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Cinco meses después, «La Manada» tiene sentenciaJueves, 26 de abril de 2018 a las 18:42:20

Cinco meses después, «La Manada» tiene sentencia
LA NOTICIA

Nueve años de prisión por abusos y no por agresión sexual

Culpables de abuso sexual, pero no de agresión ni de delitos contra la intimidad. Los cincos miembros de «La Manada» han conocido este jueves la sentencia por los hechos ocurridos durante los Sanfermines de 2016 en los que abusaron de una chica madrileña, según ha quedado probado en el juicio. El tribunal de la Audiencia de Navarra ha condenado a Jose Ángel Prenda, Ángel Boza, Antonio Manuel Guerrero, Alfonso Jesús Cabezuelo y Jesús Escudero Domínguez a nueve años de prisión por un delito de abuso sexual continuado, alejamiento de la víctima a más de 500 metros durante 15 años, cinco años de libertad vigilada y 50.000 euros de indemnización a pagar entre todos ellos. El último de los miembros ha sido condenado, además, por un delito de hurto por el que deberá abonar una multa de 15 euros diarios durante dos meses. Sin embargo, los jueces absuelven a los acusados de los delitos de agresión sexual, de robo con violencia y de un delito contra la intimidad por la grabación y difusión del vídeo. En los hechos del 7 de julio de 2016, los acusados se colaron junto con la chica en un edificio, donde ella se vio rodeada por los cinco miembros e, «impresionada y sin capacidad de reacción», accedió ante el intenso agobio que sentía con una actitud de «sometimiento y pasividad» mientras los cinco hombres grababan lo ocurrido. La Audiencia de Navarra entiende que no hubo violencia en los hechos y que estos se produjeron con el consentimiento de la víctima, aunque en una situación de superioridad manifiesta que coartó su libertad. Dicha conducta se recoge en el artículo 181.3 del Código Penal, agravado al haberse producido el acceso carnal, algo castigado con penas de entre cuatro y diez años de prisión.

REPERCUSIÓN

El magistrado Ricardo González ha emitido un voto particular en el que considera que se debería absolver a los acusados de todos los delitos, salvo a Guerrero, que debería ser condenado por un delito de hurto. Este juez considera que en el vídeo mostrado con los hechos aparece «una mujer practicando actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo», aunque reconoce que el contenido es «perturbador». Señala que el rostro de la joven muestra una «innegable expresión relajada, sin asomo de rigidez o tensión», lo que «impide sostener cualquier sentimiento de temor, asco, repugnancia, rechazo, negativa, desazón o incomodidad». Cree que la víctima ha incurrido en «graves contradicciones» y denuncia el «innegable juicio paralelo» que ha tenido todo el procedimiento. La sentencia ha sido recogida a las puertas de la Audiencia de Navarra con gritos de «es violación, no es abuso» y algunas organizaciones han convocado manifestaciones en protesta por la decisión judicial. La respuesta del Gobierno ha llegado de mano de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha asegurado que respeta la sentencia aunque los poderes públicos deben tener en cuenta lo ocurrido para que no se repita.

LA OPINIÓN DE ABC

Un caso complejo

La Audiencia de Navarra ha eludido las presiones de la opinión pública y ha dictado una sentencia de condena contra los miembros de La Manada por delito continuado de abuso sexual, descartando el de agresión sexual. A las puertas del tribunal se han manifestado organizaciones feministas que solo admitían una condena por violación, ignorando que un tribunal de justicia cumple su función cuando absuelve y cuando condena, y que la crispación social no es una vara de medir de las responsabilidades penales. Si fuera así, habría que renunciar a la justicia profesional y volver a una justicia visceral y populista. El caso era muy complejo. Tanto que ni siquiera la condena por abuso sexual –un estadio intermedio entre la condena por violación y la absolución– ha merecido la unanimidad de los tres magistrados. Uno de ellos ha emitido un voto particular discrepante a favor de la total absolución de los acusados, lo que demuestra que su convicción personal está dispuesta a soportar las seguras críticas que va a recibir. La sentencia puede ser revisada por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra y posteriormente, en casación, por la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Teóricamente es posible una agravación de la condena, pero la primera sentencia tiene el valor de haber sido dictada por los magistrados que vieron personalmente la prueba. La Manada, nombre tan repulsivo como el comportamiento de sus integrantes, ya tiene sentencia.