente y el ahorro, la depuración y el saneamiento, el sistema de tarificación, culminar la modernización de los regadíos, así como la revisión de las reglas de juego de la gestión del agua.

García se muestra optimista sobre el pacto, al subrayar que «hay voluntad y disponibilidad para llevarlo a cabo. En materia de agua no nos podemos permitir no apostar por un pacto. El trabajo con el PSOE va más allá de analizar los documentos, porque podemos tener un espacio de propuestas, que son buenas para todos».

Paralelamente a los trabajos del Gobierno, desde el Partido Popular se está a punto de cerrar un documento sobre el agua que, como adelantó ABC, lo presentará Mariano Rajoy en un acto con todos los barones regionales.

Este informe de los populares sigue el «mismo hilo conductor» que el del Gobierno, según señala el vicesecretario de Política Autonómica del PP, Javier Arenas. La diferencia estriba en que el documento del partido se basa en las ponencias del Congreso nacional y en los programas electorales .

Para llegar a fijar la posición se han celebrado varias reuniones entre los dirigentes territoriales, con intereses contrapuestos.

Por su parte, desde el PSOE hay coincidencia con el Gobierno, en el sentido de que no hay que reducir el debate a los trasvases. «El escollo principal que ha habido siempre para el acuerdo es que el agua ha sido el elemento que menos ha formado parte del diálogo, porque nos hemos centrado en las infraestructuras», señala Hugo Morán.

El responsable de los temas de agua de la dirección socialista considera que estas cuestiones hay que abordarlos al final de la negociación y primero realizar una «auditoría hidrológica».

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