EFE
Balance de la siniestralidad vial en 2016

El aumento de la mortalidad vial se ceba con peatones, ciclistas y motoristas en las ciudades

Más del 21% de los 1.810 fallecidos en el asfalto en 2016 eran personas que fueron atropelladas

El año pasado creció un 18% el número de víctimas mortales en las vías urbanas

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Parecía que el precio de la gasolina en alza por primera vez en cinco semanas iba a ser la mala noticia que acompañase ayer y hoy a los viajeros que saliesen en la segunda fase de la operación estival en las carreteras. Pero la jornada aguardaba ayer un balance mucho más negro. La Dirección General de Tráfico ( DGT) comunicó el dato cerrado (y consolidado) de la siniestralidad vial del año 2016 y no puede ser menos halagüeño: el año pasado murieron 5 personas cada día en un accidente de tráfico; hubo 102.362 siniestros, y el año se cerró con 1.810 fallecidos y 9.755 heridos. La cifra global es un 7% más de lo esperado (121 muertos más), ya que en enero pasado, con el primer recuento en la mano, la DGTcomunicó un aumento del 2,6%.

Es por ello que Gregorio Serrano, responsable del departamento, manifestó ayer que «no son las cifras que hubiera gustado comunicar, así que vamos a trabajar muy especialmente en consonancia con los ayuntamientos para reducir el repunte de víctimas». Dice esto Serrano porque la peor parte de ese funesto balance, sin duda, se la llevan los llamados colectivos vulnerables (motoristas, ciclistas y peatones) en las ciudades. El grueso de muertos en vías urbanas se disparó en 2016 un 18% hasta 519 fallecidos. El 21%de ellos, 389 personas, fueron peatones atropellados, un dato que se eleva un 6% respecto a 2015. Hubo un 4% más de motoristas muertos (343) y un 15% más de ciclistas (67 personas) que se dejaron la vida en el asfalto en 2016 respecto al año anterior. En conjunto, el número de accidentes acaecidos en los municipios en los que hubo que lamentar alguna víctima creció un 4%.

Tres colectivos vulnerables

Para Ramón Ledesma, asesor de PONS Seguridad Vial, está claro que se ha alcanzado un tope en la lucha contra las víctimas en la carretera, pero hay un amplio margen de actuación dentro de las ciudades, que es lo que está lastrando la lucha contra la siniestralidad vial. « Lo que anticipa el balance de 2016 es que si no tomamos decisiones en las ciudades, donde seguimos con las mismas reglas de hace 70 años, es que nos plantaremos en 2020 con 2.000 fallecidos otra vez en accidentes de tráfico», dice Ledesma.

Y esa metamorfosis que se ha producido dentro de las urbes es la incorporación en la «fauna» del tráfico de otros colectivos: a saber, un volumen de un millón de bicicletas y se promueve el uso de la bici compartida y pública; además, la venta de motos urbanas, de 125 cc, ya representa el 65% del parque de motocicletas de todo el país.

Asociaciones de víctimas y conductores urgieron ayer a la DGTa que «no se relaje» en la adopción de medidas en el corazón de las ciudades. Por ejemplo, Ledesma pone dos sobre la mesa del Gobierno dos: una ley estatal «de vulnerables» que incluya nuevas reglas de velocidad en la ciudad (más vías a 30 km/h); y definir una Estrategia de Movilidad, subiéndola al rango de una Secretaría deEstado.

Tráfico adujo que el parque de vehículos se incrementó en 2016 en un 2,2% hasta 32,1 millones; y el número de desplazamientos creció un 5% hasta alcanzar los 392 millones respecto a 2015.

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