Las operaciones más comunes entre los menores de edad están destinadas a corregir las «orejas de soplillo» u «orehjas en asa»
Las operaciones más comunes entre los menores de edad están destinadas a corregir las «orejas de soplillo» u «orehjas en asa» - ABC

Abogan por obligar por ley a los menores que quieran operarse de Estética a pasar un examen psicológico

La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) propone implantar una normativa como la ya existente en Andalucía para que los especialistas determinen si los pacientes pueden someterse a este tipo de intervenciones

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La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) ha abogado por la aprobación de normativas, como el decreto 49/2009 de Andalucía, que obliguen a los menores de edad que quieran someterse a una operación estética a pasar antes un examen psicológico realizado por un especialista.

Y es que, la «inmensa mayoría» de las intervenciones de Cirugía Plástica que se realizan en España a este colectivo corresponden a Cirugía Plástica Reparadora. Además, según estimaciones de la organización, en el ámbito estético, de las aproximadamente 65.000 intervenciones que se practican al año, solo el 1,5% se realizan en menores de 18 años.

Asimismo, en torno al 50% de esas intervenciones de Estética son otoplastias, destinadas a corregir las popularmente conocidas como 'orejas de soplillo' u 'orejas en asa', si bien la literatura científica «aún debate» si este tipo de cirugías deben considerarse estéticas o reparadoras, dado que suelen estar «totalmente justificadas» desde el punto de vista médico por el sufrimiento psicológico asociado al trastorno que corrigen.

Es frecuente también que otras intervenciones de Cirugía Plástica Reparadora realizadas a menores se confundan con intervenciones de Cirugía Plástica Estética como, por ejemplo, la corrección de la gigantomastia juvenil o hipertrofia virginal de los senos, un trastorno que afecta a mujeres adolescentes y causa el crecimiento excesivo, difuso y, en algunos casos, discapacitante de uno o ambos senos durante la pubertad.

Otra patología cuya corrección suele confundirse con Cirugía Plástica Estética es la ginecomastia o mamas anormalmente grandes en los hombres. «En cualquier caso, en España no existe una normativa específica que regule la realización de intervenciones de Cirugía Plástica a menores de edad. Las referencias a nivel nacional son, por tanto, la Ley 41/2002 básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica y la Ley 26/2015 de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia», ha relatado la organización.

Intrusismo laboral

En concreto, prosigue, este marco legal establece que todo menor de edad que deba o quiera someterse a una intervención quirúrgica, del tipo que sea, necesita el consentimiento de sus padres o representantes legales dependiendo de la gravedad o riesgo de dicha intervención, del nivel de madurez emocional e intelectual del paciente y de su situación de emancipación, factores todos ellos que deja a la valoración del médico que le atiende.

En lo que se refiere al menor, SECPRE ha recomendado que se asegure de acudir, acompañado de sus padres o representantes legales, a un profesional con la titulación de Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, la «única oficial y homologada» en España, dado el intrusismo existente por parte de los más de 9.000 médicos que se estima la practican sin titulación ni formación adecuadas.

Respecto al cirujano, ha abogado por valorar, por un lado, la madurez psicológica del menor, profundizando en sus motivaciones y en las de sus padres o representantes legales. Del mismo modo, y con independencia del consentimiento de estos, SECPRE ha destacado la necesidad de tener en cuenta la opinión del menor para determinar, en lo posible, si la decisión de operarse es realmente suya y fue el primero en plantearla o es de sus padres sin que el menor muestre mayor interés.

«Por otro lado, el cirujano debe valorar y transmitir al paciente y sus acompañantes las expectativas reales de la intervención, basadas solo en criterios médicos, nunca en razones económicas ni exclusivamente en los deseos personales del paciente, lo que incluye valorar la previsible evolución anatómica del mismo. Por ejemplo, las otoplastias pueden realizarse a partir de una edad muy temprana porque no afectan al posterior desarrollo de los pabellones auriculares, pero el aumento de mamas no debe practicarse hasta que estas no se encuentran totalmente desarrolladas», ha apostillado.

Finalmente, y con el objetivo de no dejar en manos del cirujano plástico una labor «más propia» de un psicólogo, SECPRE ha solicitado la aprobación de una normativa nacional o de las correspondientes normativas autonómicas que sean similares a la existente en Andalucía, donde la Junta aprobó en 2009 un decreto que establece las condiciones para que los menores de edad puedan ser intervenidos de Cirugía Plástica Estética.

«La más importante es la obligatoriedad de ser analizados por un especialista en Psicología y la emisión, por parte de este, de un informe de madurez psicológica», ha zanjado la sociedad.

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