Rinocerontes negros sin cuernos. En algunas zonas se les cortan para que no mueran víctimas de la caza furtiva
Rinocerontes negros sin cuernos. En algunas zonas se les cortan para que no mueran víctimas de la caza furtiva - Richard Emslie

Aumenta la caza furtiva de rinocerontes en África

Solo en 2015 murieron a manos de furtivos más de 1.300 animales, el 5% de la población estimada

Madrid Actualizado: Guardar
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La caza furtiva de rinocerontes en África no deja de crecer. La Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) ha dado a conocer el número de rinocerontes africanos muertos a manos de de furtivos en 2015, y la cifra crece por sexto año consecutivo. En total 1.338 rinocerontes cayeron el año pasado víctimas últimas del comercio ilegal propiciado por la demanda de cuerno de rinoceronte del sudeste asiático. Según este organismo, este es el nivel más alto desde que comenzó la crisis actual, en 2008. Desde entonces, los cazadores furtivos han matado al menos a 5.940 rinocerontes africanos.

En muchos países del este de Asia se atribuyen propiedades medicinales al cuerno de los rinocerontes. Unas propiedades que nada tienen que ver con la realidad, pues los cuernos de los rinocerontes están formados por queratina, el mismo tipo de proteína estructural que constituye las uñas y los pelos de los mamíferos.

Y a día de hoy no se ha demostrado que la queratina sea eficaz en el tratamiento de ninguna enfermedad. Estas creencias infundadas nos han llevado a lo que los expertos consideran una crisis de caza furtiva de rinocerontes.

Este furtivismo continuado ha impactado en el número de rinocerontes. De acuerdo a los expertos del Grupo especialista en rinoceronte africano de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN, que se reunieron recientemente en Sudáfrica, las poblaciones del más numeroso rinoceronte blanco (Ceratotherium simum) parecen haberse estabilizado en el continente. Así, en 2015 su población se estimó entre 19.682 y 21.077 individuos. Por su parte, al rinoceronte negro (Diceros bicornis) -que aparece en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN en situación de peligro crítico- le ha ido un poco mejor. Su población se estima entre 5.042 y 5.455 rinocerontes, lo que representa un aumento de un 2,9% anual con respecto a 2012, si bien esta tasa de crecimiento está por debajo de su tasa usual del 5% anual.

Desde 2008, el 85% de estas prácticas furtivas se han producido en Sudáfrica, país que alberga el 79% de los rinocerontes de África, y más concretamente en el parque nacional Kruger, un vasto territorio, hogar de la población de rinocerontes más grande del mundo, y que «ha soportado el peso de la matanza», dice el estudio. En 2015, sin embargo, y por primera vez desde 2008, el número de rinocerontes muertos en Sudáfrica descendió ligeramente, incluso en el parque Kruger. El furtivismo ha descendido también en Kenia durante los últimos dos años, gracias a que se están haciendo esfuerzos para que se aplique la ley. “Por desgracia -afirma Inger Andersen. director general de la UICN- estas mejoras quedan ensombrecidas por el alarmante aumento de la caza furtiva en el último año en otros estados del área de vital importancia para la especie, como Namibia y Zimbabwe”.

Tráfico ilegal

«La extensa caza furtiva para el comercio ilegal de cuerno sigue socavando los éxitos de conservación del rinoceronte realizados en África durante las últimas dos décadas», añade Mike Knight, presidente del citado grupo de especialistas en rinoceronte africano de la UICN. Y explica que la fuerte demanda de cuerno de rinoceronte del sudeste asiático está siendo suministrada ilegalmente por sofisticadas redes transnacionales del crimen organizado.

La pérdida de estos animales por culpa de la caza furtiva también representa una pérdida importante de ingresos para los países africanos, reduciendo los incentivos para el sector privado y las comunidades para ayudar a conservar al rinoceronte. Se calcula que solo los rinocerontes matados ilegalmente en Sudáfrica en 2015 representan una pérdida de 25 millones de dólares.

En este sentido, en la reunión del grupo de trabajo se puso sobre la mesa que el aumento sustancial de los costes en seguridad y los riesgos tanto para el personal como para los propios animales, unido a la disminución de los incentivos económicos, está provocando que cada vez un mayor número de propietarios privados de rinocerontes blancos en Sudáfrica los estén vendiendo o se estén planteando venderlos. Por tanto, el furtivismo amenaza con reducir el área de distribución a disposición de los rinocerontes en el futuro, así como una merma de los ingresos que recibe la agencia encargada de la conservación de estos animales, que se nutre de una parte de los ingresos resultantes de la compra-venta legal de estos animales para su exhibición en las reservas naturales de Sudáfrica.

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